9: "De a dos"

3674 Words
Namjoon solía aburrirse con bastante rapidez, a menos que encontrase con algo o a alguien que llevase lejos todo ese aburrimiento, pero lamentablemente ahora no estaba ocurriendo, o al menos eso era lo que claramente se reflejaba. El total aburrimiento era real, pues el libro que sostenía en manos lograba aquello, y así también la silenciosa situación. Él en una biblioteca compartiendo una pila de libros aburridos que no quería, por el amor de dios, realmente no quería leer. Pero entonces elevó su vista del primer párrafo que no lograba terminar, y ahí estaba Kim Seokjin, tan concentrado como todo un aficionado por la lectura histórica. Diablos, ¿qué le veía de interesante a esos libros e historias pasadas?, vamos, antigüedad, ya era cosa del pasado. En resoplido Namjoon volvió su vista al párrafo, y empezó, por fin con la lectura. Él había estado sosteniendo aquel libro por media hora y aún no había avances, era ahora. "Dinastía Shang"- Leyó en mente, entonces se preguntó el porque no estaban leyendo hechos históricos de su país, pues el libro que sostenía en manos, se percató, de que hablaba sobre la historia de China. Y estaba sucediendo de nuevo, su aburrimiento le hizo nuevamente llevar a sus pensamientos en cosas irrelevantes, por lo tanto, si se estaba estancado otra vez en ese único párrafo, que al parecer en realidad siquiera echó un vistazo, se trataba únicamente del título. Otro bufido... luego otro, trono los huesos de su cuello, y luego dio otro bufido. Seokjin levantó sin humor la mirada de entre el libro abierto frente suyo —Deja de hacer eso, es molesto y me distraes— Aún existían cosas que le hacían perder la paciencia. Namjoon dejó caer el libro, no, él no podía seguir estando en la misma situación por mucho más tiempo —Esto es demasiado para mi, me largo— Y tal vez había exagerado con sus palabras, pero estaba siendo sincero. Se puso de pie al tomar su mochila, la ubicó en su espalda y caminó hacía la salida con expresión de perro amargado. Jin aún sostenía el libro en manos cuando proceso el actuar de Namjoon, pero antes de reaccionar llevo su atención a la hora en el reloj en una de las paredes de la biblioteca y, ¿el idiota estaba siendo serio, serio? Ellos habían estado el la biblioteca solo por media hora, no una hora o dos, ¡solo por media hora!. Se puso de pie, tomó unos cuantos libros sin echarles un vistazo y con rapidez hizo el papeleo para poder llevarse a casa esos libros. —Eres un idiota— Dedicó Jin al dar con el aburrido chico que esperaba por el bus. —Solo estuvimos por media hora, y estoy bastante seguro de que no leíste siquiera una oración— Namjoon se encogió de hombros —Estás en lo correcto— Mirada seria —Esto, definitivamente fue lo más aburrido que hice en lo que llevo de vida— confesó, pero no, él se había encontrado en momentos y situaciones mucho más aburridas que ese par de minutos en la biblioteca. —Exagerado— Jin puso las ojos en blanco y dejó escuchar unas risitas, ¿realmente este era el verdadero Kim Namjoon?. ¿Un chico que hacía cualquier cosa para fastidiarlo, como comer ruidosamente y con la boca abierta, o cómo hacer gestos bobos y ridículos o, esto, ser totalmente infantil? Uh, al parecer si. Pero más allá de sentirse o verse decepcionado por la imagen distinta a la que tenía, se vio sonriendo y se sintió tan malditamente cómodo que... ¿volvió a enamorarse?. Negando Seokjin lo confirmó, aquello no debía de ser una auto-pregunta, era un hecho, volvió a sentir, aún más, las burbujas explosivas en su interior, una bandada de pájaros revoloteando. ¿A dónde habían ido la mariposas?. El sentimiento era una más fuerte y sentido. Entonces lo maldijo, fuerte y claro:—Maldito idiota— Namjoon fue el que ahora puso los ojos en blanco, —Ahora estás siendo tú el exagerado, tienes los libros después de todo, tuviste que haber hecho eso desde el comienzo, y no solo forzarme a quedar en ese lúgubre lugar— Si, él tenía razón, el chico pudo haber pedido los libros prestados y llevarlos a su casa, todo hubiera sido mucho más cómodo y menos silencioso. —Ajá...— Balbuceó Jin abrazándose aún más a los cinco libros que había tomado con rapidez, le echó una mirada y -"¿Win-nie the Po-oh?"- leyó no muy fluidamente y se vio en la portada del libro. Genial, totalmente su culpa al tomar libros al azar de las estanterías. Al menos esperaba de que se tratase de un solo libro equivocado. Quiso echar un vistazo, pero el autobús ya estaba frente a ellos y luego él y Namjoon cayeron en una "discusión" del porque el asiento al lado de la ventana era el mejor y del porqué no. Seokjin estaba a favor del asiento con la ventana al lado, y Namjoon no lo estaba. En fin, para cuando Seokjin, por razón obvia, ingresó a la habitación de Namjoon dejó caerse sobre la cama tanto a él como a los libros, dándose cuenta que su torpeza tal vez estaba a niveles mucho más alto de lo imaginado. Sus risas llegaron a oídos contrarios. —¿Qué es tan gracioso?— Namjoon se vio obligado a preguntar, vamos, el chico de la nada se parecía haber perdido un tornillo y estaba siendo un lunático ruidoso por sus risas escandalosas. —Te gustaría hacer el informe sobre Winnie the Pooh, o la caperucita roja, o Peter Pan—. Riendo aún mostró los dos libros que restaban —También podría ser de Moby d**k, ¿o de un libro para colorear de Pororo? N-no estoy seguro— su risa no se detuvo nunca, y era malditamente contagiosa. Namjoon estaba incrédulo, y tal vez aquello junto con la risa contagiosa le hizo reír también. Comentando en diversion:—Podríamos pedirle ayuda al hermano menor de Yoongi, él debe de tener información sobre Pororo— Nunca faltaban sus burlas o referencias por lo infantil del niño amante del rock. Muchas más risas. Genial. Que tonto y torpe había sido. La puerta se abrió, una sonrisa adornaba los labios de la Sra. Kim —Veo que se están divirtiendo— comentó mientras ingresaba a la habitación y dejaba una bandeja con comida sobre el escritorio. Ella rápidamente se encontró encantada con la nueva actitud de su hijo, al parecer ya eran muy buenos amigos. Seokjin limpió algunas lágrimas y asintió en sonrisa, juntando los libros y acomodándolos uno al lado de otro sobre el colchón —Creemos que Pororo haría buen informe— comentó con gracia. La mujer ladeó la cabeza un poco —Oh, vaya— exclamó —Qué nombre curioso, los dejaré seguir con su informe entonces— Concluyó que ambos jóvenes habían estado riendo por el cómico nombre de algun guerrero o personaje histórico. Y antes de dejar la habitación de su hijo, ella despeinó los cabellos de este, sintiéndose contenta del cómo su hijo estaba siendo mucho más responsable con la escuela últimamente. —Gracias, Jinnie— dijo ante de cerrar la puerta. Y por alguna razón Namjoon se negó a preguntar el que había sido eso, solo ignoró y llevó su mirada al chico sobre su cama. El castaño tonto mantenía esa sonrisa ridículamente contagiosa y natural. Carraspeó:—¿Entonces qué haremos? —¿Con qué?— Jin preguntó en genuina distracción, aun sin perderse nada de la persona ante sus ojos. Removió su cabeza y prestó mucha más atención, pero volvió a repetir:—¿Con qué?— —¿Con lo que estuvimos perdiendo el tiempo desde que dejamos la escuela?— Oh.. claro, el bendito informe de a dos —Ah— exclamó llevando su mirada a los cabellos recientemente despeinados de Namjoon. Frunció sus labios. El idiota aun así lucía bien, de hecho, le hacía lucir más ¿rudo?. Soltó risa ante el pensamiento. Ese fue el momento junto donde Kim Namjoon pudo confirmar que el rarito de Kim Seokjin, era eso, un rarito, pero hey, no había burla en ello por lo tanto no había que mal interpretar. Fue un tanto afectuoso, un pensamiento que cualquier amigo podría dedicar. ¿Amigos?, ahora fue él el que se echó a reír por corto tiempo, ¿ya lo consideraba un amigo?. Seokjin dedicó un:—Loco— afectuosamente, claro. En definitiva, ellos no estaban lejos de ser diferentes. ... Pasando unas cuantas horas, y Seokjin se había visto atrapado/"obligado" a pasar la mayor parte en casa ajena por la invitación de los dueños de casa. No, esperen, ¿la mayor parte de tiempo?, él aún seguía ahí, ayudando con la cena y obligando a Namjoon a ser su ayudante, o algo parecido. Pero en opinión de Namjoon, él no había sido ridículamente obligado por el chico Kim Seokjin, él había sido ridículamente obligado por su madre, lo cual de alguna forma lograba que se sintiese menos pesado. Pero en el fondo estaba siendo consciente de la realidad. —Ahora corta algunas las batatas de esa bolsa— Seokjin dijo una vez que Namjoon se vio liberado de cortar en tiras unos cuantos rábanos. Y para cuando Namjoon quiso dejarse caer sobre algun asiento, otra orden llegó a sus atentos oídos, y él volvió a estar al lado del chico sonrisa, vamos, el sobrenombre no estaba siendo equivoco o burlón, era la verdad. Kim Seokjin no borraba su sonrisa. Dos pares de ojos observaron la relación amistosa de los jóvenes que se encontraban dándoles la espalda, totalmente ocupados en lo que hacían mientras mantenían una estable y amigable conversación -o bueno, al menos así lo interpretaron los mayores-. —Jinnie es la persona que nuestro Namjoon necesitaba, ¿es extraño el que me sienta feliz por ello?— La Sra. Kim fingió sollozo, su esposo puso los ojos en blanco cómicamente por la obvia exageración. —Claro que no cariño— y puede que él también se sintiese así de feliz por el hecho de que su hijo estuviera teniendo una actitud mucho más responsable. Todo estaba yendo bien, la atmósfera estaba siendo agradable y todo eso, pero Namjoon por alguna razón sintió el repentino decaer al escuchar de su madre:—¡Namjoon, hijo, ve a abrir la puerta, deben ser nuestro invitados!—. ¿Qué?, ¿invitados?. La puerta se abrió, y ahí estaba el blanquecino rostro de su mejor amigo, claro este estaba siendo acompañado por sus padres y por obviedad también de su novio. Parecían no querer despegarse -un pensamiento que frecuentemente golpeaba a Namjoon-. Y el niño a la vez también estaba siendo acompañado por sus padres. Pero ahí no terminaban los invitados, pues dio con los padres de Seokjin. Genial. Los Kim, Park y los Min eran los invitados. Debió de sospechar algo por la abundante comida. —Pasen— Namjoon se hizo a un lado, siendo el repentino mal humor el que lo nubló. —Jovencito, así recibes a tus tíos favoritos— Exclamó su tío supuestamente favorito... lamentablemente no podía negarlo. —Olvidate de tu regalo de cumpleaños— Mayores, siempre haciendo uso de aquella letal y efectiva amenaza. —Lo siento tío, bienvenidos, tomen asiento— Eh, había estado mejor si hubiera mostrado sonrisa, pero algo es algo. El padre de Min rió. —¡Jinnie!— La madre de Jimin atrapó a su "sobrino", para luego soltar sus quejas en broma del porque ya se aparecía por la casa. Namjoon suspiró, hoy iba a ser una larga cena. Pero al menos se alivió un poco por una ausencia, el hermano menor de Yoongi no se veía por ninguna parte. El niño últimamente estaba siendo un tanto insolente y miraba a todos como si quisiera cometer homicidio. Yoongi negó —No nos libraremos de él, lo tendremos aquí en diez minutos— anunció sin importancia, digamos que la convivencia había logrado el acostumbramiento. Además, como buen hermano mayor que él era, solía hacer oídos sordos, ignorando de vez en cuando a su ruidoso hermano. Otro suspiro, ¿así que había luchado en la cocina para esto?. Al menos no llegó a cortarse. Y de hecho, él fue muy buen ayudante, para su sorpresa. Volviendo al ahora quiso terminar de cerrar la puerta de entrada, pero su acción se vio interrumpida al poder dar con el vehículo que se frenaba frente a su casa, entrecerró sus ojos ya que los faroles no estaban siendo de gran ayuda, y cuando pudo visualizar mejor vio de quien se trataba, de quienes se trataba. ¿El hermano menor de Yoongi y el ex de su novio?, ¿aún seguían con su extraña cercanía?. ¿Qué se traían entre manos esos dos?. Sin llegar a escuchar y solo con ayuda de su visión, Namjoon entendió que esos dos estaba en medio de una discusión nada grabe, miradas sin humor y gestos groseros, así como mostrar el dedo del medio en un claro -f**k you-. Luego ambos chicos se acercaron. —Aun no entiendo porque debo de cenar en una casa que no conozco y con familias que tampoco no conozco del todo— Chanyeol al menos conocía a la la familia Park. —Me largo— se giró, claro fue atrapado. —No, no te iras, lo dos entramos por esa puerta y punto final— Baek sentenció y vaya gracia, Chanyeol no se lo tomó bien. Nada nuevo. La mirada de Namjoon capturó el momento, vio a Chanyeol volviéndose a girar con una maldición dedicada al menor con el fin de irse, y luego observó a Baek actuar rápido, este dio un brinco hacia la espalda del chico alto, deteniéndolo para luego responderle la maldición con otra. El actuar contrario dejó a Kim Namjoon sin saber lo que ocurría, pero de todas formas no quería saberlo y tampoco estaba loco por hacerlo, así que una simple acción rápida bastó para que el panorama se dejase de ver. Cerró la puerta y caminó hacia el comedor, donde todo mundo ya se encontraba en sus asientos. Observó, había un asiento vacío al lado del niño de Yoongi y dos asientos vacíos al lado de Seokjin. Bien, caminó hacia el chico sonrisa. La puerta de entrada se abrió y Baek fue rápido en su intromisión, arrastrando a Chanyeol por el living hasta dar con la mesa del comedor, pasando totalmente de Namjoon y tomando los dos asientos vacíos. —¡Diablos!— Maldijo cansado el rockero. —¡Baek!— Claro su madre lo regañó. La sonrisa en Seokjin desapareció, al lado de él se encontraba Chanyeol y no la persona que esperaba y quería que ocupase el lugar junto a él. —Ve a otro asiento— dijo por lo bajo con dientes apretados. Chanyeol alzó una ceja, estaba enfadado y era mejor que nadie le siguiera fastidiando. —Largo de esa silla— Jin fue mucho más serio. Chanyeol solo pensó que no quería seguir aumentando su ira, después de todo no quería hacer una escena ridícula delante de las cuatro familias. Así que solo se puso de pie y tomó el asiento vacío al lado de Jimin, al menos su humor mejoró con ello. —¡Ja!— Baek exclamó nuevamente. Y Namjoon agradeció ser hijo unico, o mejor dicho, agradeció no ser hermano de esa pequeña criatura diabólica que era Min Baekhyun. —¿Sabías de esto?— Namjoon preguntó al chico Kim que se encontraba de su lado izquierdo. Jin asintió mientras estiraba su brazo y sus palillos alcanzaban algo de Kimchi de rábano, —Lo sabía, ¿tú no?— se giró a verlo —No, claramente no— rió —Era un poco obvio, solo mira la cantidad de comida, tuviste que haber sospechado algo, tonto— su sonrisa aun adornaba su rostro. —¡Ah, tofu!— Jimin interrumpió por unos segundos con su exclamación hambrienta. Namjoon volvió a dar con Seokjin, e ignoro el débil insulto, —Como sea— Llevó su mirada a todos en la mesa y dio un vistazo panorámico. Una ridícula gran, gran familia. Aquello le llevó a pensar que los días festivos serían un total caos de ahora en adelante. Sonrió un poco, ya rindiéndose y sumándose con buen humor. Y Namjoon había estado en lo correcto cuando hizo uso de la palabra caos, la mesa estaba siendo un total caos ahora, y no necesariamente de mala manera, todo lo contrario. Comentarios en voz alta para llamar la atención, conversación entre mezclada, varios temas a la vez, humores cambiantes: Baekhyun; Risas a lo loco y contagiosas: Seokjin; Celos innecesarios: Yoongi, y celos no percibidos... ¡Uff!, la cena estaba yendo perfectamente bien, agotadora, pero bien. —Como es un novato aun, el no puede competir, en cambio mi hijo si— El hombre entrenado comentó. Seokjin llevó su atención a su padre, ¿qué? ¿competir, en qué?. —Nada que no se vea, pero algo nuevo para él— Seokjin no dijo nada, solo se encogió de hombro internamente y siguió degustando su bebida de limón y menta, al parecer competiría en algo, o bien, teniendo una idea supuso que se trataría de boxeo, una competencia sobre el ring. No sonaba mal. —Suena peligroso, será mejor que no asistas Jiminie— Chanyeol, oh Park Chanyeol.. él debería de solo mantener su cariñosa persona un tanto alejada de Park Jimin, pues... —Cierra la boca, Idiota— Baek gruñó al recargarse con brutal movimiento sobre la mesa. Algo en el broto, y gruñó en alto:—Se supone que eres mi novio, y él es tu ex, ¡y es ahora el novio de mi hermano!— Ira y algo más acompañaron sus palabras. Silencio. Un breve silencio. —¿Qué?— El Sr. Min, su padre, fue el que exclamó. Namjoon frunció sus labios para no soltar su estruendosa risa; Yoongi está igual o peor. Jimin, el pobre niño mantuvo su boca entreabierta y sus ojos de igual forma. El resto mantuvo silencio y expresión sorprendida, oh bueno, más curiosos que sorprendidos por no conocer del todo a los jóvenes. Seokjin le dio otro sorbo a su bebida mientras observaba y escuchaba atento, totalmente entretenido como si estuviera en el cine viendo una película del género comedia romántica. Su mirada iba de un lado a otro, vista en el hermano menor de Yoongi y luego en Chanyeol. Él totalmente sospechó del romance de esos dos.. romance, tal vez era demasiado pronto para usar esa palabra, pero la sospecha de que algo amoroso tenían estaba. —No lo puedo creer— nuevamente el Sr. Min habló, al parecer el resto no sabia que decir, —¿Saben los problemas que ambos tendrán en el futuro?—. Su esposa miró a ceño fruncido, diciéndole:—¿De qué hablas?, ¿qué problemas?—. El hombre resopló —Los trámites, los miles de papeleos que tendrán que hacer para poder adoptar. ¿Tengo que repetirlo?, quiero nietos— volvió, recordó y aclaró su ilusión. Yoongi rió, vamos, era demasiado para poder soportar. Namjoon fue un poco más discreto. —Hijo— el hombre volvió a hablar, mirando Yoongi ahora —Estoy hablando también de ti— Yoongi terminó ahogándose en medio de sus risas. Y ahora las risas provenían de los otros mayores, fueron risas bajas. —¿Saben que?— La madre de Jimin habló —No entiendo nada— dejó sus palillos junto a su plato —Pero, me parece bien que hayas podido olvidar a mi hijo, Channie— comentó contenta. —Al parecer no del todo...— Baek gruñó por lo bajo, siendo únicamente Namjoon el que lo escuchó. Chanyeol llevó su mirada en pánico interno a Jimin, negando, o queriendo hacerlo —No, no es lo que parece. Si, hay algo, pero nada serio— Y no es que siguiese yendo tras su ex, solo se trato de no ser mentiroso para con la persona que tenía un gran aprecio. Yoongi estaba dejando de lado su buen humor, la molestia ante las palabras lograron aquello —Ese ya no es su asunto, a él ni siquiera le importa, imbécil— —¡Min Yoongi!— una voz femenina. Su madre. Fue ignorada. Yoongi volvió a gruñir y.. —No puedes estar seguro de eso— Contraatacó Yeol, también recargando su cuerpo sobre la mesa. Ellos eran amigos ahora, por supuesto que existía el interés amistoso entre ellos. Fue así como lo pensó Chanyeol, además de que encontraba terriblemente gracioso y satisfactorio molestar a Min Yoongi. Pero por ello se estaban olvidando de ciertos detalles, de ciertos acuerdos. Jimin se encogió en su lugar echándose hacia atrás. Pobre, había quedado en medio de esos dos, pero más allá de sentirse intimidado y con miedo, había una sonrisa en su rostro, totalmente concentrado en su novio, en sus palabras. —Estoy seguro de eso, lo se todo de él— Una declaración potente, llena de orgullo y nada de vergüenza. Él estaba enamorado de Park Jimin, ¿entendido?. Namjoon sintió que la persona a su lado se movía, efectivamente, lo confirmó al dirigirle mirada. Baekhyun era un tren a vapor. Entonces Namjoon confirmó otra cosa, si, los días festivos iban a ser caóticos, pero terriblemente entretenidos. El niño de rebelde apariencia caminó hacia su supuesto novio, quiso lanzarse y romperle un par de dientes, pero recordó que cuando anteriormente lo había intentado -y había sido perseverante al intentar- él no había logrado nada, pues el imbécil/Chanyeol sabía el cómo sostenerlo para que ninguno de sus golpes fueran certeros. Además él apestaba en deporte y todo eso. Así que solo retrocedió, y dijo:—Me iré a casa, tomaré un taxi— Rudo. Sin humor. Rabioso. Y se fue, así sin más. Chanyeol, el imbécil, lo siguió. ¿Y el brillo en su mirada había sido del reflejo de su percato?... El portazo de la puerta de entrada se escuchó. Un aplauso se escuchó luego de unos segundos, —Iré por el postre— La madre de Namjoon dijo en sonrisa, pero qué niños más graciosos y llenos de vida, pensó ella. Y por más descabellado que pareciese, el humor no se perdió, totalmente ellos habían encontrado el momento divertido y agradable. Por un momento no fue así para Yoongi, pero lo olvidó al sentir el beso de su novio sobre su mejilla. Si, el niño lo tenía todo bobo y estúpido. Los postres fueron servidos, se trató de helado de matcha acompañado de frutos rojos, el postre preferido de los Kim, de las dos familias Kim. Todo volvió a ser menos caótico, hasta que un comentario se encargó de "estropear" el momento... La madre de Seokjin hizo el comentario:—Entonces hijo, ¿ustedes ya son novios?— ella miró, los miró a los dos, a su hijo y al chico a su lado, a Namjoon. Y si lo que dejaron ver esos dos no hubiera sido gracioso, entonces totalmente le hubieran dedicado a Seokjin y a Namjoon una expresión con algo de asco, pues fueron simultáneos al dejar ver el verde del helado salir por sus bocas ante el ahogo. Totalmente escupiendo liquido verde, haciendo ver el helado de matcha como vómito alienígena. —Creo que eso es un no— El Sr. Park comentó en sonrisa tentada, una pronta risa se escucharía. —O un -fuimos descubiertos-— entonces su risa tentada se escuchó. Los dos, Seokjin y Namjoon tratando de limpiarse el frío líquido verdoso en de sus labios y mentón, entrelazaron miradas . La desagradable imagen contraria causó un resoplido con humor en Namjoon, y en Seokjin una sonrisa. Luego recordaron del porque llegaron a verse así, claro. Los padres y sus comentarios eran el verdadero origen del caos.
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