Rebeca corrió rápido hasta su habitación, cerro la puerta con llave, se sentó en su cama, saco de su bolsillo el papel que le había entregado minutos antes y lo que había escrito en el no se lo imaginaba, no era mas que una invitación a verla en su despacho pasada a la media noche, en el papel le dejaba bien claro que no era nada malo, y le urgía hablar con ella, que por favor no faltara.
Por su cabeza pasaron varias cosas, una de ellas era que quizás Joel le había contado parte de su historia en el pasado, pero luego pensó que no seria tan loco para contar una cosa así y poner en tela de juicio su reputación. Decidió recostarse un rato para esperar la hora que le había indicado, En ese largo momento se despertó varias veces pensando en lo que tendría que decirle. Ya por fin faltaba poco para la media noche, lavo su cara y camino con mucho cuidado hasta el despacho. Sus piernas iban temblando, temiendo ser descubierta, por su cabeza pasaba Alondra, de verla haciendo esta locura.
Al llegar al lugar, encontró la puerta entre abierta, decidió empujarla, allí ya estaba Lorenzo esperándola, al verla la invito a pasar.
—¡ven no tengas miedo! siéntate, disculpa si te hice poner nerviosa por la nota que te di en la cocina, no quiero darle tantas vueltas al asunto, pero quiero que sepas que el que este hoy aquí contigo es algo que e venido pensado desde hace varias semanas, buscar la forma de hablar contigo en privado.
Al escuchar detenidamente a Lorenzo lo que trataba de decirle, hacia que sus manos sudaran mas así como su pecho se agitara. —Por favor dígame lo que quiere decirme, ¿ es que acaso quiere que me vaya de su casa?
Lorenzo la miro fijamente y le contesto:"no, too lo contrario", no te asustes, quiero confesarte que siento una atracion hacia ti, hay algo que me gusta de ti, que no lo e visto en ninguna de las mujeres que e conocido, se que estoy casado y que no debería decirte todo esto, pero ya tienes varias semanas trabajando aquí en casa y te abras dado de cuenta del tipo de relación que llevamos, ella en su mundo de los gastos y yo con mis proyecciones y inversiones. Se que todo esto puede parecerte una locura, pero Me gustaría saber si sientes algo igual o parecido por mi, no quiero presionarte ni incomodarte, si es no, no te preocupes, lo entiendo.
—Sus palabras realmente me sorprenden mucho, no sabia que podía despertar en usted todo esto que me esta diciendo, lo veo como mi jefe, aunque en otras ocasiones e visto su mirada profunda hacia mi, pero no se si es porque por ahora no ando pendiente del amor que no logro ver un poco mas allá, no se que quiere realmente con todo esto.
—¡tranquila Rebeca!, como ya te dije, no busco incomodarte, tenia que decirte lo que estoy sintiendo por ti, aunque me niegues se que algo debes sentir por mi mas que una simple relación de empleado a jefe. Se que has vivido muchas cosas, pero no vengo a hacerte daño, soy un hombre tranquilo y lo mas que quiero en este momento es eso, vivir tranquilo, algo que tengo tiempo sin serlo, por un lado un matrimonio fracasado y por otro un socio que ahora solo esta pendiente de sus intereses personales.
—Lamento que todo este le este pasando, pronto todo cambiara. Debo irme, no vaya a ser que la Señora Raquel se despierte y nos encuentre aquí a los dos.
—me gustaría pedirte que me dieras la oportunidad de conocerte un poco mas y conversar cuando se tenga la oportunidad, ya vez como es Maribel que anda con sus misterios y su mal genio,destruyendo la tranquilidad de los demás, no le hagas caso.
—No quiero problemas, pero esta bien no creo que haya problemas con solo conversar, debo irme ya —Expreso Rebeca, mientras se colocaba de pie.
—esta bien ve tranquila, por favor no te asustes, como ya te dije lo menos que quiero es hacerte daño, como sabes estoy solo en esta ciudad y no tengo muchas amistades con quien conversar, Entre Raquel y yo hace bastante tiempo no hay nada. te acompaño a la puerta.
Una vez en la puerta Lorenzo tomo una de las manos de Rebeca, ella voltio a mirarlo, y sus miradas se detuvieron mirándose el uno al otro por varios segundos, hasta que soltó su mano y se marcho.
Ya en su habitación, Rebeca no podía creer lo que le estaba sucediendo, realmente si sentía una atracción por el , pero por ser un hombre casado no creyó en que sea posible, pensó mas de una vez ir a despertar a Alondra para contarle que sus predicciones se estaban haciendo realidad, —es un hombre de buenos sentimientos, se ve que a estado sufriendo en silencio muchas situaciones, ¡no lo puedo creer! —se dijo mientras contemplaba por la ventana de su habitación la noche.