—Estoy dispuesta a hacer cualquier cosa para ser tu esposa. —aseguró pegándose a su cuerpo y antes de que Karim pudiera apartarla, Rania entró en la habitación, después de despertar al escuchar unas voces alteradas. —¿Karim qué está pasando aquí? —inquirió aturdida mirando a su marido que tenía a Samira entre sus brazos. —¿Qué estás haciendo con Samira? —¡Creo que es obvio querida! —dijo Samira con una media sonrisa acariciando el rostro de Karim que la empujó tirándola sobre la cama y deseó matarla por crear aquella situación. —¡Rania, no es lo que parece! —exclamó el príncipe con nerviosismo tomando su mano y cuando ella vio la mancha de sangre en la cama se apartó de él y Karim siguió su mirada. —Yo no hice nada, no le he puesto un dedo encima, Rania… por lo menos no como estás