A la mañana siguiente en Nueva York, cuando Karim entró en las oficinas de su empresa que estaban en la ciudad, Nader empezó a explicarles a él y a Rania todo lo que había sucedido con una de las empresas. —Es la segunda vez que esta empresa nos falla Karim. —dijo Nader mientras que el príncipe tomaba asiento detrás de su escritorio, Rania se puso a su lado. —La última vez nos retrasamos muchísimo para terminar el proyecto. Este todavía lo estamos empezando, podemos evitar errores y cortar el problema de raíz. —¿Entonces ya has contratado una nueva empresa? —preguntó Karim con interés. —Sí, siento no haberte informado antes, pero como siempre has dejado estos asuntos en mis manos decidí actuar con rapidez. —explicó Nader. —No te preocupes, Nader confío en tu criterio. Si crees