Diego
Verla de pie delante de mi fue algo que realmente no me paso por la cabeza en ningún momento, yo no podía con la felicidad, a su lado estaban los dos niños, que al verme sonrieron, la nena se soltó de la mano de su mamá y vino a mis brazos, evidentemente no me opuse y la abrace, el niño es un poco más retraído, poco sociable en sí.
Minutos después, Dayana me dijo que habían algunas cosas que debía conversar conmigo, y que esperaba que tuviera tiempo pa atenderla, justamente cuando deseaba darle una respuesta, llegó el señor San Clemente, y hubo algo en ese momento que me pareció un tanto peculiar, ambos tenían miradas muy similares.
Lo bueno de todo fue que Dayana acepto esperar, le pedí a mi secretaria que trajera alguna cosa dulce para los niños y le sirviera algo de beber a Dayana.
Note al señor San Clemente un poco alterado, como si de un momento a otro estuviera desconcentrado, tal parece que hubo algo que lo pusiera de esa manera, y en un momento no aguanto más y me pregunto por Dayana, yo le comente de manera superficial lo que sabía de ella, vi que agacho su cabeza, pero mi asombro no quedó allí, fue mucho más cuando el me dijo que si sabía si Dayana tenía una hermana y que esta se llamara Thais, mi respuesta fue afirmativa y a él se le iluminaron los ojos, pero cuando continúe diciéndole lo que pasó con ella, su rostro se desencajo.
Un hombre que vino hoy a mi oficina para la presentación de los planos de lo que sería su complejo de hoteles, ahora estaba sentado tomando una agua de azúcar, pues sufrió un descompensacion.
Me pidió hablar en otro momento y lugar, que necesitaba de mi ayuda, además de mi discreción.