Ella Se Lo Busco

1000 Words
La luz golpeó mi rostro, lentamente abrí mis ojos, acostumbrando a la luz. Mi cuerpo estaba completamente adolorido. Poco a poco apoyé mis codos a cada lado de mi cuerpo tratando de levantarme, pero me fue un poco difícil por el dolor que sentía. —Veo que ya te despertaste, buenos días, cariño—. Víctor entró en la habitación con una gran bandeja de desayuno. La dejo sobre la mesita de luz y se sentó junto a mí acaricio mi rostro lentamente mi dolor era notorio, acercó sus manos a mi cuerpo y me miró esperando para que dejar que me tocará, asentí con la cabeza y él me ayudó a sentarme, al parecer él me había bañado cuando quedé inconsciente después de la golpiza. — Lo lamento, amor mío, no sé qué fue lo que me pasó. Sabes que yo te amo y que jamás te dañaría, es que no sé qué me ocurrió. Lo lamento, amor mío, lo lamento, no volverá a pasar, te lo prometo. —Suplico mi perdón por lo sucedido de anoche. Apoyo su rostro en mis piernas mientras pedía perdón. —Está bien, cariño, sé que no quisiste hacerlo— dije regalándole una sonrisa leve. — Iremos a visitar a mi madre luego del desayuno, ella está muy ansiosa por volverte a ver— dijo Víctor, acariciando mi rostro. Comenzamos a desayunar el que contaba lo que haríamos ese día, primero iríamos a ver a mi suegra la cual no veo desde la boda luego ella, la bebe Juli, Jose, su nueva esposa y yo iremos a la basílica como era costumbre de su familia, cuando terminamos de desayunar el dejo de lado la bandeja con los restos del desayuno y me sujeto por la muñeca y la cintura atrayéndome hacia él, poniéndome sobre él con mis piernas a cada lado, sus manos acariciaban mis muslos subiendo por ellos hacia mis caderas subiendo la bata. — Te vez extremadamente rica, mi amor— me dio un beso intenso llevándome a un trance que él solo podía lograr. El beso se volvió intenso sus manos recorrían haciendo hormiguear mi cuerpo, la noche anterior había sido un caos, pero ahora estábamos conectados mis manos recorrían sus hombros bajando por su pecho y desabotonando su camisa, él me quitó la bata lentamente dejando a la vista los moretones que me habían quedado, mordí mi labio mientras miraba hacia otro lado avergonzada por las marcas, el beso cada uno de los moretones con sus suaves labios —Eres hermosa maldición — me recosté en la cama y se subió sobre mí. Tuvimos una mañana intensa de relaciones, ya había salido de bañarme y Víctor se estaba duchando me puse mi ropa interior y cubrí los moretones con maquillaje para que no se vean, me puse un pantalón blanco, una camiseta negra con dibujos al frente, mis zapatillas negras y recogí mi cabello en una alta coleta, estaba colocándome mis aretes cuando Víctor salió y me miro apoyado en el borde de la puerta aún desnudo cubierto solamente con una toalla en la cintura. —Si no fuera porque mamá quiere verte, no te dejaría salir de esta habitación — me dio una nalgada y luego me abrazó por detrás mirándonos en el espejo, se apoyó en mi hombro y sonrió. — te amo— me susurró al oído haciendo que me sonrojé. Le respondí lo mismo, muy tímida. Salimos de la habitación y caminamos por el pasillo hacia la escalera donde Jose y su esposa nos estaban esperando, fue una gran sorpresa verla porque no se veía más grande que mi hermana y Chacal era algunos años más grande que ella nos subimos al auto de Chacal y salimos rumbo a lo de mi suegra, cuando llegamos ella salió rápido a recibirnos abrazo a sus hijos y luego a mí, a la joven de chacal no la tomo mucho en cuenta, pero le regalo una sonrisa, me sentí mal por ella. Habíamos tomado té y fuimos a visitar la basílica donde nos sacamos una hermosa foto familiar mi suegra estaba en medio sus nueras a cada lado y los hombres detrás de nosotros luego Víctor y yo nos sacamos una foto con mi suegra y luego una solos dándonos un tierno beso, seguimos el recorrido y la tarde transcurrió con normalidad volvimos a la casa y Chacal no se le veía muy feliz golpee el brazo de Víctor disimuladamente y le señale a su hermano el cual veía su teléfono muy enojado poniéndose muy tenso, me tranquilizo con una sonrisa me dio un pequeño beso y fue hacia su hermano para ver que sucedía. — Dime, querida, cuando piensan empezar a tener bebes tú y mi hijo— me preguntó Norma haciendo que me ahogara con el agua que bebía. Le regalé una sonrisa un poco nerviosa antes de contestar. — Estamos en eso, es que solo no quiere venir— dije un poco triste —¿De qué hablan?—preguntó Chacal rodeando a su esposa con violencia. — Quiero que alguno de los dos me dé nietos y, como Emma y Víctor llevaban más años juntos, creo que ellos serían los indicados. — No creo que eso sea justo para Emma— dijo Teresa, la esposa de Chacal. —¿Por qué lo dices?—preguntó Víctor un poco molesto. —No pueden obligar a nadie a tener un hijo si no lo quieren, además no sería bueno dado a su prontuario— escupió sin medir las consecuencias. Chacal le dio una gran bofetada que la hizo caer al suelo, la tomó del cabello y la arrastró hacia el auto, metiéndola dentro y saliendo del lugar a toda prisa. — Ella se lo buscó, no debería de opinar de la vida de los demás y mucho menos de entrometerse en los asuntos de su esposo, gracias a él ella sigue viva —dijo mi suegra muy disgustada bebiendo un sorbo de su té dejándome helada.
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