Capítulo 3.

1064 Words
Abby. Después de ese beso él no sale de mi mente y no podemos decir que viene a conversar, mis sueños húmedos le pertenecen, jamás en mis casi 24 años he sentido y necesitado a partes iguales a un hombre. Por rumores de pasillos en el restaurante me he enterado de que jamás ha repetido alguna mujer que a su edad las mujeres son pan de cada día. Por eso cuando me beso, si se lo devolví, pero en mi defensa me pillo desprevenida y tengo que decir que besa de maravilla. Pero cuando recordé los comentarios que dijeron las y los chicos del restaurante, mi rabia broto y no por el beso, sino porque él quiere que sea su próxima víctima. Estoy tratando de concentrarme en llenar los documentos para mi postulación, para realizar mi práctica y poder titularme. Es difícil ya que por ser mujer en una sociedad machista en que sí eres guapa, consigues todo por tu belleza y por tu cuerpo, no por ser inteligente. Cuando quiero seguir despotricando el sonido de mi puerta me saca de mis pensamientos. Cuando abro la puerta un buque de flores negras con un sobre, captan mi mirada, el chico me las deja y se retira. Las flores son lo más maravilloso que han visto mis ojos. Cuando abro él sobre una dirección y la hora están escritas y el otro papel unas palabras que logran romper algunas de mis murallas, que levante para no salir dañada. Agrego el número de teléfono y respondo con un escueto okey. Mi corazón late a mil por hora por la emoción, llamo al spa para poder ponerme linda, son las tres de la tarde y voy llegando a mi departamento. Me ducho, busco mi vestido y me decido por uno rojo pasión que me queda como un guante, la parte delantera es cubierta completamente mangas largas porque estamos en otoño y las noches están más frías, pero la espalda es completamente descubierta hasta el principio de mi trasero. Ya lista me dirijo a la cochera del edificio y tomo a mi bebe un Audi A5 Coupé regalo de mi mamá jajajajaj. Cuando estoy por llegar me doy cuenta de que voy retrasada por 25 minutos, no es mi problema que Antón viva en un escondite. POV Antón. Después del beso, mi mente no deja de pensar en esa chiquilla de ojos grises. Mis labios quieren más de ella. Mi cuerpo la quiere a ella. Mi mente la quiere a ella. Mi corazón la anhela. No sé qué me pasa, que todo mi ser se pone ansioso si no la veo, cuando no viene al restaurante mi mente está con ella, y no estoy tranquilo hasta no verla. y Sabiéndola bien, mi corazón deja de galopar, pero sé que no puedo, que no debo fijarme en ella, mi pasado puede destruir todo mi presente y futuro con ella. Necesito explicar lo que siento y que claramente me estoy volviendo loco. Llamo a mi gerente y le explico que el restaurante el fin de semana cerrara las puertas, desde el viernes hasta el domingo. Él solo confirma la información recibida y con eso mi plan está en marcha. 1.— Lo primero es mandar la invitación a su departamento. Con rosas negras naturales que mande a traer especialmente para ella de El distrito Halfeti de la provincia turca de Şanlıurfa es el único lugar del mundo donde crecen naturalmente. 2.— escribo una invitación con un pequeño escrito revelando un poco lo que ella me hace sentir. “Es solo pensar en ti y todo cambia. La vida tiene color, la tristeza desaparece y solo queda lugar para la alegría, la esperanza, el amor. Tu sonrisa es un rayo de sol, tu presencia un verdadero regalo.” Por favor regale una cena. 3.— ordena a mi ama de llaves que deje todo listo y que despache a todo el personal, por todo el fin de semana. 4.— la cena ya está lista y cuando miro a mi alrededor todo está perfecto. Cuando falta 1 hora me ducho y me visto con un traje completamente n***o, sin corbata, hecho a la medida. Cuando veo la hora me doy cuenta de que me dejo plantado y cuando estoy por lanzar el vaso que tengo en mis manos, mi corazón late de manera errática por la alegría. Salgo a recibirla y lo que veo me deja con la boca seca, ese vestido en el que está enfundada en ella es una obra maestra. Le toma la mano, y cuando la hago pasar, mis ojos dan a su espalda descubierta en su totalidad. Si esta noche quería hacerme perder la cordura va por muy buen camino. Le toma la mano nuevamente entrelazándolas mi corazón no puede más de alegría porque ella no se rehúsa. Lamento mi tardanza.— musita avergonzada— me perdí, es una odisea llegar aquí. Me hubieras llamado, subo su mano y la beso. Estás hermosa. .— Gracias, no sabía que ponerme y elegí algo elegante y no me equivoque, - me repasa con la mirada. Noto una pequeña dilatación en sus pupilas. Ya no aguanto esta lejanía, la acerco a mí y su cabeza reposa en mi pecho, el cual sé que puede escuchar el zumbido de mi corazón. Sus brazos rodean mi cintura, cuando ella levanta la cabeza nuestras miradas se conectan y mis labios caen sobre los suyos. Ella mira a su alrededor cuando él deja sus labios. .-no creí que hubiera algo como esto en la ciudad.— me mira con sus bellos ojos. Soy un privilegiado, le respondo encogiendo mis hombros. Nuevamente, la tomo de la mano, ven te mostraré la mejor parte de la propiedad. Caminamos y cruzamos la propiedad un par de metros. Abro la puerta y detrás aparece un invernadero con todo tipo de flores que existen. —¡por dios!, lleva sus manos a su boca. —¿te gusta? La miro expectante por su respuesta. .— ¿Gustarme? - me mira con una sonrisa en sus labios.— me encanta.— responde. .— puedes venir cuando quieras.— hablo sin pensar. .— ¿venir? No creo que sea posible. Solo acepté cenar contigo para que puedas dejarme en paz. Lo cual no se volverá a repetir, dice mirando todo con un poco de pena.
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