Mi historia - Aníbal San Clemente
Quizá muchos dirán que la vida me esta dando lo que me toca, en cierta forma tienen toda la razón, pues lo que ahora paso, seguramente es parte del karma que me toca pagar.
A la edad de 15 años, mi padre quien era una persona influyente y de mucho dinero del país, me envió a estudiar a otro país, fue en ese viaje que conocí el amor verdadero, claro que, al enterarse mi padre, como todo hombre que desea que las cosas se hagan como él decía, me lo prohibió y como tampoco tenía la edad para tomar mis propias decisiones me tocaba aceptar lo que me dijese.
Mi madre, ella era de las personas que nunca opinaba en las decisiones de mi padre, sino que las acataba sin ningún reparo, se puso de parte de él. Pero más, sin embargo, no hice las cosas como ellos querían, las mantuve en bajo perfil, no quería alejarme de mi hermosa Dalia, ella era una mujer humilde proveniente de Cuba, quien había emigrado para poder trabajar y ayudar a sus familiares.
Años más tarde específicamente cuando ya tenía 19 años, y aunque me encontraba estudiando aun, le propuse a mi querida novia que nos escapáramos, tenía dinero guardado, además las cosas no se saldrían de control pues al llegar al país donde nos iríamos me cambiaria el nombre.
Ella como toda mujer enamorada acepto, nos fuimos de regreso a la Isla, cambie mi nombre, había aprendido algunos trucos en la especialidad que estudiaba, así que no se me hizo difícil hacerlo.
Las cosas estaban bien, o al menos eso pensábamos pues los primeros dos años las cosas estuvieron muy tranquilas, yo trabajaba en algunas cosas que pudiera, para poder tener sustento. Cuando llegamos a la isla nos dimos cuenta que nuestra primogénita venia en camino, claro que como padres primerizos y con una situación rara en la que nos encontrábamos, estábamos asustados, pero gracias a Dios el embarazo llego a feliz término, lastimosamente mi hija nació con algunos inconvenientes de salud, aunque no fueran de gravedad, si eran de cuidados.
Logre conseguir un mejor trabajo, y así pudimos vivir tranquilos algunos años más. Dayana nuestra segunda hija llego a nosotros de forma inesperada, consolidando la familia, éramos felices como estábamos, no teníamos grandeza, como seguramente si la tendría a lado de mi padre, pero la felicidad de ver a mis tres mujeres amadas junto a mi nadie me lo quitaba.
Años más tarde la desgracia volvió a mi vida, mi padre había contratado algunas personas para buscarme, claro que por mi nombre no daban conmigo, pero a pesar de haber cambiado mi aspecto, llegaron hasta mí, así que la única opción era volver a Estados Unidos, pero esta vez donde mis abuelos maternos, que yo sabia que ellos no apoyaban a mi padre, es más lo odiaban, pues decían que él había cambiado a mi madre.
En la huida, las cosas se tornaron sumamente difíciles, tanto así que mi hermosa Dalia pereció, ayudo a mis hijas a ponerse a buen recaudo, a mi me golpearon de tal manera que no supe más de mí, sino hasta que desperté aproximadamente un año después, uno de los hombres que se compadeció de mí me dijo que había ayudado a las niñas a que alguien las recogiera, y puso a mi Dalia en un lugar donde pudiera tener una sepultura digna. Todo lo que me dijo desgarro mi corazón, había sacrificado mi familia, al amor de mi vida, por no tener los pantalones adecuados y haber enfrentado a mi padre, o hacer alguna cosa para que ellas no corrieran peligro, pero no, tuve que ser cobarde, el mismo que ahora vive un calvario, sin el amor de mi vida y mis hermosas niñas, que seguramente deben estar hechas todas unas mujeres, quizá hasta familia tengan.
He hecho de todo para poder encontrarlas, pero no se que mismo es lo que paso que no di con ellas por mas que hice de todo y sigo haciendo a lo largo de los años.
[…]
En cuanto a mi padre, después de que me capturo, me tuvo cautivo por dos años más, me envió a Europa, a que terminara mis estudios, con una seguridad extrema. Cuando salí de la universidad, me volví a estados unidos, con la finalidad de contratar un investigador para dar con mis hijas, pero todo fue infructuoso. Fui obligado a contraer matrimonio con una mujer a la que literalmente odiaba, mi padre deseaba que yo le diera un heredero, pero no estaba dispuesto a estar con ninguna mujer, porque mi corazón y mi cuerpo le pertenecían a Dalia. Fui más astuto que él, en Europa me hice realizar una vasectomía irreversible, ya que sabía que usaría muchas tácticas para hacer que yo esté de manera intima con Dolly, para que ella se embarace y que le diera lo que el ansiaba, pues no quería reconocer que ya tenía dos nietas.
[…]
Años después …
Al ver a esa joven en el aeropuerto las cosas que guardaba en mi corazón se removieron, pues ya tenía unos años en los que me había resignado a que no las encontraría.
La volví a ver en la oficina del arquitecto con el que tenía la reunión, y me causo una gran impresión, mucho más cuando él dijo su nombre, ahora debo averiguar mucho más de ella, y si tiene más familia, todo lo que pueda.
…….
Dos semanas después…
No hay botella de alcohol que me pueda ayudar con el dolor que ahora siento, si no fuera fiel creyente de Dios, fuera hasta donde mi padre y acabaría con su vida en un instante, él fue el causante de que yo saliera huyendo, que perdiera a mi mujer, que mis hijas crecieran sin nosotros, y lo que es más, que Thais enfermara de la manera que le paso.
Todas las investigaciones, todas las pruebas de que esa jovencita es mi hija, están dadas, y saber que mi hija mayor murió a causa de su enfermedad por no tener dinero para tratarse, mientras yo la buscaba desesperadamente, duele en lo más profundo de mi ser, enterarme que tuvo que trabajar de mil cosas, para poder ayudar a que Dayana comiera y estudiara, todo me carcome.
Mi padre hizo que uno de sus hombres les pusiera en medio de la ropa unas actas de nacimiento apellidos falsos, y como eran dos pequeñitas, que apenas sabían hablar bien, fácilmente las demás personas se dejaron llevar por lo que los papeles decían.
Llevo dos semanas llorando su perdida, ahora sé donde la sepulto Dayana, he ido algunas veces, le he pedido a mi hija que me perdone, que me ayude a acercarme a su hermana, que nos necesitamos, y que por algún motivo la vida nos puso en el mismo lugar. Con ese ultimo pensamiento caigo en la inconsciencia…