Los guardaespaldas irrumpieron en la suite del príncipe después de escuchar los gritos de auxilio de Rania. Socorrieron al heredero de la familia Al Thani rápidamente, siguiendo su protocolo en casos como aquel. En tanto Rania no soltaba la mano de su esposo en ningún momento. Karim había salvado su esposa interponiéndose entre ella y el filo de aquella arma y Rania deseaba con todas sus fuerzas que no hubiera sido así. Ella hubiera estado dispuesta a dar cualquier cosa por haber recibido aquella puñalada en su lugar, todo para no verlo en aquel estado. Sacaron Karim de la habitación y el Emir no tardó en aparecer junto con sus esposas. Fátima casi se volvió loca al ver a su hijo en aquellas condiciones. Fátima estaba en su habitación esperando por una señal de Samira cuando todo e