Devolverles El Favor

1000 Words
Ayude a Norma a acostarse en su cama un poco sentada porque dado el golpe podría tener una contusión, le revise la herida y le indique que debía limpiarle la herida para que no se infectará, ella me acarició el rostro con su áspera mano y me regaló una sonrisa muy leve, baje al baño y tomé el botiquín y volví a subir. —Limpiaré la herida despacio, así no le duele— le avisé a la mujer, la cual solo asintió. Limpie toda la herida y le puse una venda sobre la herida para evitar que le entre polvo revise su pulso con mis dedos en su muñeca y mi reloj su precio estaba un poco baja. — Tiene la precio baja, le prepararé un té dulce para tratar de normalizarla, ¿será que la puedo dejar dos minutos sola?—pregunté muy preocupada. —Estoy bien, querida, fue solo un golpe. He recibido peores, ve tranquila, a Emma. Podrías ver a la bebé, la tiene la niñera, pero necesito que alguien la supervise de vez en cuando —me pidió mi suegra muy amablemente. —Por supuesto, le echaré un ojo antes de bajar a hacerle su té. Usted no se preocupe, descanse, pero no se duerma— dije antes de salir de la habitación. Pasé por la habitación de la bebé, la cual ya habían bañado y estaba comiendo papilla. La niñera se volteó y me sonrió, dejé la habitación y bajé a la cocina. —¿Que piensas hacer cuando la encuentres?— Le pregunto Víctor a Chacal —Al parecer, la paliza que le di no sirvió para que entendiera quién manda, deberé matarle a un familiar frente a sus narices, a ver si así copera— dijo mientras terminaba de cargar su arma y guardarla en su cintura. Ambos escucharon mis pasos, que bajaban por la escalera y se voltearon acercándose a mí, preocupados por su madre. —¿Qué sucede?, ¿Por qué la dejaste sola?—preguntó Chacal muy alterado. —Tiene baja la presión arterial, ya que no pudimos desayunar, voy a prepararle un té dulce para no recargar su estómago. Luego de un golpe en la cabeza, las personas experimentan algunas náuseas— le expliqué tratando de calmarlo. —Cuida bien de ella, no lo arruines—. La amenaza de Chacal era ruda, pero entendía su situación. — No tengo jurisdicción aquí para practicar la medicina, pero si veo que empeora la llevaré de inmediato al hospital — les avise Ambos no respondieron, solo asintieron con la cabeza. Fui a la cocina y preparé el té. Antes de llevarlo. Tomé uno de los tazones con fruta y lo puse en la bandeja por si le daba hambre. Volví a subir los chicos estaban despidiéndose de su madre, saldrían por unas cuantas horas. —Trataremos de volver para cenar, Emma se quedará a cuidarte no la hagas renegar— Le dijo Víctor acariciando la cabeza de su madre con sumo cuidado, ambos besaron si frente y salieron de ahí. —Cuida bien a mamá, regresaremos tarde—dijo Víctor antes de darme un apasionado beso y salir junto a su hermano. —Esto no terminará bien, esa niña jamás debió, pertenecer a esta familia, pero mi hijo tiene una obsesión—Se quejó Norma muy enojada. —¿Usted cree que la encuentren?—le pregunté mientras la ayudaba a sentarse aún más en la cama para que pueda tomar si té. —Espero que esa niña sea lo suficientemente inteligente para hacer que la tierra la trague, porque si mi hijo la encuentra, no creo que le vaya bien —dijo tomando la taza en sus manos y bebiendo un sorbo. Sus palabras me dejaron muy pensativa Norma ya estaba bien, sus signos se habían normalizado y si cabeza no le dolía para nada, la ayude a pararse y a salir de la habitación, nos sentamos fuera mientras veíamos a la bebé jugar en una manta en el pasto con las niñeras, de pronto Teresa apareció con un arma en las manos nuestras sonrisas se desvanecieron de inmediato, Corrí hacia la bebé y la tome en mis brazos volviendo junto a Norma. —Teresa, por favor, baja esa arma, puedes hervir a alguien —le supliqué. —Cierra tu maldita boca y aléjate de la anciana— me ordenó mientras me apuntaba. —Teresa, por favor, piensa bien lo que harás —volví a suplicarle, pero esta no me hizo caso. — Usted y su familia me arruinaron la vida, ahora es mi turno devolverles el favor, no cree— dijo cargando la pistola y apuntándola directo a las piernas de Norma. Dos hombres aparecieron detrás de mí y me inyectaron algo en el cuello haciendo que caiga atontada al suelo, tomaron a la bebé y a mí y nos llevaban en sus brazos cuando escuche los grito de desesperación de norma porque le devolvieran su bebe y a los pocos segundos se escuchó un disparo y los gritos de las empleadas que corría. Trataban de alejarse del lugar, pero lamentablemente ellas también recibieron un disparo, dejándolas tendidas por el jardín. Traté de luchar contra el hombre que me sujetaba, pero fue imposible. Mi cuerpo estaba dormido. Me desperté en una camioneta muy oscura, atada de pies y manos y con una cinta en la boca. Teresa abrió la puerta de atrás dejando entrar la luz y me tomó varias fotos antes de volver a cerrar la puerta y golpear uno de los costados. Indicando que arrancará, nos pusimos en movimientos a los pocos metros. Uno de los hombres que estaban en la cabina de la camioneta se pasó para atrás. Traté de luchar contra él, pero era muy fuerte. Volvió a inyectarme algo en el cuello, haciendo que vuelva a perder la conciencia. —Descansa hermosura al lugar al que vas, no podrás volver a dormir en mucho tiempo— fue lo último que escuché antes de desmayarme.
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