2 -Entre kareokes, alcohol y sonrisas-

2260 Words
La carne estaba súper blanda y fresca, y jugosa. ¡La barbacoa sí que me cayó de maravilla! Estuvimos rato hablando de nosotros, para conocernos más y no tarde en tomarles confianza a ellos, ya que como eran muy amigos de Kill, debían ser mis amigos también. –Kill, no puedo creer que no haya conocido a tus amigos antes... Te odio. –Deberíamos lincharlo, ¿qué opinan? Contestó el chico alto de ojos verdes que ya me había memorizado su nombre, Frederick. –¡Hey! Pero, ¿por qué creen que los invité? Así están conociendo a la baby Bry. –Si, si. Te salvas por eso. Kill estaba muy pendiente de su teléfono, tanto que casi no hablaba con los chicos, sino era yo quien hablaba con ellos. Y como no sufro para nada de timidez alguna, siempre he sido tan natural con todos, nunca he pasado a estar nerviosa frente a alguien o por hablar con alguien. Ni siquiera enamorada... Aunque creo que no me he enamorado, pensándolo bien. Solo han sido simples "me gustas" O atracciones temporales. Pero solo hasta ahí. –Bry, ¿tienes novio? Me preguntó Tobias, el de baja estatura. Pero, lo hizo solo por conocerme, no me estaba coqueteando, no lo sentí ni vi así. –Novio, una palabra que no cabe en mi. No, no tengo. Siguiente pregunta. Ellos se rieron, y sacaron más latas de cervezas de no sé dónde. –¿Y eso? ¿Decepciones, corazones rotos, mala suerte o eres lesbiana? –Soltó Frederick sonriente. –No, me gustan los hombres. –Sin titubear, lo miré directamente, y eso creo que lo hizo incomodar, cosa que me causaba mucha gracia. –¿Entonces? –Solo, no tengo tiempo para eso, y aún no he encontrado a esa persona. –Eres una chica bastante peculiar, con veintitrés años y nunca te has enamorado... –Corroboró Tobias pensativo. –Supongo. Di unos sorbos a mi lata de cerveza. –¿Y ustedes? ¿Solteros, casados, con hijos, con novias o relación complicada? –Yo soltero, me gusta salir con mis amigas y con ellas estoy satisfecho. –Amiguitas. –Hice comillas y me reí.– ¿Y tú Fred? Tomó su celular y me lo mostró de frente. –Es ella, su nombre es Stephanie. Es mi novia... –Llevan seis meses de novios... ¡Que romántico! ¿no crees? –Añadió Tobias quien estaba muy emocionado por la conversación y por algo que veía en su i********:. –¡Uy...! Es linda, pero se nota que es una fresita, o ¿me equivoco? –Diste en el clavo, Bry. ¡Carajo! Debes ser vidente. –Tobias ya llevaba cuatro latas de cerveza. –¿Por qué dices eso? Fred se puso más serio, supongo que no le agradó mi comentario, pero no me interesaba. –Solamente detalla esa foto. Uno, exceso de maquillaje, dos, exceso de accesorios, tres, ropa bastante sexy y cuatro una mirada de caprichosa. Total, una chica fresa. –Eres asombrosa, siento que te amo, Bry. Tobias me dio unas palmaditas en la cabeza acariciando mi cabello, asombrado y riéndose a la vez. –Gracias, gracias. –Hice una reverencia. –Quizá es como dices. Pero se ha ganado mi corazón, deberían ustedes dos buscar maneras de encontrar su amor. Tobias y yo nos miramos por un rato seriamente, como tratando de entender lo que Fred decía. Hasta que soltamos unas carcajadas. –¿Ah? estás loco, dejaré eso para cuando sea un señor de cuarenta años, con sentimiento de culpa y bastantes ganas de tener una señora que duerma conmigo diario y pelear por cosas absurdas. –Yo en cambio, no estoy apurada con eso... Realmente es de poca importancia ahora. Me levanté del taburete de madera... Y > mi cabeza me dió vueltas. –Chicos, no beban más... La Bry esta poniéndose de cabeza. –No es para tanto, Kill. Estoy bien, solo me dió un pequeño vértigo. No me sentía ebria, estaba muy consciente. Y quería seguir hablando con Tobias y Fred. Pero, Kill quien me conocía de pies a cabeza, sabía que ya estaba entrando en la primera estapa de la ebriedad. –Chicos, chicos. Hagamos un Karaoke, ¿de acuerdo? Tobias no paraba de divertirse conmigo, en cambio Fred solo sonreía, como si estuviese tratando de ocultar las ganas de divertirse también. Puse karaoke en mi teléfono el cual conecte a un amplificador de sonido. Y comencé a cantar. –Gracias al cielo eres buena en eso, porque debo soportar cuando cantas diario... –Se quejó Kill. –Uno, dos, tres... –Preparé mi voz. –¡Destácate artista! –Exclamó Tobias. Y comenzó la pista, acto seguido comencé a cantar. Cerré mis ojos, e imaginé que todo estaba oscuro y solo habían luces para mí. Que yo era un ángel libre y feliz. – Sé como susurrarte, y sé cuando gritar. Sé cuando mentimos y cuando decimos la verdad. Sé cuando te siento y se cuando imaginar, se cuando es un sueño y sé cuando se hace realidad. Tobias agrandó más sus ojos al escucharme, reconociendo la canción. –¡Air supply! Making love out of nothing at all. —Exclamó. –Sé como ir a buscarte y sé cuando escapar. No sé como dejarte, ni como irme de ti, y sé que la noche es eterna y que un tiempo pasará y yo nunca te diré lo que tengo que decir aunque con esto sé que puedo herir. Y sé que somos diferentes pero sentimos siempre igual... Kill como mi fan número uno, disfrutaba de oírme cantar, balanceando su cabeza de un lado a otro, mientras tomaba cerveza. Y cuando comencé a cantar la siguiente estrofa, Fred se dignó a mirarme. –Sé que soy un perdedor, también soy un ganador y es el juego que yo debo jugar. No sé como vivir contigo ni tampoco se vivir sin ti... Solamente tu sabes como hacer... De la nada, haciendo el amor... Sonrió ligeramente, cosa que me tranquilizó, viendo su manera tan distante y seria de ser, al menos verle sonreír por mi canto me dió satisfacción. Luego Tobias y Kill me acompañaron en el coro. –De la nada, haciendo el amor... De la nada, haciendo el amor, de la nada... Frederick después me quedaba mirando, como si admirara algo único, cosa que me dio mucha gracia y me hacía querer seguir cantando. Cuando terminé todos aplaudieron. Y Tobias, que ya estaba medio ebrio, comenzó a cantar otra canción de Air Supply. Kill, aturdido por los tonos desafinados de Tobias, le pidió que se sentase, porque cantaba horrible. –Hieres mis sentimientos, bro. Me hieres. Y hacia gestos exagerados de melancolía. Fred comenzó a reírse con más soltura, quizá el alcohol también le estaba comenzando a hacer efecto, y por eso ya estaba sintiéndose más cómodo. –Bry, ¿podrías cantar otra? Cantas hermoso, es un verdadero placer escucharte. –Comentó él. Tomé un sorbo más. Y coloque otra pista, esta vez una más alegre que me encantaba y era un clásico. –Complazcamos al querido público. Hice una reverencia un poco exagerada, debido a los mareos que me atacaban de repente. –Hey, acabo de conocerte. Y aunque no hables, esto es una locura. Si tengo suerte... quizás me llames. Es difícil mirar bien, a ti, bebé. Pero aquí está mi número. Así que llámame, tal vez... Cuando me escuchó cantar esta canción, ¡Oh Dios mío! Juro que nunca había visto una sonrisa tan preciosa y deslumbrante. Cantaría toda la noche por ver esa sonrisa, solo por ver esa sonrisa de ese chico de cabello sedoso y ojos verdes. El engreído de Frederick... «Solo sonríe, y yo estaré complacida, así como tú lo estas al escucharme.» – Te tomaste tu tiempo con la llamada, no me tomé tiempo con la caída. No me diste nada, pero aún así, estás en mi camino. Te lo ruego, y me pides prestado y robo. Tener previsión y es real, no sabía que lo sentiría, pero está en mi camino. Tu mirada se sostenía, jeans rasgados, la piel mostraba. Noche calurosa, el viento soplaba. ¿Adónde crees que vas, nene? Kill comenzó a bailar junto a mi, Tobias estaba grabando todo en su teléfono y Frederick solo nos admiraba mientras sonreía, deslumbrandome la vista. Eran ya la 1 de la mañana. Kill mirando la hora, me alertó. —Bryony, mañana debes buscar tu horario de clases. –Lo sé, Kill. Tranquilo. Yo seguía conversando con Tobias y Fred. –Y es temprano en la mañana. –Repitió. Esbocé una sonrisa cansona. –Ya lo sé, relájate. El me miró con recelo. Tobias puso una música muy rítmica, y me invitó a bailar. –Ven, ¡vamos, baby Bry! –¡Vamos! Entre risas y músicas se nos fue el tiempo. Yo me quedé dormida en el sofá, junto con Tobias. Y Fred en el otro sofá. A Kill no lo vi, supongo que fue a dormir a mi habitación, y lo odio por no haberme despertador para que al menos yo durmiera en mi cama. –Bry, Bryony, ¡Bryony despierta! –Dejame Killian... –Murmure media dormida. –Porque creo que debes ir a la Universidad... –Aja si, la univer... Me levanté instintivamente, sin darme cuenta que Tobias estaba apoyado en mi piernas y se cayó, despertando asustado. –¿¡Que ocurre!? —soltó despertando. –¡Me quedé dormida para la universidad! Kill comía tan relajadamente como si nada le hubiese afectado, y Frederick dormía como un niñito tranquilo, se veía bien, y en cierto modo tierno. Fuí deprisa a ducharme, cepillarme, y vestirme formal, para verme más profesional, a pesar de que sólo iba a llevar y a buscar unos papeles, mirar la matrícula, el horario y ver cómo es la nueva universidad. –Diantres... –Tobias se quejaba y estrujaba su cara.– Me late el cerebro. Kill le lanzó una toalla. –Ve a lavarte. Los papeles se intercambiaron, la niña responsable término amaneciendo con resaca, y va tarde a sus diligencias. Y el chico "loco" no tomó, y se despertó temprano, para poder cuidar de los niños... –Me quedé dormido... –Murmuró Fred, que recién abría los ojos de su sueño profundo. Lo quedé mirando risueña, me causaba gracia que después de andar de serio, se quedó dormido en mi casa y con resaca. Pero, la cabeza comenzó a dolerme como fuertes punzadas. –No puedes irte sin antes tomarte este caldo. –No, ya debo irme, es tarde... Me dirigí a la puerta. Pero, Kill me detuvo. –No, no. De hecho es temprano aún. Te llamé antes porque sabía que se haría tarde... Miré la hora. Y la expresión que hice en mi cara era un poema. –¡Kill! Oh Killian, eres el mejor amigo del mundo. ¡Ah! –Me quejé del dolor. –Creo que alguien se molestará con alguien... –Le dijo Tobias a Fred, al ver su cara de preocupación. –Dios mío, debo irme. Y tú Tobias... Estas muerto. —Sentenció Frederick. –¿Pasa algo? —Le pregunté tomando de la cuchara. –Stephanie... –Es tu novia, no tu mamá. Cálmate. —Agregué no muy consciente de lo que decía. –No te vayas sin antes beber algo caliente, bro. Ven. –Kill amablemente le sirvió en un plato hondo, caldo de pollo. –Gracias. Y los tres tomandonos el caldo, mientras Tobias impactado viendo su i********: nos exaltó. –¿¡Qué carajos hice...!? Su rostro se empalideció. Kill se asomó a ver su teléfono. –Que inteligente de tu parte... Jeje, chicos no es nada. Solo Tobias grabó todo el espectáculo que hicieron en i********:, incluso subió fotos borrosas. –Señaló–. Esta esta súper cómica... Ah, por eso Stephanie debe estar molesta, ella le dio like. –¡Diablos...! Perdón, chicos, les juro que pensé que lo había guardado en el teléfono y no recuerdo haberlo subido directamente. –Déjame mirar... –Le quité el teléfono, y Fred me miró, hasta que no aguantó más y se acercó a mirar también.– Increíble, primer día y ya hice el ridículo en todo tu i********:. Al menos canté bien, sueno fenomenal ¿verdad, Fred? Fred estaba rojo. No se si de molestia, de nervios o preocupación... Pero se veía lindo ruborizado. –Me iré, ustedes cuídense. Hablamos luego. A penas se tomó la mitad y encendió su auto y se fué. Tobias me miró y añadió. –Sucede que Stephanie es muy exigente, y Fred no es de salir y beber hasta dormirse... solo con sus amigos de confianza, o sea nosotros mismos. Y lo hacemos muy poco. –Aish pobre, ya voy entendiendo... –Y de paso, estabas tú en uno de los videos hablando con él, muy sonrientes cosa que ella usará para realizar la mejor historia de amor. –Mi alma... Ya me gané una enemiga sin querer. Pero, me importa un bledo. –Reí sarcásticamente. –Eres tan loca, te adoptaré como mejor amiga también. ¿Si puedo, puedo, Killi? –Ella está demente, pero es mía, consiguete la tuya. –Jah, que celoso posesivo. –Concluí. Tomé mi bolso y me despedí. –Chicos, me voy. Nos vemos. Encendí mi moto, la cual compré hace dos años. Y es mi bebé, me sirve para ir a todas partes. Y me fuí, todavía sonriendo por las locuras que apenas habían sucedido...
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