CAPÍTULO 26. ―¡Thalia! ―Vivían inmediatamente saludo a su amiga. Al ver a Vivían que la estaba esperando, ella se apresuró a encontrarse con ella. Su amiga sonrió y dijo con picardía ―Waooo, tu esposo te trajo personalmente. No está mal, ¿eh? ―¿No tienes prisa por ir a clases? Creo que vas un poco tarde. Thalia ignoró sus palabras y caminó hacia el salón de clases. Vivían, la persiguió y continuó preguntando. ―¿Ya le preguntaste quien era esa mujer ayer? ¿Te dijo cuál es su relación? Eric, quien iba llegando, también hizo eco de su entusiasmo. ―Eso es algo inaceptable. La mayoría de los hombres son así, claro, excepto yo. Pero si lo dejas pasar una vez, estoy seguro de que habrá una segunda, por lo que debes marcar tu posición, Thal. Si fuera mujer y mi esposo se atreve a presumir