" Arrogancia he Imponencia"

1183 Words
No cupe de asombro cuando nos estacionamos dentro de la mansión de mi tío. Aún hay personas en la fiesta, entre ellos Adrián con otros corredores. _ Santa mierda Edrikc, si mi papá lo llega a ver te perforará el pecho. ¿Qué estás pensando? ¡Soltó a Adrián al ver mi condición de rehén _ Me arriesgaré, Tu prima necesita modales, _ Maldito! Voy a matarte! Desátame ahora! ¿Escupí en la cara del estúpido al liberar mis labios _ Ves lo que digo? Es una salvaje, pero te convertiré en un corderito, ya verás. Acarició mi mejilla, sonrió cuando intenté morderlo _ No hay duda que eres un idiota, Carlson. Tranquilízate enana, te ayudaré Adrian, con las llaves que extrajo de su bolsillo, rasgó mis ataduras al estar libre. Bajé del auto y paté la espinilla del idiota sexy, pero terminé volviendo lastimar mi dedo, que lleva una recuperación lenta y segura. Sonrió como idiota. _ ¡Rayos y centellas, Te odio! No vuelvas a acercarte a mí jamás. ¿Me estás entendiendo? Nunca Estaba tan molesta En aquel momento que hasta yo me lo creí. Al estar fuera del vestido y volver a curar mi dedito herido, me asomé por mi ventana. Él seguía ahí, bebiendo, riendo con una elegancia magistral. Verlo relajado y sonriente junto a Adrián me ayudó a deducir que más que su jefe eran amigos. varias chicas se acercaron al grupo. Decido ir a dormir. Adrián se acuesta con todo lo que conlleve a un trasero redondo y el señor Carlson no tiene buena reputación, Así que lo más probable es que Armen una orgía en pleno jardín. Di vueltas en la cama por un rato, pensando en cómo me había tratado aquel idiota. Me llené de rabia al instante, pero luego se intensificó al recordar el resonar de su voz al decir: { Me arriesgaré, Tu prima necesita modales } Rebobine el momento Y pensé con enojo: Se lo contaré a mi tío, no haré las fotos, que se jodan. Con eso, haciendo eco en mi cabeza, me entregué el sueño. Desperté con una resaca de los mil demonios, la lengua seca y rasposa como la de mi gato Joaquín, una angora gris que me salió. Descendiente de Garfield, solo le gusta comer, dormir y ver televisión. Poco cariñoso, A veces creo que yo soy su mascota, ya que me acaricia Solo si me porto bien al cederle algún aperitivo especial. _ Calla Joaquín, mami está durmiendo, hay Joaquín, si no callas moriré Refunfuñé como si me entendiera. Me había arrancado de los brazos de Morfeo. Pero el maullido prosiguió _ Ya voy, ya voy! Eres tan obstinado cuando pides algo Me levanté para abrir la ventana, es su ruta para de alguna forma colarse hasta la cocina y encontrar comida. Los jardines están siendo limpiados. La fiesta acabó, por lo menos para mi tío. Escucho esa música extraña que gusta aquí sonando en el solar de atrás de la mansión. No tengo que preguntar, Es lógico que Adrián sigue la celebración. Observo el sol brillar, el día luce hermoso, el agua celeste de la piscina atrae mi cuerpo a un mareado. Rebusco en el clóset, me coloco el primer bikini que encuentro, tanga morada con un top blanco traslúcido, una bata de baño con chancletas. Me encamino al lugar, pero antes cruzó la cocina en busca de zumo de naranja para levantar un poco mi moral. _Buenos días, Aisha le atacaron en la ducha Preguntó mi tía con su agradable sonrisa _ No tía, quiero tomar un baño en la piscina. Creo que moriré si no lo hago. Tanto whisky acabará matándome. ¿Me serví el zumo de naranja mientras bromeo _ Vas a desayunar o nadie desayuna en esta casa? Amanda no llegó a dormir y Adrián sigue la fiesta. Creo que he perdido autoridad en esta familia. Dime Por qué tus hijos quieren matarme Delia Soltó mi tío con desagrado y molestia. Cómo es común en él siempre reprochando la actitud de sus hijos, pero termina consintiendo cada decisión que toman. _ Son jóvenes, amor, deja de amargarte. La juventud de ahora no es como la nuestra, ni siquiera hay lealtad o respeto. Son otros tiempos. Apretó suavemente su mano. Él sonrió al colocar su otra mano sobre la de ella. _ ¡Qué suerte que ya estamos viejos! ¡Estos chicos están locos, cariño! Ella respondió con una sonrisa. Yo me alejé en silencio. No quería que me preguntaran por la perdida Después de un gran trago de zumo de naranja, me lancé al agua por unos minutos. ¡Qué satisfacción sintió mi cuerpo! Me entregué completamente la profundidad de la piscina, pero al sacar la cabeza del agua me atraganté al ver a Edrikc en una tumbona, con mi bata entre sus manos, mirándome con sus ojos de leopardo a la luz del sol. _ Señorita Aisha, espero no siga enojada Una sonrisa ebria me ofreció _ No lo quiero cerca de mí. Es usted un mejor no decir la palabra. ¿No conoce el respeto? No se me vuelva a acercar, Se lo agradezco. Omití la palabra enfermo, idiota Al ver el cambio de su rostro de apacible a enojado. Aunque sus reacciones eran confusas, siempre Lucía serio o frío. Poco sonríe. _ ¿Me quieres lejos porque te gusto? Acéptalo Dijo el lanzar mi bata al piso. Salí de la piscina para recogerla, terminé cubriendo mi cuerpo con ella. A pesar de haber estado en muchas playas bajo miles de miradas, la de él me quemaba. _ No se crea tanto ustedes he visto rostros mejores que el suyo. contesté con sarcasmo, aunque pensara que mentía. _ Estás mintiendo. Puedo verlo, quizás tocarlo Su aliento a Carlson invadió mi rostro, un rayo cruzó mi espalda al el colocar su mano en ella, solo unos centímetros me separaban de sus labios carnosos. Lo observé esperando el beso, tal vez queriendo que apretara un poco más mi cintura, que mordiera mi labio, pero nada sucedió. _ Edrick, aleja tus tentáculos de mi sobrina. Sabes que está prohibido que juegues con las mujeres de esta casa. No arruines la amistad que tengo con tu madre. La advertencia de mi tío lo hizo levantar las manos en modo de rendición _ No haría eso, jefe. George sabe el respeto que le tengo y como sabe, ella no es el tipo de mujer con la que yo jugaría. Contestó con una sonrisa que no logré descifrar. Le puse los ojos en blanco, abrió la boca para luego cerrarla, ya que llegó Adrián con su equipo. Algunas mujeres, entre ellas una con el cabello corto en perfecto peinado se colgó a su cuello. Sus ojos dejaron de mirarme. Sentí celos, unos que no supe cómo controlar más que largándome del lugar. Pero antes de entrar a la casa volteé a mirarlo. Me encontré con su espalda. La chica está dentro de la piscina. Veo sus gestos, percibo que fue lanzada por el idiota. Saqué la lengua a su espalda. ¿Cuál cría en berrinche?
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