J

2352 Words
Juntos: ¡Y vamos! Quiero tu compañía, quiero correr a atrapar los relámpagos junto a ti, quiero bailar bajo la tempestad y, quiero ver cuan valiente eres por mi. ¡Eso es lo que quiero! ¡Todo estaba pasando! Todo eran simples recuerdos. Recuerdos que se mezclaban entre sí para revolucionar con toda mi vida. En la noche, cuando todos parecían dormir había sombras en su habitación. El pequeño se mordía los labios, intentaba ocultar sus gemidos mientras sus manos secaban las estrellas de su rostro. Era su piel, la piel del chiquillo, donde todo esto parecía estar destrozado. —¡Shssss! —pronunció la sombra de sus miedos—. ¡No te quiero lastimar! ¿De verdad no le causaría ningún daño al pequeño? Su mano comenzó a recorrer la espalda del chico y una sensación terrorífica se asomó en su alma. Tan indefenso y puro, con sus estrellas a punto de dormir, estás brillaban aún más con la esperanza de sobrevivir a su sombra. ¿Que tenía planeado este hombre? —¡Vete por favor! —le suplico el pequeño—. ¡No quiero que tú me..! Él le tapó la boca y lo apretó contra las almohadas. ¡Esto estaba ocurriendo una vez más! ¡Y si! La noche apenas comenzaba y el terror se escurría al entrar a su cuerpo de forma intensa. —¡No puedo dejarte libre esta noche! —su voz era tan oscura— ¡Quiero jugar contigo! ¡Te necesito mi niño! Las estrellas de su alma entonces sintieron la oscuridad del cuerpo de aquel hombre, sintieron todo su ser entrar de forma dura en su fugacidad, porque resultaba ser que ahora también la luz del pequeño brillaba para su sombra. Así comenzó todo. ¿Si pudieras cambiar tu vida, que cambiarias primero? La realidad es que no podemos regresar el tiempo pero si podemos aprender de él. Cuando termine de estudiar la secundaria mamá parecía estar un poco sofocada a causa de los comentarios que le hacian sus amigas. Todas coincidían en que ya me había "quedado". La mayoría de los chicas de mi edad en el pueblo ya son papás. Algunos tienen un bebé en brazos y algunos otros ya van por el segundo hijo. ¡Que costumbres las de esta sociedad que adoptó como cultura el no disfrutar bien de la juventud! —Hijo ¿ya te fijaste en esa muchacha? —preguntó mi mamá aquella mañana—. Es la hija de don Miguel. Parece una buena muchacha. Ella parecía muy entusiasmada al hablarme de aquellos prospectos para poder contraer matrimonio. —¡Mi madre! Miguelita Junior se come los mocos. No parece ser alguien muy lista como para contraer matrimonio. Y papá solo escuchaba. A él no le importaba si yo me casaba o me quedaba soltero por más tiempo; él solo escuchaba y me decía que debía de ser muy sensato cuando llegara el momento de perder mi libertad con el matrimonio. —Tienes mucha razón hijo, no se ve muy abusada que digamos. Papá se dedicaba a la carpintería y la mayoría de las personas en el pueblo lo conocían por los excelentes trabajos que hacía, además de que teníamos una mueblería en el centro de la comunidad. Ahora tengo dieciséis años y debes saber que no quiero seguir creciendo. Me aterra, me aplasta el simple hecho de saber que la inocencia se va esfumando a toda velocidad de mí cada día que pasa. Ahora no soy el chico flaco que llevaba el pelo enmarañado todas las mañanas, creci y mi vida parece ser de lo más atractiva, es a veces un río de tristezas y también se torna un mar de alegrías. ¡Solo yo me entiendo! ¿Por qué sentiría tristezas yo? Por que soy humano, soy adolescente aún y duelo y lloro y aunque ahora me veo un poco guapo (la neta si me sentía guapomó aquel día) o arreglado, no siempre fui esto. ¡No siempre fui el nombre que impactaba a quienes escuchaban sobre mi! Se siente chido saber que podemos cambiar el rumbo de nuestra vida con las decisiones que tomamos. Después de bañarme está tarde camine desnudo por mi habitación. Seque mi cabello, puse música y terminé mirándome al espejo. ¿Será acaso que habría sucesos lascivos esta noche? La realidad es que no. Mi cuerpo ahora me pertenecía y no pensaba perder ese poder que yo tenía sobre el. Mis padres se han esmerado tanto en mi, me han cuidado, alimentado, sanado cuando lo necesito y siempre están ahí para mí. He de confesar que he sido un ingrato con ellos, pero se que mis queridos padres ya no se acuerdan de mi pasado. ¿Que pasado abrigaria esta chico? —Quiero casarme con alguien que sea cuerdo, no quiero a una persona caliente que solo busque apagar sus impulsos conmigo. ¡Merezco ser más que un simple placer pasajero! —Hijo yo se que no eres ningún tonta como para casarte con alguna persona tonta. ¡Se que eres más inteligente que todos esos chamacos calientes! Y entonces es aquí donde tengo que pactar algo contigo: no me juzgues por lo que fui, juzgame por lo que soy. —¡Esto apenas comienza cariño! —pronunció frente al espejo y hablo como si te hablara a ti—. Aun no encuentro esa falta de calor dentro de ti. Se que me has comenzado a leer, pero ¿por qué seguir dispuesto a leer sobre mi? Tengo tantas botellas de cerveza en la cabeza que hasta mi boca parecería cantina. ¡Pero no! No soy la cantina dónde puedes beber. No te pertenezco. ¡No más! —¿Acaso quieres tener novio o novia? —me preguntó Raúl. —No. Bueno yo… —¿Entonces por qué me preguntas sobre lo que opino acerca del amor? La botella de vino se veía demasiado bien sostenida con sus dedos. Me ofreció un poco de alcohol y como pez en el anzuelo caí en la trampa. —La neta es que solo tengo curiosidad. Él me fulmino con la mirada y comenzó a reír. —¡Ajá! Te creo. —¡Neta! Te lo digo en serio! —Te conozco bien y se que no es así. Algo te pasa. ¿De quien te enamoraste esta vez? ¡Rayos! Era un defecto mío el enamorarme rápidamente. Porque resulta ser que este chico se enamora rápidamente de cualquier persona que le habla bonito y casi siempre lo terminan botando como piedra sin valor. ¡Qué cosas conmigo! —Pues verás… solo promete que no… —¿De Brandon? ¡Maldita sea! ¿Como lo supo?Casi me ahogo con el trago de vino. —¿Como lo..? —¡Eres tan obvio! No olvides que sé leer tu lenguaje corporal y tampoco olvides que estás hablando con un profesional del amor. —¡No seas tan narcisista conmigo! ¿Dime como lo supiste? —Ambos son unos tarados. ¡Me dan asco! No es mi culpa que anduvieran de viejas calientes en los baños del bar y tampoco es mi culpa que los dos no sepan encubrir sus deseos. ¿Así que era la falta de discreción? Quizá si éramos muy tontos. —¿Y está mal lo que siento? —Es tu sentir, no el mío. Así que, sería mejor que no te ilusiones demasiado. —Pero es que… —Te va a romper el corazón. Tu tienes dieciséis y él tiene veintitantos. ¡Solo trata de no ilusionarte! —De acuerdo. ¡Está bien! Lo intentaré. —Mejor en lugar de estar ilusionándote con un tipo como Brandon, deberías emborracharte esta noche. ¡Venga! Supera esta mierda. Después de todo yo era una perra. Mi vista estaba puesta en ti desde siempre. Escuchaba como platicabas con todos y como es que todos te escuchaban atentos, era imposible no reír con tus tonterías y casi imposible no querer abrazarte de tanta felicidad que poseías. Tu sonrisa era la luz y yo era su sombra. Te veía a la distancia y caminabas en compañía del silencio, que incluso, me pareció que algo andaba mal. Quizá por ello fue que corrí hacia ti, corrí sin dudar y tome tu mano. Tu rostro arqueo ambas cejas y me pareció que sonreías con lágrimas en el rostro. Cariño, debes saber que las lágrimas son sentimientos valiosos, sentimientos que aveces no comprendemos y que queremos "no comprender". Cariño, las lágrimas de tu rostro fueron sentimientos que nunca llegue a comprender. Entonces la tormenta se desato, y en una danza tan suave te envolví entre mis brazos, hundiste tu cuello en mi hombro transformando la tormenta en tempestad, convirtiendo todas tus sonrisas en simples murmullos y a su vez, aquellos murmullos se habían convertido en un corazón roto. ¿Acaso no es tan doloroso fingir felicidad cuando se carga con un corazón destrozado? ¿No es muy difícil aparentar jovialidad, cuando el corazón no es mas que un nudo de desesperación? Mi querida amada, creo que nunca entenderé el porque del amor y el porque del dolor, nunca podre saber el porque de tu sonrisa y el porque de tu llanto. Nunca lo sabré y espero no hacerlo, porque el saber es desconcertante siempre que uno se ve implicado en algo que va más allá de un sentir. ¡Lo siento! Espero que algún día me puedas comprender, cuando comprendas que la tormenta es hermosa mientras los relámpagos iluminan este amor. Antes de que todo comience y al final me mandes al carajo. ¿Que te puedo decir? Tengo un cuerpo que está esperando a que tú lo toques. ¡Si! Tengo la playlist sonando en mi iPod y estoy acostado en tu cama, esperando a que tú hagas algo indebido. Tengo las piernas desnudas y puedo ver mi reflejo en el espejo que está a un costado de la cama. De pronto me encojo despacio entre la música y tu voz que se escapa del sanitario. Mis piernas dejan de moverse y yo quiero incorporar suavemente mi alma en ti. Me he dado cuenta del estado de necesidad en el que me encuentro. Y es que estoy pensando que tú y yo haríamos buena combinación. ¿Piensas lo mismo? Suena la canción de Everything Goes Right a todo volumen y puedo ver cómo me miras y entonces nuestros planes se llevan a cabo. Corres hacia mí, me pongo de pie rápidamente y tomo la almohada. Tú me golpeas en la cara y yo te pego en la espalda. ¡Nos estamos riendo! Comenzamos a saltar en la cama y nos golpeamos con la suavidad de nuestros sentimientos. Tú sonrisa me hace sonrojar y entonces sin pensarlo más, empezamos a bailar en la cama. Me tomas de la cintura y tu mano se siente bien en mí, tu hombro es fuerte y me encanta la sensación de tu piel cuando te toco. Comenzamos sacudiendo nuestros pies de aquí para allá, nos tambaleamos un poco y las carcajadas son inevitables. Le das un trago a la botella de vino y me gusta el olor de tu boca. ¿Cómo debe de ser estar con alguien a quien quieres? Mi impulso de felicidad me hizo abrazarte fuerte, pase mis brazos por tu espalda y sentí tu aroma inundar mis pulmones. Tu pelo se hundió en mi cuello y me estremecí un poco. ¡Eras la noche en qué mi sonrisa dibujaste con tú tinta de amor! Entonces la alarma sonó. La luz del sol aparecío tenue en mi habitación. Las sábanas se habían pegado a mi y me era imposible levantarme. ¡El día estaba comenzando para este chico! Si yo te dijera que la vida aquí es perfecta ¿Me creerías? La realidad de todo esto es que solo tu verás perfección dónde menos lo esperes y aún en esta bola de cosas re feas, puedes ser feliz. Espero que te valla bien sin mi. Que logres crecer en ese mundo y que termines dando semillas a quien tú corazón ame. Mi nombre es Irwin, Irwin me llamo yo y la realidad de este fragmento es pedirte que me mates. Quiero morir pero nadie parece negarse a qué lo haga y la fugacidad de este escrito será repentina en tu mente porque pensarás que estoy loco y querrás comenzar a sacar conclusiones. Pero no mi querido lector. ¿Si tú supieras de mi...? Lo más probable es que hasta este momento todo sea una confusión literaria, qué tal vez no endientes nada de lo que te he estado contando hasta el momento. ¡Bien! Pues exactamente así es como se siente un adolescente, a veces se llega a sentir como si nadie pudiera entender y los sentimientos siempre son confusos a esa edad. Brandon. Un chico cuyas entrañas están llenas de carne y hueso, cuyo corazón es inseguro y cuya alma es agradable a mi vida; termino haciendo algo curioso que hasta yo mismo me sorprendí y me enoje. No puedo decirte que es eso que hizo, no aún, pero si tú supieras no se cómo hubieses preferido que terminaran las cosas entre ambos. ¿Cuántas veces quise volver pero no pude por qué tú no me quiste cerca de ti? ¿Cuantas veces te dije que contigo me sentía de lo más cómodo del mundo? ¿Cuantas veces me hiciste creer que podríamos terminar juntos? ¡Malditas personas que nos ilusionan y juegan con nuestros sentimientos! Por eso te pido, te ruego, te suplico mátame. ¡Mátame! No soporto ver a todos estos turistas que caminan por la calle y me miran, se sorprenden y se compadecen de mi corazón quebrado. Mátame de amor, de risa, de llanto, de calma, de besos, de caricias, pero mátame. Por qué he luchado por tener cosas completas pero tú corazón me lo diste a mitades y eso me lastima. ¡Mátame por favor! Ahora que he entendido que la vida no será a tu lado lo que yo había imaginado cuando estábamos juntos.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD