Después de un largo rato escuchando a Bárbara a medias, pues estaba más concentrada en mis pensamientos que en lo que decía... Me quedé profundamente dormida. Me desperté por instinto, sobresaltada, creyendo que se me había hecho tarde para ir al edificio STUR. Me fije en el reloj, sin embargo era apenas las 6 de la mañana. Sin sueño y bastante despierta me levanté e hice mis aseos personales, sin pensar en nada de lo que pasó ayer, solo bajé a desayunar. Bajando por las escaleras pude escuchar a Damián cocinando, se escuchaba el batidor manual, quizá batiendo claras de huevo, y una música de los años 80 que sonaba en la radio. —Buenos días. —Dije apenas me acompaña a la cocina. Mi padre dejando su sopa de pollo me vió y dió los buenos días, a diferencia de Damián que siguió ignorand