#3
En vez de ir a algún lugar ruidoso o lleno de personas, ambos optaron por disfrutar de la tranquilidad de los paisajes. Contemplaron por largo rato la ciudad rodeada por sus montañas lejanas, el panorama era magnifico así que tomaron varias fotos, él le tomaba a ella, y ella a él. Se les acercó una española que les vio de lejos y preguntó.
__ ¿Queréis que tome una foto juntos?
__ Ok, muy amable de tu parte...
Sara posó su mano junto al pecho de Alez, haciendo que su tacto le produzca una corriente eléctrica que recorrió todo su cuerpo; después de tomarles unas cuantas fotos la española entregó el teléfono a Sara.
__ Hacéis una pareja, verdaderamente hermosa.
__ ¡Oh!, gracias.
…
__ ¡Guao! eres un gran fotógrafo__ dijo mirando las fotos recién tomadas.
__ ¿En serio lo crees? __ preguntó él mirándole fijamente.
__ ¡Claro! mira esta foto__ se acercó hasta él, viéndolo directamente a esos ojos grises que empezaban a volverla loca, se acercó hasta casi tocarlo, viendo como él no dejaba la mirarla.
__ ¿Qué pasa? ¿tengo algo en el rostro?
__ No tienes nada, solo contemplo tu belleza__ respondió haciendo que Sara se sonroje, una chispa aceleró el corazón de ella.
Para disimular carraspeó su garganta, suspiró y rodó su miraba al rededor, se le escapó una sonrisa al darse cuenta de que había mucha gente, siendo que era justamente lo que no buscaban. Caminó hasta un lugar alejado de la muchedumbre y se sentó en el fresco césped.
__ ¿Quieres venir?__ Le preguntó.
Mientras él se acercaba, ella se deleitó en su belleza varonil, Alez tenía un cuerpo bien formado, sus músculos se notaban bajo la delgada tela de su camisa concha vino, mordió su labio al verlo acercarse. Cuando llegó y se sentó frente a ella. Él dobló las piernas, formando una eme, nuevamente clavó su mirada en los ojos de ella.
__ ¿Cuántos años tienes? __ indagó mientras lanzaba su cabeza hacia atrás y sacudía su cabello.
__ Tengo veinticinco años.
__ ¿Cuantas novias has tenido?
__ ¿A qué viene esa pregunta?
__ Solo yo puedo hacer preguntas.
__... como digas. Solo una novia en el pasado.
__ ¿es en serio? ¿solo una? ¡Increíble!__ exclamó sin disimular su asombro.
__ ¿Qué tiene de malo haber tenido una sola novia?
__ No nada de malo … es solo qué, cómo eres muy guapo te imaginé rompiendo algunos corazones en el pasado.
__ Bueno, uno nunca sabe__ dijo sonriendo.
Ella observó cómo arqueaba los labios para formar esa sonrisa que tantos deseos le daba de probarlos.
__ Ah, ya comprendo__ respondió mientras se acostaba en el frío césped, dejando su cabeza cerca de las piernas de Alez.
Sus miradas se encontraron nuevamente, exigiéndose más que solo contemplarse mutuamente. Sintió que podía beberse de un sorbo aquella perfección de su rostro, su nariz respingada bien formada, sus labios rosados, su barbilla partida, las pestañas rizadas que no parpadeaban, mientras le miraba directo a los ojos.
__ ¿Haz amado alguna vez?
__ Pensé que era amor… hasta que él día de nuestra boda…
__Vaya, te ibas a casar, eso sí que es importante, si quieres cambiamos de tema.
__Se fue con otro__ respondió Alez acostándose del otro lado dejando su cabeza al costado de ella.
Miraron el cielo por un instante.
__ ¿También fuiste traicionado? Esto es una coincidencia lamentable__
Al oírla, él volteó a verla y se encontró con los ojazos de ella, ambos sintieron mariposas en su estómagos, entrelazaron sus miradas una de la otra.
__ Si, no sabes cuánto se lo agradezco. Hace un año y medio me iba a casar con una muchacha de mi edad, pero ella me traicionó con mi amigo, el día de la boda escapó, dejándome plantado.
__ ¿Te dolió?
__ Sí, no me lo esperaba, pero ya pasó, cuando ella volvió a buscarme, el sentimiento había desaparecido. Ni siquiera me sentí molesto por su traición, así que ella, simplemente se fue.
__ ¡En serio te volvió a buscar! qué descaro__ Dijo totalmente indignada.
Pasaron minutos hablando, observaban las oscuras nubes que se veían en el firmamento, sonreían hasta que ambos volvieron a mirarse, tragaron grueso mientras se miraban, se acercaron más quedando muy cerca uno del otro.
Sus narices rozaban una a la otra, estaban a punto de besarse cuando una tormenta se desprendió, grandes granizos golpeó sus rostros.
Sonrieron mientras trataban de pararse, las personas al rededor buscaba un lugar para aparcar el agua, mientras ellos corrían bajo la lluvia con los brazos abiertos jugando.
Cuando llegaron al auto ya estaban completamente empapados, así que trataban de calentarse con la calefacción casi al máximo.
__ ¿Qué hora es?
__ Tres en punto.
__ Es buena hora para irnos__ dijo mientras se ponía el cinturón de seguridad.
Llegar a la mansión Sánchez les llevó dos horas de viaje, por el embotellamiento que ya era una costumbre horrible, un fenómeno de transito que nadie quería pero que se repetía a diario por toda la ciudad. Ella se bajó de prisa, y antes de marcharse replicó unas cuantas palabras.
__Te enviaré la transacción hoy mismo.
Él se quedó viendo la figura de la mujer alejarse, suspiro profundo y expulso todo sentimiento que estuviera apareciendo dentro de su corazón.
Luego de se desvió hasta tumbaco, en aquel lugar quedaba su humilde hogar. Abrió la puerta y se dirigió hacía su cuarto, la voz de su tía lo detuvo.
__ Hijo ¿qué te pasó?
Girándose para responderle esbozo un suspiro.
__Cayó una fuerte tormenta mientras estaba con una clienta en medio de la nada.
__ Entiendo cariño, ve y báñate antes que te resfríes.
Al salir de la ducha, vio el mensaje del banco informándole sobre la transacción que recientemente había recibido.
Con el ceño fruncido miró la cantidad 1.000 $. Habían transferido mil dólares, enseguida escribió a Sara por el w******p.
__ Hola Señorita ¿no cree que es demasiado el p**o que está haciendo?
__ No lo creo, me parece justo.
__ Es demasiado, no creo poder aceptarlo la tarifa es de solo 150$ lo que gano al día, y eso que trabajo desde la 7 a.m. hasta la media noche. No quiero limosna de nadie.
__ No pusiste precio. Así que yo lo puse ¡No aceptaré el dinero de vuelta!, No es limosna, estoy pagando tu servicio por acompañarme todo el día.
Se desconectó y llevó su teléfono al pecho, su padre abrió bruscamente la puerta de su habitación.
__ ¿Por qué no fuiste al velorio de tu amiga?
__ Porque no quiero, me parece que estoy siendo hipócrita si me presento en esa casa. No siento dolor alguno por su muerte.
__ ¿Pero qué clase de Alma tienes Sara? Fue tu amiga desde los quince años ¿Cómo no puedes sentir dolor?
__ ¿Te parece poco lo que hizo? ¡j***r! se revolcó con mi novio, la muy zorra me traicionó ¿Recuerdas?__ respondió ella arqueando una de sus cejas.
__ No sé en qué me equivoqué contigo Sara, te has vuelto una persona cruel y sin Alma__ respondió decepcionado mientras salía de su habitación.
__ En nada padre, no te has equivocado en nada, simplemente no puedo perdonar a quienes nos traicionan.
Arturo movió su cabeza, no podía comprender por qué su hija actuaba de esa forma. Cuando su esposa murió tampoco lloró, a pesar de ser una niña de diez años, no derramó ni una sola lágrima.
Sara revisó todas las fotos que habían tomado en la tarde, se detuvo mirando las que tomó aquella española, sonrió al mirarse junto a Alez.
En realidad hacían una hermosa pareja, él era un hombre muy guapo, y juntos los dos eran como esas parejas de cine, suspiró y se dejó caer sobre la cama. Decidió publicar la foto que mejor le parecía.
DIA DE PASEO JUNTO A TI
Ese fue el título que puso, pronto sus amigos comentaron y compartieron la foto, otros la descargaron y se la enviaron a Franco. Moría por ver la cara de Franco cuando la viera con otro, le haría pagar por su engaño.
__ Mira, te cambiaron muy rápido wuebon __ llegó un mensaje al teléfono de Franco, al ver a su amada con otro, apretó los puños y se llenó de ira.
La mano de Sara sobre el pecho del hombre, le hizo enfurecer más. Miro con desprecio a su rival, aunque aceptó que era buen mozo, pero nadie le quitaría a su Sara, nadie.
Empezó a escribirle y llamarle con insistencia, ella nunca contestó, imagino que le había bloqueado, se llenó de frustración, al ver que ella le había bloqueado de todas las r************* .
Salió decidido a comprar otro chip, le llamo insistentemente, pero ella no respondió, dejo varios mensajes que tampoco fueron respondidos.
__ ¿Quién es este tipo?
__ Eres mía Sara.
__ ¡Le partiré la Cara cuando lo vea!
__ No te atrevas a engañarme, lo mataré te juro.
Eran algunos de los tantos mensajes que llegaron. Sara había puesto su teléfono en silencio, se quedó dormida sin ninguna interrupción. Hasta que a las dos de la madrugada una pesadilla la despertó.
Tomó el celular y pudo ver el sin número de llamada que tenía y la cantidad de mensajes. Sonrió ya que había conseguido que Franco se ponga celoso, iba hacer que pague por haberle engañado a costa de todo.
Miro sus estados de w******p, pudo ver uno que había subido Alez recientemente. Estaba manejando aún a esa hora de la madrugada, el video mostraba la ruta viva muy cerca de su casa. Decidió llamarle. Alez se sorprendió y respondió a su llamada, detuvo el auto y contestó.
__ Hola ¿en qué puedo servirle señorita?
__ Necesito una carrera ¿podrías venir?
__ Estoy a sus órdenes.
A los diez minutos, Alez llegó hasta la mansión. Vió que Sara le esperaba fuera, una vez que se detuvo, abrió la puerta para que su clienta suba.
__ ¿Hasta esta hora trabajas?
__ Si, ahora ya me estaba yendo a casa, hay veces me amanezco.
__ Guao debes estar cansado...
__ Un poco, pero cuando se trata de trabajo, el cansancio no cuenta ¿Dónde quiere ir?
__ Llévame a cualquier parte.
__ Hoy es domingo, y a esta hora todo está cerrado.
__ Vamos a Quito, dijo Sara poniéndose su cinturón.
Salieron desde el valle hasta Quito, traspasaron el túnel Guayasamin y se adentraron a la ciudad, a esa altura de la de la noche se podía respirar paz, eran las tres de la madrugada, cuando llegaron, viendo que las calles estaban desoladas. Estacionaron en un parque muy grande. Sara bajó y caminó respirando el frío viento de la noche.
__ ¡Alcanzame!__ Provocó ella mientras corría.
Parecían dos niños jugando a la cogida. Alez puso seguro a su auto y corrió tras ella, le agarró por la cintura y juntos cayeron al suelo.
Estando debajo de él, miró el perfecto rostro de ese hombre. Se miraron directo a los ojos, sus bocas estaban muy cerca una de la otra, el no dudo en besarle suavemente, ella cerró sus ojos y correspondió al beso.
Jamás había besado a un hombre que acababa de conocer, Alez le provocaba sensaciones nunca antes sentidas.