Me retiró la silla al lado de Cami y me senté, dirigiéndole una sonrisa. A mi lado estaba Hunter, que se levantó en el momento en el que G se le acercó con cara de pocos amigos. Murmuró una excusa y se sentó más lejos, dejándole la silla de mi lado al idiota. Parecía que la noche iba a ser más que interesante. Me aguanté la risa. Cami se imaginaba algo así porque me miró divertida. Asentí un poco y una sonrisa gigante se encajó en su rostro. Tener una compinche para estas cosas era genial. -Bienvenida a mi familia, señorita Samantha Sthephens.- Alzó una ceja divertido. Sí, mi apellido era el mismo que el de Hechizada. Creo que eso fue el desencadenante de la obsesión de mi madre. Mi padre no se opuso. Debería haberle dicho que era patético. Ya era un poquito tarde.- Encantada de conocerle