Capitulo X.

2006 Words
3 meses después. AVERY Dicen que cuando las alas de el amor te envuelven, significa que haz caído. Dicen que debes seguir al amor porque te hará feliz, pero sabes que ese corazón trae una espada en su bolsillo y que puede usarla en cualquier momento para herirte, pero como seres humanos, no la tomamos en cuanta aunque la veamos. Yo vi esa espada en Niklaus desde el primer segundo, pero no pude evitar enamorarme de el. Estos tres meses han sido mi cielo al igual que mi infierno. Niklaus me cuida siempre que puede y me besa cada vez que quiere. Hay días en que lamento no haberme escondido mejor ese día, lamento no haber corrido mas rápido, lamento no haber podido salvar a esos niños, pero entonces, no hubiera podido enamorarme. Porque aunque mi corazon ahora sea de Niklaus, en este lugar he pasado los peores momento de mi vida. Estando en la Casa del tercer Reich, he podido ver y escuchar, se cuando es el momento de la "ducha caliente" de los judíos, se cuando están muy molestos y se dirigen a los campos y quisiera correr, y avisarles a todos, pero no puedo, no puedo. Solo me toca quedarme aqui y llorar, y rezar en silencio por todas esas almas que no tiene culpa de nada. Después de estar aquí mas de tres meses, todo se ha acabado, las reservas, ya no hay nada y de esto es lo que me hablaba Adría, hoy saldremos, la mayoría, a traer mas reservas para la casa, alimentos, madera, animales para matar. Esta mañana Niklaus me había sentado en sus piernas y me lo había dicho para advertirme de algunas cosas que podrían pasar. - ¿Vendrás? - Si, me ofrecí para poder estar contigo Sonrió y le doy un pequeño beso en los labios haciendo que Niklaus sonriera. - Tenia pensado que nos escapáramos por un momento, ya que normalmente nos vamos por un rio al sur, pero cambiaron la ruta, al parecer hay un grupo de revolucionarios en el bosque, son Rusos, quieren vengarse de todas sus familias muertas, así que estaremos muy atentos - Pensé que Stalin y Hitler, estaban bien, lo leí en el periódico hace tiempo - Ya no es así, según me he percatado, creo que Stalin se ha estado contactando con Estados Unidos para pasar armas mucho mejores que las nuestras, no faltara mucho para que la guerra final explote - No vayas, por favor, no quiero perderte - Creo que no podre saltarme esta, cariño -me acaricio el rostro Niklaus luego que se pudiera poner en pie sin problemas ni necesitara ayudas para todo lo personal, fue ordenado para que fuera a otra pequeña confrontación en diversas partes de Alemania, pero se apretó el cinturón y se negó a ir diciendo que aun no se sentía con las suficientes fuerzas para guiar a los soldados. Dijo que no estaba listo, por suerte comprendieron y lo dejaron que siguiera en casa. - Solo...ten mucho cuidado - Siempre tengo cuidado -bajo y subo sus cejas constantemente Reímos. El hermano de Niklaus, Greg, lo había sorprendido una vez, diciéndole que Hitler lo había llevado al tercer piso, que pronto seria un General y que lo sentía, porque sus lazos iban a estar rotos para siempre. Así de simple, Greg se había sacudido las manos en la cara de Niklaus y lo había dejado solo. - No aguanto por sentirme un poco mas libre - Te entiendo, pero tienes que ser cuidadosa con las cosas que hagas -asentí -no puedes simplemente solo alejarte, los que normalmente son los encargados de esto, dan instrucciones cuando llegamos y si no se cumplen después...o te golpean o te matan, asi que no quiero que ninguna de esas dos te ocurra a ti de nuevo, ¿entendido? - Si Hace mas de un mes, me torturaron de la peor manera posible, ni siquiera fue mi culpa porque he estado lo mas alejada posible de los problemas, pero un nuevo chico trato de escaparse de la Casa General y nos ataron a todos desnudos en un poste y nos azotaron, él murio junto a mi debido a que lo golpearon con mas fuerza, pero las cicatrices que quedaron en mi cuerpo jamas desapareceran y seran un doloroso recuerdo. Niklaus me toma de la mandíbula y mi acerca aun mas a su rostro. - Pronto terminara esto ¿Lo nuestro? - ¿A que te refieres? -dije asustada - A nuestro encierro - ¿Te refieres a irnos? - Ssh, nadie puede saberlo Abrí mi boca para decir algo pero la puerta de la habitación de Niklaus se abrió de golpe y justo, entro, Greg. - Oh, así que aun te tiras a esta puta -rio -debe ser muy buena para que aun quieras meter tu pene en su v****a -si supiera que aun no hemos hecho nada - ¿Que quieres? - Solo avisarte que ya se van al pueblo - Muy bien, ya bajamos, solo deja que me de un pequeña mamada - Como quieras, hombre, aunque a mi también se me antoja una, seguro le caben ambas pollas en la boca -dijo desabrochándose el cinturón Niklaus me miro a los ojos y supe que estaba a punto de explotar de la rabia. Me baje de sus piernas y me coloque sobre mis rodillas en el suelo, Nik dijo que tenia que ser obediente y entender de la manera mas rapida posible. Niklaus bajo un poco su pantalón para que pudiera sacar su pene. - Yo primero -dijo Niklaus y le dio la espalda - Adelante -sonrió Greg y comenzó a acariciarse Casi vomite en Niklaus cuando vi a su hermano tocandose a si mismo. Niklaus puso su mano detrás de mi cabeza y me puso un poco de presión para que la bajara. Nunca había hecho esto, pero que Niklaus sea el primero, me tranquiliza un poco, yo se que me ayudara a quitarme de encima a su hermano. Niklaus tomo su m*****o y abrí la boca cuando lo acerco a mis labios. Cuando estaba en mi boca, no sabia muy bien como hacerlo, pero Niklaus me ayudo, empujando mi cabeza y luego levantándola. Niklaus estaba tenso así que levante la mirada y vi que tenia los ojos cerrados con el ceño fruncido, y apretaba mi cabello en su puño. Esperaba que no llegara nunca el momento de Greg. No creo estar preparada para eso. De un momento a otro, sentí un fuerte dolor en mi espalda, me aleje de Niklaus y grite, se sentía horrible, quemaba. Niklaus me miro y luego a Greg, cuando estaba levantando el brazo para golpearme de nuevo con el cinturón, Niklaus trato de levantarse antes, pero fue tarde porque el cuero golpeo mi espalda. Me tire al suelo hacia atrás, mientras sentía las lagrimas bajando de mis ojos. Niklaus se levanto el pantalón y agarro a Greg de la camisa y lo tiro contra la pared. -¿Qué putas estas haciendo? -le grito -Esa zorra no se apuraba, necesitaba que la castigaran para que fuera mas rapido -¡Vete a la mierda! Greg se levanto y miro a Niklaus, no entendí que era lo que se decían con la mirada, pero cuando acabo, simplemente se fue. Niklaus me levanto y me puso en la cama boca abajo, de inmediato, tiro de mi uniforme hasta que logro desabotonarlo con las manos temblorosas, con sus yemas toco mi espalda. -Te dejara morado e inflamado, pero no te ha sacado sangre -Niklaus me aparto el cabello y empezó a besarme por todos lados -Dios, lo siento, lo siento -me dio la vuelta y me apretó contra el, teniendo cuidado con mis heridas -bajare y les diré que no iré, no es necesario que vayas, podemos quedarnos aquí, puedo cuidar de ti, no se como pude permitir que esto pasara, me distraje contigo, yo he estado demasiado excitado estos dia -No, no -sacudí mi cabeza -quiero ir, quiero salir aunque sea a eso, no te preocupes, estare bien, aunque doliera, eso pasara pero no la alegria de poder salir de aqui Niklaus me miro a los ojos. -Debes descansar -Lo hare cuando vuelva, por favor Niklaus me quito las lagrimas con sus dedos y dijo: -Daria todo por ti y si quieres salir, lo haremos, si eres feliz con ello -Gracias -le bese un parpado [•••] Nos llevaron como soldados, el sol estaba muy caliente y tenia la garganta seca. Niklaus me había dicho que durante el viaje no podra acercarse y darme agua, pero cuando nos detuviéramos, me llevaría a un lado y me daría de la botella que llevaba con el. Adría iba junto a mi, una que otra vez en susurros me hablaba, me decía que le hubiera gustado que estuviera mas en el campo, pero que estaba mejor en la casa, me conto las cosas que habían sucedido y tuve que reprimir abrazarla cuando me dijo que un soldado trato de violarla, pero justo lo llamaron a ese soldado y la tuvo que dejar. Ahora para todos los días en constante miedo porque se vuelva a repetir. El camino se hizo larguísimo y cuando por fin llegamos, note que otro grupo estaba al otro lado. Las filas de deshicieron y Adría me tomo de la mano para acercarnos un poco mas al grupo de los hombres. -No me aguanto por ver a mi novio -¿Novio? -Si, Xaver, te lo he contado ya -Lo había olvidado -hable con lentitud -¡Ahí esta! -dijo Adría emocionada Y si, allí estaba Xaver Xaver miro a Adría y le sonrió. Ella le dijo algo mientras movía los labios y Xaver rio. Entonces Xaver me miro y su rostro cambio totalmente. - Avery -dijo con sus labios - Xaver - ¿Se conocen? -me dijo Adría pero no volví a verla - ¡Xaver! -grite y solté la mano de Adría Simplemente, no pude evitar salir corriendo hacia Xaver. No puedo creer que el este vivo, cuando vi como lo golpeaban...casi salgo de mi escondite, pero decidí hacerle caso y me quede allí. Xaver salto sobre una pequeña reja y corrió hacia mi. Abrí mis brazos y me lance a los suyos. Mis brazos apretándolo contra mi. - ¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios! ¡Estas aquí! -cerré los ojos - Creí que nunca volvería a verte -dijo contra mi cuello -siento mucho que te hayan atrapado, he tratado de sobrevivir lo que pueda con la esperanza de volver a verte Sacudí mi cabeza. - No importa ya nada - Te extrañe tanto -tembló - Yo a ti - Te amo Sollocé. - Te amo, te amo, Xaver Unas manos se pusieron en mis caderas y me halaron hacia atrás, apreté mas a Xaver mientras el tiraba de mi para que no nos alejaran, pero un soldado se puso detrás de Xaver y tiro de el. De un momento a otro ya no estaba en los brazos de mi mejor amigo si no es los brazos de Niklaus, quien se miraba enfurecido. - ¡AVERY! -escuche el grito de Xaver mientras lo alejaban cada vez mas de mi - ¡XAVEER! -grite con todas mis fuerzas Niklaus tiro de mi pero seguí luchando por tratar de ir con Xaver. - ¡Estaremos bien! -grito Xaver -¡Se fuerte, te amo! - ¡Tu también! -sollocé -¡Te amo! Niklaus me levanto y me puso sobre su hombro, y me deje llevar mientras lloraba. Había visto a Xaver, el estaba bien, un poco mas delgado a lo normal, pero bien, ahora me sentía feliz. Niklaus iba con pasos fuertes y rápidos por la calle empolvada. - ¿Donde me llevas? - De regreso - ¿Que? ¿Porque? - Si quieres quedarte aquí y que te maten, puedo bajarte, como pudiste ser tan estupida y hacer eso enfrente de todos, firmaste tu sentencia y la de él Y con eso me quede callada.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD