ERIK Las cosas entre Alana y yo no estaban bien desde que salí de tránsito aquella noche que me habían arrestado por haber manejado ebrio. Ni siquiera me había dejado tocarla y era cada vez más difícil acercarme a ella. Había dicho algunas cosas sin pensar y eso había empeorado las cosas con ella. Quería que estuviéramos bien. Llegar a casa y que ella estuviera tan sonriente como siempre lo había sido. Sin embargo, me había encontrado con una barrera difícil de penetrar y eso me preocupaba. Si las cosas seguían así nuestro matrimonio comenzaría por derrumbarse y entonces habría serios problemas. Tenía que hacer algo para volver a estar bien con ella. Más que mi padre no había tenido ningún problema de salud, aparentemente, desde que ella y yo estamos juntos. Pensé mucho en maneras de