Sin embargo, mi hermano estaba muy serio... No dejaba de mirar al Diecisiete como si fuese una gran molestia. Mi papá estaba ignorando a todos debido a su embriaguez, el alcohol ya estaba haciendo todo su debido efecto en él, estaba bailando y cantando, cosa que me aliviaba, porque sino sería él entonces quien echara al Diecisiete, y yo no lo iba a permitir, por ende surgiría un problema en mi cumpleaños, cosa que no estaba dispuesta a dejar pasar. Fredd se levantó, y me invitó a bailar. —¿Gustas bailar conmigo? Me puse a pensar si al Diecisiete le molestaría... Pero, solo sería bailar, cosa que no tiene nada de malo. Si, así fue, hasta que se cambió a una música muy romántica y lenta. Lo peor es que había aceptado, y ya estaba de pie, no tenía idea de qué hacer... me quedé estátic