Habían pasado seis meses desde el compromiso, Emma no podía creer cómo había volado el tiempo y estaba a solo un día de su matrimonio, tenía nervios además había comprado un vestido super hermoso largo, pegado hasta la cintura, blanco y con un velo transparente que hiciera juego con el vestido blanco con flores de la pequeña Marisol. Decidieron hacer un almuerzo familiar con los padres de Oliver para terminar de reunir a la familia; se sentían cómodos además que era hijo único. Cuando llegaron a la casa, fueron recibidos amablemente por la empleada quienes los dirigieron hacia la sala, allí se encontraba la madre esperándolos con un juego de té para compartir. Oliver se encontraba en el segundo piso discutiendo con su padre, debido a que le estaba reclamando el mal gasto monetario del dine