Emma se dirigió con Oliver, sus padres y la pequeña Marisol para un restaurante exclusivo de la ciudad. Iban a celebrar el triunfo de su amado, siendo una de las carreras más importantes de la historia. Estaba feliz, aunque siempre iba a haber una parte de su corazón con nostalgia y tristeza, sabía que en ese mismo momento también se encontraba Cristian culminando sus estudios donde podría ser sincera, decirle lo que estaba sucediendo y volver a estar juntos, pero al mismo tiempo sabía que nunca la iban a perdonar por ocultar por tres años el parentesco de Marisol con aquella familia. Así que, debía sacarse esa ilusión de su cabeza. Salió de sus pensamientos, cuando vio al mesero llegó con la comida exquisita donde todos compartieron con sus copas de vino tinto alzándola por los triun