ALANA Me quedé un momento pensando mientras terminaba de comer mi fruta. Había mil cosas en mi cabeza que daban vueltas sin cesar, al igual que el encendedor que estaba en mis manos. No sabía que pensar y cada vez me era más difícil saber si Erik decía la verdad. Todo era muy confuso de un momento a otro. Definitivamente tendría que ir con más cuidado y si mi hipótesis está bien, tendría que buscar las pruebas aunque resulte ser uno de los peores dolores de la vida a los que yo me estaría enfrentando. Dejé mi desayuno a un lado y decidí dormir un rato en la habitación de invitados. No me apetecía dormir al lado de él. Durante los siguientes días la convivencia con Erik no fue muy buena, por más que quería que las cosas funcionaran, simplemente no me quitaba de la cabeza aquella noche