Para Ethan y Merlín no fue fácil disimular cuando se volvieron a encontrar el lunes en el salón de clase. No cuando habían pasado tantas cosas el fin de semana, y cuando anoche se habían tratado de despedir normal cuando el profesor aparcó a dos cuadras de la pensión estudiantil, pero Ethan terminó a horcajadas sobre él besándolo con una pasión desenfrenada. Merlín apenas y pudo concentrarse en dictar la clase, y tuvo que hacer un gran esfuerzo por no mirar a Ethan, que trataba de escucharlo atentamente desde la primera fila. Para ambos, esas dos horas de clase se hicieron eternas, y cuando al fin terminó, con Ambrosius deseándoles éxitos a sus estudiantes con el primer corte de exámenes, Ethan prácticamente que salió corriendo del salón. Merlín no hizo nada por detenerlo, después de to