8: "Entrenador, entrenamientos y Kim Namjoon"

5081 Words
A primera hora en la mañana, Namjoon no se espero y nunca se lo hubiera esperado, el que el chico Kim Seokjin se atreviera a aparecerse a muy temprana hora en su casa, además, luego de un corto y nada respetuoso saludo le "ordenó" el que se pusiera decente para ir al gimnasio de su padre. Entonces, si, aquella era la primera cosa que había tomado por sorpresa a Kim Namjoon al apenas abrir sus perezosos ojos, pues lo segundo fue que al parecer el hombre/su ahora entrenador trabajaba un día domingo. ¿El hombre trabajaba todos los días de la semana?. Pero puede que aquello no sea del todo cierto, ya que... Seokjin rascó su nariz y desvió su mirada a Namjoon, el cual ahora se encontraba conversando quien sabe de que con Jaebum mientras practicaban sobre el ring. Un carraspeo le hizo girar a su costado su cabeza, —Uh...- —No necesito una explicacion hijo, es bastante obvio lo que ocurre...- le dio una mirada divertida pero un tanto seria —Eres bastante obvio, al menos para mi— dejó escuchar una risita ante los movimientos en negación de parte de su hijo —Me pediste, no, me suplicaste que hoy abriera el gimnasio cuando bien sabes que es el único día en que me tomo un descanso, y por lo tanto el gimnasio no se abre, además de que también me suplicaste que agregue algunas horas extras cuando yo cierro por la tarde—. Y Seokjin literalmente se quedó mudo, cruzándose de brazos y echando mirada a sus zapatillas deportivas, aun negando levemente. —¿Acaso quieres lograr matar a tu padre del cansancio?, es eso o realmente te importa es chico— señaló no sutilmente pero de manera rápida. —No... no es- El hombre sonrió —Tú nunca fuiste bueno mintiendo, no sirves para eso hijo— rió. —Papá..- le echó mirada avergonzada, para luego enderezar la postura, mostrándose serio de repente. No le funcionó. —Solo déjalo, no solo eres mal mentiroso, tú tampoco sabes fingir. Digamos que siempre supimos que la actuación no era lo tuyo— sus carcajadas se escucharon con mucha más ganas, totalmente por estar molestando a su hijo. Seokjin ignoró la escandalosa risa solo para negar de manera invisible el que no estuvo muy de acuerdo con aquello de no saber fingir, puesto que el fingir no tener interés por Kim Namjoon hasta ahora lo estaba llevando bastante bien, ya que aún no había sido descubierto por nadie. Haciéndolo ver que solo se trataba de odio o una enemistad infinita -y en cierta forma aquello no era muy erróneo-. Y aclaremos que Jiminie era una excepción, puesto que al ser su mejor amigo él podría fácilmente darse cuenta, y tampoco importaba o era válido el que Min Yoongi hubiera estado haciendo algun que otro comentario sospechoso... o Jungkook, otro ejemplo, él solo hacía comentarios insinuantes. Después de todo, no eran nada serios. Entonces, claramente nadie lo había descubierto... aún, ¿verdad?. —Vamos hijo, es tu turno—. Anunció su padre aun con expresión cómica en su rostro, pero aun así Seokjin se negó a caer, se negó a declarar abiertamente su gusto por el idiota que ahora mismo le ofrecía su mano para subir al ring, claro este hizo como si no hubiera visto el gesto de amabilidad y subió por su cuenta. Namjoon hecho bufido en sonrisa. —Bien, me quedó claro que mi amabilidad te molesta, no lo volveré a hacer— Y el mensaje Namjoon fue claro, algo así como: -Tú te lo pierdes-. Seokjin se echó a reír casi en silencio en su cara, solo para luego rodar sus ojos. —Realmente no volveré a ayudarte— dijo mientras su cuerpo tomaba postura, al igual su contrincante, el cual era Seokjin. —¿Alguien más sabe que eres todo un cobarde encima de una motocicleta?, ¿o tendré que ser nuevamente yo el que rescate a la damisela en apuros?— Estaba siendo terriblemente provocativo, y por lo tanto él tuvo que aumentar sus reflejos. Su cuerpo se echó con agilidad y rapidez hacia atrás ante el duro golpe que se aproximó. Lo esquivó y nuevamente sonrió ladino, —¿Eso es un no? ¿y un, al parecer si?— Varios golpes a la vez, Namjoon milagrosamente salió ileso. Mierda, él aprendía rápido. Seokjin gruñó por lo bajo, pero no se rindió, claramente el humor del idiota de Kim Namjoon estaba por las nubes, queriéndole fastidiar. ¡Y diablos!, estaba funcionando ya que realmente el tono y las palabras estaban siendo irritantes. Nadie, ni siquiera Jiminie o sus padres sabían de su fobia a la vehículos peligrosos, principalmente a las odiosas motocicletas que no respetan la velocidad máxima. Su cabeza se había hecho un lío cuando observó por primera vez a su mejor amigo arriba de una peligrosa motocicleta, dios, Jiminie se veía aterrado y aun así no fue y no estaba siendo tan gallina como él. El recuerdo de él mismo tiritando del miedo sobre la motocicleta de Minho lo golpeó, no fue lo único... —Ugh...— Jaebum jadeó de manera dolorosa, y la mueca se hizo visible en sus labios. —Eso debió doler— —Mierda— Namjoon maldijo no tan silenciosamente, y fue realmente muy rápido en socorrer a la persona que hace nada había dejado fuera de juego, para ser más específicos, a la persona que acaba de golpear duramente por encima del mentón. —Hey, ¿estás bien?— su expresión mostró exagerado desagrado, o no sabía cómo gesticular su preocupación o lo que veían sus ojos era algo realmente desagradable.. uh, ¿tal vez las dos sean válidas?. Seokjin se relamió el labio inferior —Me rompiste el labio— Dijo luego de un corto silencio. Llevó su mano a la zona roja y pulsante, en mueca dijo:—Me rompiste el labio y estoy sangrando— repitió y agregó. No estaba enojado, solo sorprendido. El rostro de Namjoon se vio cubierto de un manto blanco, se trató de una toalla de mano que el entrenador había lanzado directo y certeramente a su rostro, y en gesto silencioso Namjoon entendió el porqué de la toalla. Jin por un momento quedo bizco al tener su mirada en un punto fijo, luego miró a ceño aún más fruncido hacia los ojos contrarios, —¿Qué haces?— suerte y su voz había salido en tonos calmos y molestos. Como debía ser, y siendo únicamente él el que debía de saber lo nervioso que se encontraba. —¿Limpio la sangre?, ¿te ayudo?, ¿ayudo a la damisela en apuros?— Seokjin bufó incrédulo, dejando un poco de lado sus nervios ante la proximidad, pues ¿realmente el idiota estaba todavía siendo burlón luego de romperle el labio?. Le echó una mirada y luego apartó su rostro del contacto suave, —Puedo solo— gruñó y tomó la toalla blanca bruscamente, solo para luego arrepentirse en maldiciones mentales —Después de todo también tengo manos— volvió a soltar en gruñido, y volvió a maldecir en mente por su comportamiento que logró la lejanía de Namjoon. Namjoon alzó ambas manos y volvió a repetirse el no ser amable, especialmente con este chico, porque vamos, solo recibía gruñidos y enfado, ¿por qué molestarse entonces?. —Como quieras— dejó de estar sobre sus rodillas y en tonos bajos susurró un -damisela-. Pronto sintió nuevamente la toalla, pero dio contra su espalda, sonrió ladino ya que al parecer Kim Seokjin tenia bueno oídos. Un innecesario dato más. —Muy bien, muy bien— Se escuchó. Y el hombre de gorra ya se encontraba nuevamente cerca del ring con dos botellas de agua y una de alcohol —Nada que no haya ocurrido antes— hizo rodar la botella de alcohol hacia su hijo que aún se encontraba sentado sobre la plataforma del ring. Luego se giró hacia Namjoon y lanzó la botella de agua, —No te preocupes, mi muchacho es resistente— Namjoon simplemente asintió y bebió de la botella, echando mirada al chico castaño, y no, él no estaba preocupado. Había golpeado al chico, bien, estaba bien con ello, después de todo en algun momento de sus muchas practicas debía de ocurrir, ahora o en el futuro, simplemente iba a ocurrir. Él no estaba preocupado, en lo absoluto. —¿No tienen bolsas de gel?— se le escuchó preguntar a Namjoon. Frunció su ceño. Genial. Él sí estaba tal vez un poquito preocupado, o puede que la culpa sea mucho más latente, pero en fin, no estaba bien con lo que hizo. El entrenador asintió —Jaebum se está ocupando de eso—. Y como si lo estuvieran llamando, Jaebum apareció con una bolsa de gel azul en mano. Yendo él a auxiliar a Seokjin, al labio roto de Seokjin. —¿Celoso?— Namjoon prestó su entera atención al hombre que mágicamente ahora se encontraba a su lado —¿Uh?, agh...— Tosió un poco y una de sus manos se ocupó de limpiar el agua que logró escaparse ante su repentino ahogo por lo escuchado. El hombre rió por la torpeza. Había diversión en su expresión. —Si quieres un poco— alzó la botella con contenido rojo —Es una bebida energizante, hay que reponer electrolitos ya que vamos a seguir— informó. —Ah, sí, bien... claro— el pelinegro asintió y aceptó la bebida aun confundido. ¿Qué había sido eso?, ¿su audición se estaba yendo a la mierda por los golpes recibidos?. Y nuevamente el hombre habló con sonrisa ladina y brazos cruzados —¿Te gustaría ser tú el que estuviera auxiliando a mi hijo ahora mismo?— Y Namjoon no quiso pensar que su entrenador estaba siendo un tanto insinuante con sus palabras, o que ahí había un mensaje oculto, pero pareciera ser un tanto obvio que lo había... —¿A qué se refiere?— preguntó de toda formas. —¿A qué me refiero?, muchacho tonto, deberias de haber visto tu cara al momento de por fin darle un golpe a mi hijo. Entraste en un corto pánico momentáneo, claramente debes de sentirte culpable por lo repentino que fue tu logro— rió y palmeó el hombro izquierdo del amigo de su hijo —Vamos, le diré a Jaebum que serás tú el que se ocupara de Jin— —No es- —¡Jaebum!— el Sr. Kim interrumpió y alejándose dijo —Ve a guardar las bolsas de boxeo, Namjoon se ocupara de curar a mi hijo— Seokjin abrió la boca con el fin de soltar una negativa, pero no salio nada. Solo observó como su padre prácticamente estaba arrastrando a Namjoon hacia el ring, diciéndole:—Todo tuyo, y unta esto en el corte—. Seokjin tragó saliva al momento que escuchó aquello y vio a su padre alejarse, dejando a Namjoon a cargo de algo que no estaba muy seguro que quisiera que haga. Vamos, sus nervios y vergüenza se lo comerían vivo. —No tienes porque- —No lo haré— Namjoon dijo rápidamente y lanzó al regazo del castaño el pequeño pote de gel. —Tu padre está loco— soltó con confianza y en sonrisa. —Lo está...— Afirmó, y esperaba que la desilusión no se reflejará en su rostro, pero al menos su corazón se calmó un poco. Namjoon echó un vistazo, otro. La culpa pulso nuevamente, aunque se alivio al ver que el labio roto ya no escurría sangre, —¿Duele?— dio un sorbo a su bebida roja. —¿Te importa?— —No— fue rápido, dio otro sorbo. Seokjin tomó el pote de gel —Parece que si— quería fastidiarlo un poco, también queriendo recibir otro golpe, pero de desilusión. Digamos que no quería ilusionarse todo el tiempo, por lo tanto, si tal vez recibiste mucho golpes de esos malos sentimientos, su corazón dejaría de bombear frenéticamente por el idiota. —No, definitivamente no— negó nuevamente, —Pero soy culpable de eso— se refirió al golpe y dejando la botella ya vacía de lado, él tomó el pote de las manos contrarias y lo abrió. —Es la culpa— informó antes de que el chico castaño se haga ideas tontas, algo así como si estuviera realmente preocupado. No, solo culpa.. Seokjin no dijo nada, tampoco se movió a tomar nuevamente el pote de gel. Simplemente lo dejo, y ahí estaba de nuevo, él sintiendo ilusiones. Viéndose a él y a Kim Namjoon tomados de la mano mientras iban quién sabe a donde. En ocasiones odiaba su imaginación. Quería gritar. El pelinegro dio con el chico contrario, al parecer le dejaría untar el gel en su labio sin problemas. Él no tenia idea que Kim Seokjin estaba echo un lio internamente, con su cabeza a nada de estallar. Namjoon acercó al labio contrario su dedo índice untado de gel, Jin vio en cámara lenta el acercamiento y luchaba para no cerrar sus ojos de manera suplicante, como si estuviera por recibir su primer beso. Ah, la ansiedad era la que ahora se lo comería vivo. Pero entonces pasó, sintió tanto el gel como la piel del dedo de Namjoon. Un toque lento y con cuidado. Tenso como cuerda de arco, Seokjin no se inmuto. Y como Kim Namjoon no era persona muy atenta, oh bueno, no en sentido de que pudiera fácilmente adivinar el estado emocional del otro, entonces él no pudo ver el obvio actuar de Seokjin, de lo rígido que se encontraba con mirada fijamente en algun lugar. —Supongo que con eso es suficiente— Habló Namjoon al retirar su dedo. Seokjin volvió a pisar la realidad, pero claro no se había perdido de nada, o puede que un poco sí, ya que mantenía su concentración en no entrar en pánico, en no demostrar cuánto le gustaba esa persona. —Hey— Namjoon chasqueó sus dedos frente a los ojos del castaño —Tu padre nos está llamando— informó enderezando el cuerpo para luego dejar la plataforma de boxeo, leyendo para donde se encontraba su entrenador/padre de Kim Seokjin/el hombre loco que no podía entender muy bien. Si, Namjoon tenía distintas formas para describir al tipo raramente agradable. Pero en fin, cuando Seokjin se recuperó la lucidez, exagerado pero aquella era la realidad, él con calma caminó hacia el grupo de tres. Su padre estaba dándole indicaciones a Namjoon del como debería hacer correctamente uso de una de las máquinas, mientras Jaebum ayudaba también. Sus incrédulos ojos observaron la camaradería de esas tres personas, el como Kim Namjoon en relamente poco tiempo logró agradarle a su padre, pero era un tanto obvio el porque, después de todo su padre tenía ese tipo de trato amistoso hacia las personas que... para ser claros, hacia las personas que eran buenas en dar golpes. Im Jaebum y Kim Namjoon daban buenos golpes. Poniendo lo ojos en blanco con cierta diversion, Jin lo alcanzó. ... Y tal vez fue el sobre esfuerzo y el cansancio por el ejercicio realizado, pero Kim Namjoon terminó concluyendo que había sido un día agradable y en todos los sentidos, no solo se sintió agotado gratamente, sino que la presencia de cierto chico castaño era ridículamente ¿divertida? ¿agradable? ¿poco molesta?, o tal vez también solo se tratase de que poco a poco -pero no tal lento- él se estuviera acostumbrando a esa -ya no tal molesta- presencia a su alrededor. Y para agregar, al parecer ya era amigo del tal Jaebum y había podido crear una buena relación con su entrenador. . . . Para el día siguiente, la alarma se escuchó ruidosamente en la habitación de Namjoon, un gruñido bajo para luego dar manotazos al aire que a los pocos segundos logró dar con el ruidoso aparato. El ruido terminó en un estruendo contra el piso. El chico permaneció inerte nuevamente sobre su cama, con el sueño aun impidiéndole sentir su pesado cuerpo adolorido. —Hijo, hora de despertar— La Sra. Kim ingresó y miró en desaprobación, pero con sonrisa, el despertador dañado al costado de la cama y sobre el piso. —Otra vez... esta es la última vez que le compró un despertador— en quejidos tomó el aparato en manos lanzó sobre la espalda de su único hijo —Jovencito, comenzaras a trabajar si sigues haciéndome desperdiciar mi dinero en cosas que luego vas a estropear— —Uhm.. um— Namjoon dejó escuchar balbuceos, claramente se encontraba muerto en vida. Y por mucho que intentara abrir los párpados, no lo logró. Se sentía tan pesado y adolorido, poco a poco sintiendo como el sueño se difuminaba, pero aún permanecía ahí. —Rápido niño, te daré un aventón a la escuela— Este fue su padre, quien había dicho mientras intentaba no rasgar su corbata con sus torpes dedos bruscos. —Suficiente— La mujer dijo y caminó hacia su esposo, y ella rodó los ojos mientras se ocupaba de lo que parecía ser la tarea más difícil del mundo, al menos para su marido lo era. —Al menos tú si trabajas— El dueño de casa miró confuso, sin comprender la referencia, por lo tanto pidió explicación pero su esposa solo se rió en su cara y caminó lejos mientras "murmuraba": —Estropea todo lo que quieras mientras salga de tu bolsillo— ella se detuvo en medio del pasillo cerca de la escalera, —¡Kim Namjoon, despierta ahora mismo o- El timbre se escucho. —¡Tu amigo llegó!— informó sin la necesidad de ir y ver de quien se trataba, pues Jinnie era el unico que podia ser a esta hora de la mañana. Un par de ojos se abrieron con lucidez, como si hubiera recibido un balde de agua fría, ¡congelada!. Pero eso sí, su pesado y doliente cuerpo apenas se removió. Al menos ya estaba despierto. Un par de gruñidos y en movimientos de larva empezó a enderezar su cuerpo. Se desplomó. —Ah...— suspiró cansado. El ejercicio realizado ayer claramente le estaba pasando factura. Pero aquello no significaba el que no se sintiese bien. —Si no te apresuras llegaremos tarde— Seokjin, por supuesto que era él, porque vamos, Min Yoongi yendo a su casa a esas horas.. no, si no había ocurrido hasta ahora, entonces no iba a ocurrir ni ahora ni nunca, menos ahora que se encontraba en una ridícula amorosa relación con el chico Park. Namjoon giró su cabeza aun recostado sobre su estómago, y lo vio —Si, buenos días a ti también. ¿Qué haces en mi casa?—. Su humor por las mañanas era igual a la de su pálido mejor amigo, nula, pero ahora se podría perfectamente decir que algo había. Al menos la sonrisa débil y ladina lo hacía saber. Jin pensó antes de hablar, queriendo no delatarse con rapidez, —Mi papá insistió que pasemos.. por tu casa, y por supuesto me negué— su índice dio un pequeño toque al tabique se su nariz. Namjoon no se perdió el toque, había visto hacerlo un par de veces, ¿qué significaba?. Siguió escuchando. —Pero no me escuchó, y en fin- Se encogió de hombros —Solo vístete y apresúrate, nos está esperando en el auto— informó, firme. Y ahora todo estaba siendo extraño, como el entrecerrar de ojos que Namjoon le dedicó a Seokjin, o como grato momento que Namjoon paso en conversación con su entrenador mientras se dirigían a la escuela, oh, no hay que pasar de largo las muecas gustosas que dejó ver el pelinegro por el desayuno que no tan gentilmente Jin había ofrecido. Pero lo más extraño vino luego, cuando todo mundo en la escuela se encontró en clases, cuando la estricta maestra anunció una tarea grupal, de a dos, pues no hubo quejas. No-hubo-quejas-de-nadie, ni siquiera de Kim Namjoon. —¿Ocurre algo estudiante, Joon?— ella pareció pensarlo —¿Le ocurre algo?— Jungkook observó a su amigo, Hani de igual forma... y luego todos estaba brindándole una mirada sorprendida a Namjoon. Excepto la única pareja en el salón que se ocupaba de perder su tiempo en una "discusión" del porqué los gatos eran mejor mascota que los perros y viceversa. Y otro que no miró sorprendido fue Seokjin, pues él mágicamente había recordado su mantra olvidado y entonces cayó en una discusión mental consigo mismo, ya que el no pensar en Kim Namjoon seria realmente difícil al estar ellos un poco más unidos, las clases particulares y los entrenamientos, duh. Luego de un corto momento, Namjoon dijo:—¿No? ¿qué debería de ocurrir-me?— se vio realmente confuso. No estaba comprendiendo y estaba empezando a molestarse por las miradas tontas que recibía. La extricta maestra acomodo sus lentes y ¿eso fue una sonrisa? No se vio muy bien pero había humor en ella. Cerrando su libro, dijo:—Bien, veo que pudieron arreglar sus diferencias—. Namjoon seguía sin comprender. —Quiero que el informe sea de siete hojas y recuerden que solo tienen una semana, si no lo entregan a tiempo entonces, por obviedad, la nota no será nada linda. Eso es todo— Dicho eso, ella se despidió y dejó a sus alumnos. Oh... ahora Namjoon comprendió del porqué de esas palabras y miradas tontas, pero bien, los mando al diablo. Solo fue un momento de distracción, y en fin, no se podía evitar de todas formas, entonces no había necesidad de decir algun comentario en negación. Innecesario, concluyó. Dejando su bandeja sobre la mesa, Jungkook dijo en sonrisa:—Ustedes realmente ya están en buenos términos, ¿cierto?— preguntó haciendo uso de las mismas palabras de su maestra. Claro no obtuvo respuesta, pero él dijo —Lo sabia, solo era cuestión de tiempo— Yoongi echó mirada casi aburrida a su amigo, y no quiso tener pensamientos tontos y todos eso, pero no pudo evitar pensar lo que ahora se podía ver con claridad, vamos, el mejor amigo de su novio ahora ocupaba un lugar cerca de Namjoon, claramente su cerebro se pondría en marcha sacando conclusiones un tanto bobas viniendo de él. Así que habló, —¿Algo para decir?— Namjoon suspiró, y para su suerte, no mucha, la presencia no deseada de Minho se hizo presente —Uh... Seokjin, ¿podemos hablar?— Jin elevó la mirada de su plato de comida, una mirada seria y rencorosa se vio a al vista, —No podemos, y dejare otro golpe en tu cara si no te vas ahora mismo— Amenazante, nada nuevo, pero ahora parecía hablar realmente en serio. En tonos bajos, casi para sí mismo:—Claro, será luego— rascándose la nuca Minho dejó de estar a la vista de todo en la mesa. Uh... demasiado aterrador para enfrentarlo ahora, tal vez luego, pensó Choi. Namjoon no quiso, pero de todas formas su risa le ganó, no fue poderosa, pero si se logró escuchar. —Wou.. ¿qué fue eso?— Yugyeom se acercó dejándose caer en el asiento vacío que Jungkook se había encargado de arrastrar de otra mesa. Obtuvo en respuesta el encogimiento de hombros de la mayoría que rodeaba la mesa. —Jin-hyung...- Jimin había nombrado débilmente, la preocupación rozó el tono de su voz. El nombrado negó en sonrisa cálida y en expresión tranquila, llevando lejos toda preocupación —No paso nada grabe, solo... digamos que no fue muy agradable pasar el tiempo con él— Se encogió de hombros —Él come con la boca abierta- frunció su nariz y rió un poco, para la diversión de Jiminie, —Y eructa cada dos minutos, desagradable—. A su lado, Namjoon apuntaba aquello mentalmente, inmaduro. Seokjin y Jimin compartieron risitas, el resto tampoco pareció pensarlo demasiado puesto que también echó una que otra risa para luego volver a lo suyo. Hani continuó con su ruda discusión con Chanyeol, al parecer ella estaba dándole ¿consejos amorosos?. Por lo tanto Jungkook y Yugyeom se involucraron con sonrisas y palabras burlonas. Entonces, Chanyeol simplemente rodó los ojos y bufó mientras ahora solo se dedicaba a hacer oídos sordos, o al menos trato, no funcionó. Rió por lo bajo. ... No a muchas mesas, Minho le regalaba una muy amargada mirada, tanto al grupo que parecía divertirse y a su mismo grupo de amigos. No pasó mucho y las preguntas del porqué de su muy decaído humor se hicieron. —¿Quién te puso de mal humor?—Jongin, su hermano, preguntó. Minho negó sin humor —No lo estoy— —Si, claro. Tu inexistente sonrisa brillante me dice que no mientes en lo absoluto— Jongin solía ser una persona que hacía uso del sarcasmo debes en cuando, mucho par la molestia de Choi. Hoseok alzó su mirada, y sonrió —Es por Seokjin, después de todo fue él el que le dejó ese golpe— Minho hizo una mueca del lado del golpe, el cual ahora no se veía mucho, pero ahí estaba aun. —¿No dije que me cai de la motocicleta?— soltó con enfado. Todos pusieron ojos en blanco. —Si, muy creíble— Jongin volvió con un comentario sarcástico ya restándole importancia y atención a su hermano, porque claramente no hablaría por más insistentes y molestos que se pusieran. Por lo tanto su mirada recayó en el chico a su izquierda, —Come despacio, o terminaras ahogandote como la última vez— Advirtió a Hoseok. —Entonces me ayudaras, como la última vez— Y metió otro gran bocado a su boca, degustando con alegría. Digamos que era un gran fan de la comida tailandesa, y hoy, estaba especialmente deliciosa... opinión que todos las días tenía. Simplemente era un glotón. Jongin sonrió en negación, el chico era imposible. Alzó su brazo dejándolo descansar sobre los hombros de Jung —Seré, otra vez, ayudante de mi madre en su trabajo. ¿Quieres- —Te acompañare— aceptó con rapidez Hoseok —Solo deja de preguntármelo, dímelo y ya, siempre aceptaré a ayudarte, amo totalmente hacer los ramos— Jongin lo sabía, pero no solo quería arrastrar a Hoseok al trabajo de su madre, después de todo no siempre estaría predispuesto a brindar su ayuda, ya sea por otra ocupación o alguna otra cosa. —Eres realmente bueno con los ramos, ah- un suspiró —Mamá debería de despedir al que se ocupa de los ramilletes y contratarte a ti— dijo con total sinceridad. Hoseok recibió el halago con gusto, y negó —Me gustaría mucho, pero se te olvida el no tan pequeño detalle de que vamos a la escuela. No siempre podré estar en la florería, y ella perfectamente es consciente de ello, por esa razón no le ofreció algun puesto al novio— hubo una exageración en la palabra final —de su hijo— Jongin siseó pensativo —Es una lastima— Hoseok sonrió otro poquito más y dejó reposar su cabeza sobre el hombro del rubio a su lado —Gracias por pensar que hago los mejores arreglos florales— Un bufido —¿Los mejores?, yo solo dije que eras bueno— claro estaba molestándole, y por ello se ganó un leve empujón junto a unas risitas. —Ugh, ustedes me dan asco— La no tan pelirroja comentó en exagerada expresión de asco al volver su mirada a sus amigos, ya no brindándole su atención a la mesa "enemiga" —No los veo por mucho tiempo y ocurre esto— Sonrió divertida —Apestan a amor, me lo esperaba— dio un bocado a su postre. Hoseok frunció su nariz y le dedicó un gesto, le mostró su lengua —Y tú apestas a envidia, Lis-tonta—. Se trataba de burla entre amigos, después de todo no sería una verdadera amistad si los insultos y/o comentarios burlones no se hicieran escuchar. —¿Cómo estuvo Nueva York?— Hoseok preguntó una vez las risas disminuyeron. —Blah— sacó su lengua en disgusto, si, ella solía gesticular casi todo el tiempo, por ello es que era bastante obvia y solía ser descubierta con rapidez. Fingir claramente no era lo suyo. —Nada de otro mundo, aburrido de hecho— —¿En serio?, ¿entonces por qué tu i********: esta lleno de fotografías y comentarios extravagantes? Parecías que realmente te estabas divirtiendo, yendo de un lado hacia el otro— Minho fue el de la pregunta y el comentario, aún seguía sin humor y su postura lo dejaba en claro. Lisa, la "pelirroja" recien llegada de Nueva York respondió aburrida —Duh, eran solo para las r************* . En el fondo estaba realmente aburrida— Se encogió de hombros. Era dudoso. —Aburrida...—Jongin dijo —Correcto, vamos a creer eso cuando sea verdad, ¿bien?, por ahora haremos como si te hubiéramos creído—  El timbre se escuchó, y la última clase fue lo siguiente que se dio para que nuevamente el timbre de fin de horario se escuchará. Un motor rugió, alguien tembló y otro saltó de alegría. El motor de la motocicleta de Yoongi rugió, Seokjin templó por ello y Jimin casi había chillado contento yendo al lado de su novio para luego subir a lo que al parecer era el vehículo más peligroso del mundo según Jin. "Que valiente..."- fue el pensamiento que Seokjin le había dedicado a su mejor amigo. —¡Buh!— Namjoon se escuchó cerca con el intento de asustar, o de solo molestar al castaño. Por supuesto Seokjin rodó sus ojos y su corazón se calmó. —Que tonto— Namjoon exclamó y se alejó. —Y tú infantil— lo siguió. —Oigan— Hani llamó discretamente al par de bobos que tenía de mejores amigos —Ahora se van juntos a esperar el bus, sabía que nacería una buena amistad— cantó victoria —Gané la apuesta, quiero mi dinero— su mano se abrió y cerró. Tanto Jungkook como Yugyeom fruncieron el ceño, Jeon fue el primero en hablar:—Yo también aposté por una pronta amistad—. Y Gyeom siguió asintiendo:—Yo igual— Los tres, unos bobos los tres. Seokjin echó otra mirada nada sutil al pelinegro. Namjoon frunció el ceño con humor —¿Qué?— —Estás siendo poco serio con eso, y tonto. Y también idiota— —¿Algo más?— Namjoon rió —No soy poco serio, ni tonto, ni idiota. Tu lo estas siendo totalmente. Solo sugerí que el informe debería de ser sobre algun famoso idiota, solo tendríamos que usar Wikipedia— muy fácil y menos tedioso, un punto a su favor, pero.. —Esa es la parte tonta e idiota y poca seria. No haremos eso, usaremos libros y el informe será acerca de algun suceso histórico del pasado— Jin finalizó firme. Si, ahora ellos mantenían "discusión" sobre de qué iba a ir el tedioso informe que se le fue dado hoy. Rodando lo ojos Namjoon solo acepto silenciosamente, bien, si el chico tonto quería hacer eso entonces bien por él, por lo tanto dijo:—No pisaré una biblioteca, tu idea, tu trabajo— se encogió de hombros, dejándose caer sobre el asiento duro del autobús. Seokjin se ubicó a su lado. —No, tu iras conmigo, o...- pensó —O se lo diré a tu mamá— amenazó con ingenio, claro rápidamente recibió la fría mirada, —No pasara lo mismo que la primera vez, no haré todo el trabajo— Se cruzó de brazos y se negó a mirarlo, dando su vista hacia el exterior por la ventana a su lado. Por la mente de Namjoon se paseó ese momento que le había logrado "molestar", ¿culpa mejor dicho?, él cuando tuvieron que realizar ese primer trabajo grupal y había sido un... digamos que había actuado realmente mal. Resoplando con frustración dijo en tonos bajos —Como sea— Seokjin sonrió internamente, pero su postura no se inmuto. Serio y molesto. Además de que no dijo nada. —Hey, dije que me daba igual— Namjoon intentó llamar su atención, había aceptado ya, ¿por qué el chico seguía con actitud hostil e innecesaria?. —¿Y yo era él infantil?— —Aun lo eres— Seokjin dijo, pero sin mirarlo y de brazos cruzados. Nuevamente ahí estaban, los burbujeos divertidos en su interior. La sonrisa atrapó los labios de Namjoon y su brazo se levantó, su dedo medio se trabó con el pulgar. Dio un golpe infaltil a la nuca a su vista. —¿Qu- Se giró al fin. Su mirada fue entrecerrada, amenazadora. Comenzó una guerra. La cual pronto se vio siento interrumpida ante un carraspeo en la parte delantera, el chofer llamó su atención ya que no estaban siendo tan silenciosos. —Niños— se le escuchó murmurar a una mujer mayor, casi anciana —Son adorables— Puff. Seokjin se aguantó su risa y al parecer Namjoon hizo lo mismo. Y qué ridículo, ninguno, ni quiera en silencio, pudo negar lo escuchado. Ellos estaban siendo totalmente unos niños.
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