Lágrimas caían de mis ojos rodando por mi rostro y desaparecer en las horrendas sábanas de la cama, mi cuerpo sigue en la misma posición en la que ese desagradable hombre me ultrajo, no puedo moverme, no puedo gritar, ya que mi garganta duele por el apretón, ¿en qué momento me convertí en esto?, ¿cuándo me volví el juguete de alguien?, ¿en qué momento me metí en esto?
—Será mejor que dejes de lamentarte tanto por esto, querida, no eras virgen, así que no tenías mucho que perder—dijo Raquel contando un gran fajo de billetes que le habían pagado por mí.
Dos hombres me tomaron de los brazos y me levantaron de la cama, me arrastraron y me arrojaron dentro, de la ducha, yo no puse resistencia, porque ya no me quedaban ganas de pelear, abrieron en agua fría y me dejaron ahí.
—Mira querida, será mejor que te hagas a la idea de que no volverás a salir de aquí, tu marido te vendió para poder comprar nuevos cargamentos y, ya que estamos hablando se llevó a Samanta su novia de aquí, no lo culpes, esa chica si tiene madera de mafiosa, no como tú que a la primera bofetada te vuelves un perrito faldero— Raquel estaba cruzada de brazos en la puerta viéndome con una sonrisa ladeada
Me paré apoyándome en las paredes, apoyé ambas manos sobre el azulejo frente a mí, dejando que el agua caiga sobre mi espalda. ¿Víctor me vendió? Pero él me amaba, ¿cómo pudo meterme aquí?, tantas preguntas me atormentaban como es posible que él me pudiera hacer algo así.
— Yo sé que debes tener muchas preguntas, pero créeme cuando te digo que Víctor no te ama, él no ama a nadie solo ama su dinero y sus drogas, que tú te hallas pasado con él y lo hallas tenido como marido un par de años no quiere decir que él te haya sido fiel, Víctor no le es fiel a nadie, solo a Víctor y Chacal no cayó muy lejos del árbol— dijo Raquel mirándose en el espejo colocándose un poco de labial rojo.
Giré mi cabeza hacia ella esperando que siguiera con su monólogo, me miró a través del espejo y guardando su labial se volteó apoyándose en el lavamanos para seguir hablando.
—¿Qué? ¿Acaso te creíste el falso ataque que hizo Teresa a la mamá de Víctor?, no seas ingenua Emma, la vieja ya era un estorbo para ellos, además había estado hablando con algunos enemigos de Chacal, era cuestión de tiempo para que la hicieran desaparecer— Dijo muy tranquila.
—¿Pero?, ¿Y la bebé?, ¿Dónde está la bebé?—pregunté aún sorprendida por lo que había escuchado.
—Daño colateral, el objetivo era la anciana y bueno ella y tú estaban en el medio, por suerte ella fue fácil desaparecerá tú, en cambio, no. Así que Víctor me vendio tu cuerpo a cambio de dinero y de su zorra y por lo que veo no fue un mal trato, aquí nadie te buscará, estás lejos de casa y nadie te conoce y si llegarán a venir por ti, tú ya estarás en otro lado— su sonrisa ladeada se convirtió en carcajadas que a medida que salían del baño se oían más fuerte.
—Termina de bañarte y ponte esto, el próximo cliente vendrá pronto y espero que seas igual de servicial que con el primero.— salió de la habitación dejandome completamente en shock por lo antes dicho
Todo fue una maldita trampa, ¿como fui tan idiota de amar a ese hombre? una náusea me invadió, salí corriendo de la ducha hacia el inodoro escupiendo todo lo poco lo que llevaba dentro, me senté junto al inodoro sujetando mi cabeza, el mareo era muy fuerte, tanto que sentía como la habitación daba vueltas debajo de mi.
Poco a poco se pasó, volví a la ducha y me quite todo limpiando los restos de aquel hombre sali y me envolvió en una bata, peine mi pelo hacia atrás y salí de la habitación directo al carrito de tragos.
Me servi un vaso de whisky y me lo bebí de un solo sorbo haciendo que quemara mi garganta, sin pensarlo bebí dos vasos más de la misma manera ya no me importaba mucho lo que me pudieran hacer ¿que más bajo caería?, mi marido me mintió durante años, me vendió a cambio de un poco de dinero y una zorra, mató a su propia madre, mató a su hermanita, nunca me amo y eso estaba claro ¿ sino porque me. haría esto? no tiene sentido que siga llorando por el.
—Veo que empezaste la fiesta sin mi— Una voz familiar sonó detras mio.
Víctor estaba parado con las manos en los bolsillos del pantalon, parecía cansado y su voz se podía notarás la melancolía y un poco de tristeza, deje el vaso en la mesita sin apartar mi mirada de él, dio tres pasos quedando frente a frente, me tomo por la cintura y me dio un beso en los labios, rodee con mis brazos su cuello y nuestro beso se intensificó a tal punto de que terminamos haciendo el amor.
Nos habíamos quedado dormidos, cuando salió de la cama levante mi vista y lo vi ponerse sus pantalones, saco su billetera y dejo dos grandes fajos de billetes sobre la mesita de noche, lágrimas comenzaron a llenar mis ojos.
—Lo lamento Emma, pero las cosas son así, tú no sirves para ser la mujer de un mafioso, solo sirves para ser la amante y para lucir bonita ante la gente. Vendré a verte pronto— dijo saliendo de la habitación.
Una rabia se apoderó de mí, rompí todo a mi paso sin importarme nada, Raquel entro con sus hombres los cuales me dieron un fuerte golpe dejándome inconsciente solo podia sentír como era arrastrada fuera.