Ethan despertó sintiendo unas fuertes punzadas en el culo. Gruñó cuando para colmo al tratar de estirar las piernas las sintió adoloridas. Le dolía absolutamente todo, como si hubiera ido a una maratón sin antes preparar los músculos. Si bien Ambrosius fue muy suave, él no es que tuviera un buen físico para el sexo. No hace nada de ejercicio y ni siquiera sale a caminar, así que cuando realiza cualquier actividad física, por más mínima que sea, siempre queda dolorido. El sexo no es la excepción. El joven estudiante maldijo cuando recordó todo lo ocurrido anoche. Ambrosius bombeándolo mientras él gemía como una gata en celo y le rasguñaba la espalda. No sería capaz de ver la cara de su profesor de nuevo. Pero el susodicho salió del cuarto de baño tan solo envuelto en una toalla, y el c