CAPÍTULO 25.
Como resultado de la noche anterior, Thalia se despertó tarde, en cuanto abrió los ojos, la vergüenza, la inundó, se paseó rápidamente y bajó a toda prisa, con suerte ya se habría ido, pensó. Pero lo vio sentado en el sofá de la sala leyendo una revista de economía.
Era tarde y ella no tenía tiempo para hablar con él. Además, no está familiarizada con esta área de la ciudad y no tiene idea de como o donde tomar un autobús, por lo que parece que tendrá que llamar un taxi.
Caminaba con dirección a la puerta, cuando su voz la detuvo.
―Desayuna primero.
Se dio la vuelta y dijo ansiosa ―Voy a llegar tarde.
Dándose la vuelta, siguió caminando hacia la puerta, pero justo cuando levantó el pie, sonó su teléfono celular. Busco en su bolso, pero no pudo encontrarlo. Cuando miro ha
