Las luces comenzaron a apagarse poco a poco y mis nervios casi estallaron. Cogí la mano de G en la oscuridad emocionada. Pude ver sus ojos brillar. Creo que él sabía que me encantaban Los Miserables. En realidad, siendo sincera, creo que todo el mundo se enteró de que los adoraba cuando empecé a cantar con el actor que hacía de Jean Valjean. Me callé rápido, pero seguí moviendo la boca con cada una de las canciones. Reí y lloré con la obra. Fue preciosa. Estuve hasta el último momento disfrutando como una enana. Esto era pura felicidad. Cuando acabó me levanté del asiento y aplaudí como una loca. Me daba igual que todos me mirasen raro. Había sido fantástico. Aún tenía mojadas las mejillas de todas las lágrimas que había derramado. De alguna manera, todos y cada uno de los personajes de e