Una vida nueva

1730 Words
El mismo día New York Williams Que pesadilla escuchar las quejas de Vivian, pero ella se buscó que no sienta nada por ella, incluso yo quise ahorrarme el mal rato, pero me vi obligado a estar en la lectura del testamento de mi abuela, ni modo a sacar fuerzas para terminar con este incómodo momento, me repite mi interior todavía escuchando la voz de mi madre. –¡Williams! Soy tu madre, no puedes dejarme en la calle con una misera manutención, no me alcanzará para nada, apiádate de mí– me exige desesperada. –¡Vivian! Yo solo estoy cumpliendo los deseos de mi abuela Lily, además hago lo mismo que hiciste con mi padre, ¿Te refresco la memoria? ¿Dónde lo tienes encerrado? ¡Responde maldita sea! –le repito a los gritos. –Por favor les pido que mantengamos la calma, Williams todavía debes tomar posesión de tus bienes, necesito que firmes toda está documentación para que mañana me acompañes a recorrer todas las empresas, ¿De acuerdo? –nos interrumpe el abogado. Horas más tarde Adriana Hay decisiones que debes tomar en tu vida, por más que no te gusten, como yo, que me vi obligada a aceptar un acuerdo pensando en el bienestar de mi familia, aunque solo me ha traído problemas haber conocido a Robert, hasta que me saque la venda de los ojos hace mucho tiempo con los hombres, porque todos de alguna forma quieren algo de ti, unos diversión, otros dinero, incluso mi prometido, para él soy una mujer hermosa con un título noble que obedece cuando su amo lo ordena, claro que detesto sus desplantes, su menosprecio y la única forma de fastidiarlo es con una larga lista de amantes. En fin, en este momento nos encontramos cenando en uno de los restaurantes de moda, hasta que mi mirada se pierde entre los presentes, pero soy sacada de mi burbuja por la voz de Robert. –¡Adriana! Compórtate, deja de andar buscando con quien acostarte, guardemos las apariencias– me reclama con su rostro lleno de malestar. –Robert ¿Cómo te importara lo que hago? Deja de fastidiarme, por último, es tu culpa por exigirme que te acompañe, porque yo tenía otros planes. –Adriana te equivocas, no haría falta que tengamos estas cenas aparentando que somos una feliz pareja, si tú te supieras comportar como una baronesa, como una dama, ahora intenta guardar las apariencias. –Mejor acabemos con está ridiculez y pide la cuenta para marcharnos de una vez por todas– replico molesta mientras me incorporo. –Adriana no hare tal cosa, mucho menos ahora que todos nos observan, siéntate y disfruta tu cena, además te recuerdo que dentro de poco tenemos una gala de beneficencia, un evento importante dónde no podrás armar tus berrinches. ¡Una gala de beneficencia! Interesante porque habrá muchos rostros conocidos, muchos solteros con quien divertirme, incluso me gustaría encontrar al muchachito Mckeson, ¿Será posible? Williams En verdad no esperaba ser el único heredero de la fortuna de mi abuela, pero al parecer ella conocía mejor que nadie a mi madre y supo adelantarse a todo, ahora me toca averiguar dónde está mi padre internado, solo espero que esté lúcido y sea una exageración su supuesta locura, me repite mi interior hasta que soy arrancado de mis pensamientos por la voz de mi tío. –¡Williams! Me parece una exageración lo que haces con tu madre, no puedes echarla de la casa, por favor recapacita. –¡Tío! No estoy de ánimos para escuchar tus sermones, por último, ¿Conseguiste que Vivian te diga dónde tiene encerrado a mi padre?, Quiero verlo, hacerme cargo de él, cuidarlo. –Muchacho comenzando una guerra con tu madre, no conseguirás nada de ella, lo mejor sería que hagan las paces, que olviden el pasado y traten de tener una relación como madre e hijo. –Charlie ahórrate las palabras, mejor ayúdame a ubicar a mi padre, contrata a alguien que investigue su paradero, si es posible que sigan a Vivian, pero que encuentren alguna información que me ayude a dar con mi papá, hazlo por favor– le repito mientras me pongo el saco. –¡Williams! ¿Vas a salir de nuevo? ¿A dónde puedo saber? –Tío deja de cuidarme, estamos en New York, la guerra acabó, pero para tú tranquilidad voy a caminar un rato, porque mañana mi vida cambiará por completo y necesito pensar. –Williams, Norman me hizo una sugerencia, me insistió que tengas cuidado con quien te relacionas, recuerda que ahora no eres un simple hombre, eres dueño de una fortuna. –¡Charlie! Deja la paranoia, mejor ocúpate de asegurarte que Vivian deje la mansión, nos vemos– le repito dándole una palmada en el hombro para dejar la suite del hotel. Margaret Con todas mis dudas por mi relación con Donald, dejamos la casa de huéspedes, creyendo que podíamos charlar de algo más que fueran negocios, aunque en todo el trayecto en el auto solo hablaba de cada inversión que ha realizado, de sus planes para expandir la empresa, pero en ningún momento dijo alguna palabra por saber de mis cosas, en verdad me sentí muy decepcionada, frustrada, pero controlaba mis emociones por más que hubiera querido repetirle un par de verdades en la cara, incluso mi interior me pedía que le dé una oportunidad. Así llegamos a uno de los restaurantes más frecuentados de la ciudad, aunque hubiera preferido otro lugar más íntimo para poder charlar sin tanta gente a nuestro alrededor, igual ahora me toca conformarme mientras él aparta mi silla para sentarme, hasta que hace su voz presente. –Amor espero que te guste el lugar, porque me lo recomendaron unos amigos, me dijeron que la comida es exquisita. –Donald el lugar es encantador, pero hubiera preferido un sitio más acogedor para charlar sin interrupciones de nadie– le repito cuando se nos acerca el mesero para tomar nuestra orden. –Muchacho ¿Puedes darnos un momento a solas? –pide Donald haciendo que el mozo se retire. –Amor pensé que este era el mejor lugar para traerte, pero la próxima vez escoges tú el restaurante, vamos donde tú quieras, aunque creo que algo más te molesta, ¿Puedes decírmelo? –¡¿Molestarme?!, Estás tan absortó en tu mundo que ni siquiera lo notas, no me has preguntado ¿Cómo me siento? ¿Cómo van mis cosas? –Lo siento amor, no es que no me importen tus cosas, pero sabes como me entusiasmo cuando hablo de los negocios, además solo quería que estes al tanto de las finanzas, porque tú también eres la dueña de la empresa, yo solo soy un socio menor. –Tal vez me precipité juzgándote.... –le repito cuando me quedo sin palabras. En un segundo mi mirada se pierde en la entrada del restaurant viendo al galán ingresando, incluso es imposible no sentirme nerviosa por su presencia, pero vuelvo a mi realidad al escuchar la voz de mi novio. –Margaret ¿Te sucede algo? –pregunta con una mirada llena de dudas. –¡Donald! ¿Podemos marcharnos? No me siento cómoda en este lugar, sabes que prefiero otros sitios. Enseguida accede mi novio dejando su lugar mientras yo busco la forma de pasar desapercibida mi presencia ante el galán, porque no quiero sentirme en una situación incómoda, ya es demasiado recordar nuestro encuentro. Al día siguiente New York Williams Me quedé con esa espina molestosa recordando las palabras de Adriana sobre las empresas de Wesh and Mckeson, así hoy a primera hora comencé a tomar posesión de mis bienes, incluso ahora estoy reunido con los directivos revisando los balances financieros, además ellos me intentan convencer como han estado administrando los bienes, hasta que decido aclarar un par de cosas haciendo mi voz presente. –Señores nada de lo que ustedes me repiten justifica los gastos excesivos de las representaciones, los sueldos exorbitantes que poseen, además me doy cuenta que no ha habido utilidades los últimos diez años, esto vamos a cambiarlo, tengo la facultad de reestructurar toda la directiva hasta disolverla, y despedir a los empleados que no me sirvan. –¡Señor Mckeson! Usted está cometiendo un error y no tiene la experiencia para dirigir las empresas, solo las llevará a la quiebra si disuelve la directiva– me asegura uno de los ejecutivos. –Señor, me repite su nombre y el cargo que desempeña. –Soy Edgar Anderson, tengo a mi cargo el manejo financiero de las empresas, y conozco el funcionamiento de cada departamento, por lo mismo le reitero que cualquier cambio solo perjudicaría a Wesh and Mckeson. –Señor Anderson está despedido, le agradecería que agarre sus cosas y deje las instalaciones de mi propiedad, buenas tardes. –¡Williams! Usted no puede hacerme esto, yo he entregado mi vida a esta empresa, yo estuve al lado de Lily ayudando a mantener vivo su imperio. –¡Edgar! Ya lo hice, lo despedí, hágame el favor de retirarse, allí está la puerta. –Buenas tardes Williams, espero que no se arrepienta de la decisión que está tomando– reitera molesto Edgar. –¡Señores! ¿Si alguien más no está de acuerdo con los cambios puede marcharse? ¡¿Nadie más?! –les repito mirando sus rostros. –Bueno, entonces vamos a comenzar por darle otra imagen a las empresas, Luke necesito que hagas el cambio de la razón social, Wesh and Mckeson dejo de existir, ahora se conocerán a las empresas como Grupo Mckeson, ¿De acuerdo? –Williams es una locura cambiar la razón social de las empresas, ellas tienen un prestigio, una trayectoria, toda la gente sabe quiénes somos solo con escuchar Wesh and Mckeson, además es el nombre que le puso tu bisabuelo, incluso Lily honró la voluntad de su padre. –Luke, mi abuela era una sentimental, es ridículo que las empresas honren la memoria de un maldito indio, cámbiale el nombre, fin de la discusión, ¡¿Entendiste?! –le exijo molesto. Tal vez cometa un error, pero ahora yo soy dueño de mi destino, y no voy a permitir que nadie me diga lo que debo hacer, incluso no hay cavidad para distracciones en mi vida, claro que quiero seguir divirtiéndome y creo que encontré con quién.
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