Habitación Tres

1000 Words
Estamos a cuatro semanas de la boda de mi hermano. Me acerqué a la mesa donde tenía mis licores. Afloje mi corbata sirviéndome un vaso; acabamos de cerrar un buen trato con unos exportadores para llevar las cargas a Estados Unidos. — Hijo, volviste, qué bueno que estés acá. Tenemos que hablar.— dijo mi padre, entrando en la oficina aceptando un vaso de whisky. Nos sentamos en el sillón de la oficina y comenzamos a beber en completo silencio uno frente al otro hasta que mi padre rompe el silencio. — Giovanni, ¿sabes algo de Emma?—preguntó mi padre viendo su vaso con atención. — No, luego de la muestra de Sara no sabemos nada de ella. Le envía mensajes a su madre de los paisajes de allí, pero no sé más— le contesté a mi padre saboreando el whisky. —Lester me mostró una de las fotos que Emma le envió a su madre y a que no sabes quiénes estaban en la imagen. Chacal, su zorra y Víctor junto a su madre.— mi padre me soltó la bomba. — ¿Tú crees que le hayan hecho algo?—pregunté un poco inquieto. —No lo sé, pero si está involucrado chacal en todo esto estoy segura de que Emma no está bien, ya mande a mis hombres a investigar y me dijeron que Víctor envío varios cargamentos de nuevas mujeres a su contacto en California, pero a él lo vieron solo o con chacal no se sabe nada de Emma.— mi padre me dejo pensando —Tengo una reunión en California en la semana, para cerrar el contrato con el hombre que llevará el cargamento a Los Ángeles. Veré qué puedo descubrir— le dije a mi padre mientras sacaba mi celular y enviaba algunos mensajes a unas ratas que conocía en Estados Unidos. Necesitaba más información. A la mañana siguiente recibí varios mensajes con la información que había pedido Víctor tenía tres clubs de acompañantes en California La Cueva era como el centro de la diversión decidí empezar por ahí, preparé una maleta ligera no estaría más de una semana ahí porque debería ser el padrino en la boda de mi hermano. Llegó el día en el que volaría a California. Este trato era muy importante, ya que sin el entrar a Estados Unidos sería un poco difícil. Los camellos que enviábamos les estaban costando entrar, así que se necesitaba una nueva ruta y este tipo de transporte sería genial. Llegué a California y me quedé en un hotel, me comuniqué con Sergio con quién iba a tener mi reunión para avisarle de mi llegada y mi deseo de festejar en el club La Cueva, al hombre le pareció genial, esa noche había una mascarada sería un poco difícil ver si Emma está ahí, pero lo intentaré. Llegó la noche y vestido con un traje n***o, me subí a mi auto y conduje hasta el club, dejando mi auto a una cuadra del lugar por precaución. Entré en el lugar y una joven me entregó una máscara negra. Comencé a caminar por ahí viendo a todos. —Vaya, valla, qué sorpresa, quién diría que un Romano posaría alguna vez mi club y para mí, sorpresa, aquí estás —un hombre se acercó aplaudiendo con sarcasmo. —Chacal, no vengo a matarte si eso es lo que te asusta, vengo a divertirme. Oí muchas cosas de este sitio y solo quería ver qué tal era.— dije acercándome a él. —Créeme, estás en el sitio indicado. Si lo que buscas es “diversión” es más, ahora comenzará un espectáculo, siéntate y disfruta —palmeó mi hombro guiándome a una mesa. Sergio se acercó desde el otro lado del lugar y se acomodó en un taburete junto a mí. Nos trajeron dos whiskys con hielo, las luces del lugar se apagaron y los reflectores del escenario tomaron vida en muchos colores. —Caballeros, déjenme darles la bienvenida a nuestro club. Esta noche vuelve nuestra estrella del baile, recibiéndola con un fuerte aplauso a Cielo—. Los silbidos y los aplausos no se hicieron esperar. Una joven caminaba con gracia sobre la pasarela con un traje diminuto y unos zapatos altos, comenzó a bailar de manera muy sexy, era hermosa, ella y varias mujeres más bajaron del escenario rumbo a las mesas para interactuar con los clientes Cielo se estaba dirigiendo en mi dirección cuando se detuvo y me quedo mirando fijamente. Nuestras miradas se cruzaron, en verdad era hermosa, se volteó y siguió con su acto, pasando junto a nosotros, tocó mi mano acariciando hasta mi hombro sin despegar su vista de la mía. — Si no la pides tú, lo haré, yo está muy buena —dijo Sergio siguiendo a Cielo con la mirada. Le indiqué a una de las meseras que quería una habitación y a Cielo en ella. La chica vaciló un poco, pero fue a avisar a su jefe. Me dieron la habitación donde esperaba a que la chica llegara, me serví un vaso de whisky de la habitación. —Me dijeron que me estaban buscando—. Una voz seductora sonó detrás de mí, haciendo que volteara. —¿Dónde está cielo?—le pregunté a la pelirroja que había entrado a la habitación. —Yo soy cielo cariño— dijo la chica acariciando mis hombros. — Yo pedí a la bailarina, no a ti. ¿Qué diablos sucede aquí?— tomé a la chica por el cuello. — Ella no puede atenderte— la chica apenas podía hablar —¿Dónde está?—pregunté perdiendo la paciencia. —Habitación tres—. Salí de la habitación directamente hasta la habitación tres entre sin pensarlo, llenándome una gran sorpresa. Emma estaba en la cama, siendo golpeada a puños por uno de los guardias de Chacal. Tomé mi arma y le volé la cabeza, levanté a Emma en mis brazos y la saqué de ese lugar.
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