En el camino a la universidad, tuve que mirar en Google Maps desde el teléfono, porque realmente estaba perdida.
Kill me había explicado cómo llegar, pues no había venido antes, ya que todo el proceso de registro lo hice desde la Web y ya lo demás debía traerlo y retirarlo.
El me había dicho que me acompañaría, pero quería tener esta experiencia sola, para después poder contarlo en un momento de story time con los amigos más cercanos.
Y en medio de mi camino hacia la universidad, me causó una impresión ver a Fred con la famosa Stephanie. Estaban los dos en el auto, en el mismo tráfico que yo. La reconocí por la foto que el me había mostrado anteriormente. ¡Si que tengo excelente memoria para los rostros!
El me había visto, pero fingió no hacerlo porque la novia estaba molesta, en parte por mi... Pero, como yo soy un poquito loca a quien no le importa lo que piensen los demás... lo saludé.
–¿Fred? ¡Que loco que estemos en el mismo tráfico!
–Hola, Bryony. –Se notaba que tenía pocas ganas de contestar.
Apenas y movió los labios para articular las palabras. Su novia me miró con desconfianza sin disimular.
–Hoy si debes descansar y dormirmejor. Nos vemos luego, Fred. Besitos.
Admito que fue muy imprudente de mi parte, pero fue divertido ver su cara, la cara de los dos en realidad. Probablemente le haga una discusión y crea un escándalo por eso.
Cuando el semáforo cambió las luces, me fuí inmediatamente, aguantando las ganas de reírme, hasta que lo solté... Parecía una completa loca que iba riéndose en la moto a carcajadas por sus ocurrencias. –Bueno, no es para tanto, Bryony– Yo misma hablándome, pero por alguna razón me sentía feliz.
Feliz de comenzar una nueva vida, en una nueva ciudad con nuevas personas a las que conoceré tanto en el trabajo como mis estudios, la oportunidad de crecer como cantante, todo me hacía sentir eufórica. Era inevitable no sentirme feliz, yendo a velocidad aceptable en mi moto, riéndome, sintiendo la brisa soplar en mi cara. Esa sensación de comodidad y paz, era tan grandioso, y sabía que lo mejor estaría por llegar, me daba curiosidad saber lo que me deparará el destino en este nuevo comienzo.
Estacione mi moto cerca de la entrada de la universidad, me quité el casco y vi que era mucho más grande en persona que por las fotos, y tenía ese aire de vintage, se veía tan hermoso. Habían varias personas entrando y saliendo, con papeles y mochilas. Algunos haciendo intensivo, era tan obvio por las caras de estrés que llevaban y las quejas que soplaban.
–Buenas tardes, vengo a terminar mi papeleo para prosecución en Diseño Gráfico, me habían informado que era en el salon IF07... Pero, es primera vez que vengo por lo que estoy un poco perdida.
La señora de cabello corto, estilo Pixie, fue amable aunque se notaba atareada y estresada, tenía montón de trabajo por hacer. Por lo que fuí también paciente.
–Claro, indicame tu nombre, apellido y número de identificación.
Se lo facilite. Y me dio un papelito con ciertos datos y la firma de ella. Me explico cual era el salón, pero era tan grande que me confundí.
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Me detuve a ver a alguna cara que sea viera amable, pero la verdad todos se veían estresados o que tenían prisa.
–¡Disculpa! –Le dije a un chico corpulento, que estaba observando su teléfono. Se veía amigable, por lo que procedí sin pena alguna–. Soy nueva aquí, ¿me dirías por favor cómo llegar al salón IF07?
El me sonrió amablemente, arreglando algún mechón de su cabello. –Claro, te acompañaré. Me recuerdas la primera vez que llegué aquí también.
–¿Eres de aquí? –Pregunté mientras íbamos caminando por un pasillo largo, esquivando a los que venían.
–No, pero llevo ya cuatro años viviendo en esta ciudad por lo que conozco lo suficiente como para no perderme.
–Que genial, espero aprenderme esto rápido. Por cierto, soy Bryony, pronto escucharás mi nombre en todos lados... muchas gracias por guiarme. –Le estreché mi mano para saludarle.
–¿Por qué lo dices? —Se sonrió desconcertado. –Y mucho gusto, soy Nick.
–Porque seré la mejor cantante que este país pueda tener. –Guiñe un ojo, y le di un saludo con la mano de lejos, ya entrando al salón.
El se quedó con ganas de decir algo, pero viendo mi prisa se limitó solo a despedirse. Me gustó como se le veían los jeans rasgados y esa chaqueta de chico jugador de fútbol americano. Siempre he tenido ese pequeño delirio porque algún amor mío me llegue a colocar su chaqueta, es tán cliché, pero tan romántico que no pasa para nada de moda.
Un señor que probablemente era un profesor, me mandó a sentarme junto con otro grupo de alumnos bastante amplio. Y comenzó a dar un discurso sobre la universidad, sobre las reglas y normas de la institución, y lo que debíamos hacer para cumplir con satisfacción nuestro estudio.
Fué preciso en la información, no me aburrió en comparación a mi antigua universidad. Explicó excelente y no tardó horas y horas, fue cuestión de media hora.
Firmé unas cosas, dejé unos documentos míos. Y estaba formalmente inscrita en mi nueva universidad.
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Salí, y fuí a buscar mi moto. Revisé mi teléfono que estaba en silencio para evitar interrupciones en pleno discurso. Y tenía un mensaje de Kill sobre Fred.
"Baby Bry, no sé lo que hiciste, pero ahora Stephanie te odia mas."
Me reí sorprendentemente. ¡Qué chica tan celosa y desconfiada! estoy segura que ella sí debe tener un montón de amigos hombres que no son precisamente "amigos". Conozco ese tipo de chicas, por lo que lo hice a propósito para divertirme un rato.
"Allá te cuento lo que pasó, te vas a reír, así como lo estas haciendo ahora".
Le respondí el mensaje.
Y encendi mi moto, cuando estaba yendo hacia atrás para dar la vuelta y salir, vi al chico que me guió al salón. Cuyo nombre se volvió humo en mi cerebro, que no sé porqué se me hace tan difícil recordar nombres...
–Hasta luego, Bryony. Linda moto.
–Gracias a ti, hasta luego.
Me fuí con cuidado, debido a que los autos estaban como locos. Y me fuí por el camino más largo solo para conocer un poco más la ciudad, los centros y tiendas. En eso, vi una tienda que tenía un papel pegado en la vidriera "¡Concursa para ser un increíble cantante...!"
Inmediatamente me detuve, me llamó la atención el papel, y anoté el número en mi teléfono.
El papel decía que habrían jurados especiales con muchos años de experiencia artística y profesional en la música. Cosa que me emocionó mucho más, y uno de los premios era recibir una clase, por cinco meses para explotar tu voz a su máximo esplendor en cuanto al canto con David Duncan's, un destacado profesor de canto, cuya voz era envidiable y admirable. Quise una vez inscribirme en uno de sus talleres, pero era muy costoso para mí y con las tantas cuentas y cosas pendientes por comprar, nunca pude darme ese placer y gusto de ver clases con ese distinguido profesor.
Antes había tenido otras clases y cursos de canto, más económicos y algunos gratuitos, que me ayudaron muchísimo, también leyendo libros y revistas, y viendo tutoriales por Internet.
He escrito muchas canciones, pero hasta ahora ninguna me ha convencido, solo las veo como poemas y versos.
Y justo cuando pienso como sería una clase con David, mi imaginación se disparó, y me veo sentada escuchando todo lo que tiene que enseñarnos, dándonos demostraciones, y de pronto me pide a mi que pase al frente para que haga una muestra de mi modo de cantar. Y él muy serio (porque así es su personalidad) me dice que canto muy bien y que tengo potencial. Escuchar eso sería un sueño hecho realidad, uno de mis sueños.
Sin darme cuenta, casi me llevo por el medio a Frederick. Quien estaba cruzando la calle para entrar a mi departamento.
La moto sonó tan pronto cuando frené, a pocos centímetros de golpearlo, agradecida de que no haya pasado así, sin embargo el susto me sobresalto.
Me bajé directamente, y le extendi la mano para levantarlo porque su reacción le hizo echarse hacia atrás cayendo sentado.
–¡Disculpa, disculpa! ¿Estas bien? ¿Tienes alguna herida? ¿Algún hematoma?
Quise tomar su mano para ayudarlo a levantar, pero el se levantó sin darme la mano.
Me dejó con el brazo extendido, se veía molesto...
–Estoy bien, no se preocupe. Solo venía a llevarme a Tobías.
Me habló formalmente, refiriéndose a mi de "usted". ¿¡Qué rayos...!?
–Disculpa, se que vine distraída, también debes tener más cuidado cuando cruces una calle. Y ¿cómo no? Tobi debe estar allí.
–Bien.
Que tipo tan raro, en la barbacoa parecía estar a gusto, incluso se durmió en mi sofá y ¡sonreía viéndome cantar! Y ahora está siendo indiferente conmigo... No lo soporto.
–Bien. –Repetí.
El se fue primero a la entrada y esperó que yo abriera la puerta.
Abrí, pero el no entró. –¿Vas a pasar?
–De acuerdo.
Entró, y apenas vió a Tobías, le dijo para irse. Tobías se despidió de mi con un abrazo y un beso en la mejilla, mientras que él, el estúpido de Frederick solo dijo "Chao, cuídense. Nos vemos Killi" Sin ni siquiera la mano cómo mínimo, era obvia su molestia.
¡Pero, que tipo tan obstinado...!
–¿Qué culpa tengo yo de su novia desquiciada? –Dije asombrada y molesta. Dejándome caer en el sofá.
–¿Y ahora que hiciste pequeña Bry...? –La voz de Kill era de indignación y gracia a la vez.
—Una pequeña diversión, no era para tanto.
El se cruzó de brazos, mirándome fijamente mientras esperaba que el espagueti estuviese listo.
–Me encontré con Frederick y su novia en el tráfico, el se hizo el loco cuando me vió. Pero yo, solo por jugar con su paciencia le saludé de lo más normal, pero su novia que es una psicópata lo vió cómo si yo le hubiese coqueteado a él.
–Pero entiendela, primero ve un vídeo donde sale su novio muy sonriente hablando con una chica, y de paso se entera que se quedó a dormir ahí mismo. Luego se encuentran en el tráfico y tu le saludas "muy normal" Porque te conozco y sé cómo le habrías saludado.
–Bla, bla, blá. –Balbucee– Estas exagerando, él es un obstinado engreído con una novia loca que hace lloriqueos para tenerlo bajo sus pies al pobre... Y para darle más drama, casi lo atropello con la moto.
Me reí al decir eso.