Capitulo IX.

1770 Words
Lud entro al cuarto de Niklaus, luego que Avery saliera cojeando. Lud pensó en ayudarle pero si lo veían haciendo eso, seguro y lo matan. -Necesito hablar contigo -Esta bien -asintió Niklaus -No íbamos a decirte, pero creo que ya es el momento, he hablado con Verner y Otto, y están dispuestos a todo -¿Sobre que es? -Sobre salir vivos de aquí Niklaus frunció el ceño. -A ninguno de nosotros nos gusta estar aquí, a ti te obligaron y a nosotros nos tomaron por nuestras diferentes habilidades -sacudió su cabeza -merecemos mas que esto. Tu, mas que nadie, has sufrido mas que nosotros tres al mismo tiempo -No es como si fuera tan fácil solo irnos -Lo sabemos, pero...Niklaus -suspiro -Avery es realmente buena para ti, obviamente, no te gustaría que pasara lo mismo que con Leslie, podemos llevarla con nosotros, pueden llegar a tener una gran vida, acaban de conocerse pero Avery parece realmente sincera -¿Y a donde putas crees que iremos? ¡Nos encontraran! ¡Además, hay grandes posibilidades que ganemos esta guerra! ¡Vamos a morir de igual forma! -Tenemos un lugar, al menos hay que intentarlo, prefiero morir a fuera que aqui -¿Cuál? ¿Cual es ese lugar? -No puedo decirte, por lo menos, aun no -dijo mirando hacia la puerta -tenemos que tener mucho cuidado, lo dejaremos entre nosotros cuatro -No, Heim puede ayudarnos, el quiere salirse de todo esto, me lo confeso hace unos días -¿Es enserio de confianza? Porque tendrá que saber lo que tienes con Avery -Lo es, podemos dejarlo con él, no podemos ser muchos de esta base, se darían cuenta -Exacto. Nosotros tres podremos pasar inadvertidos aquí - Por eso decidieron viajar hasta aqui -sonrió Niklaus - Si -sonrió Lud - Hijos de puta Lud río. - Pensaran que solo regresaron a Reino Unido -dijo Niklaus - Mjum -asintió Lud -el único problema aquí eres tu, tu mujer y Heim, aunque sin ofender... -se río -Heim no es muy importante para mi, ni lo conozco asi que no le digas todavia mientras no este tan solida nuestra idea -Nik asiente - Entonces, ¿cual es el plan? - Por el momento solo esperaremos a que te recuperes, no podemos escapar cuando apenas y puedes levantarte para mear, y cagar a la velocidad de una tortuga Se rieron. - ¿Y si me tardo en curar? - Esperaremos por ti - ¿Y si es demasiado tarde? - No lo será - ¿Nos iremos simplemente caminando o...? Lud sonrió. - Otto nos ha conseguido avionetas, tiene un amigo americano A Niklaus casi se le salen los ojos. - ¿¡Americano!? - Americana, es mujer -le guiño el ojo a Niklaus -¿Es enserio? -Si -rio Lud -Increíble -sacudió su cabeza -¿tiene nombre esta mujer? -Supongo -río -aun no me lo ha querido decir - Era de esperarse de Otto -sonrió Niklaus - Por cierto, el doctor le dijo a Verner que por lo menos en dos semanas podrás levantarte sin inconvenientes, aunque no podrás hacer esfuerzo físico hasta dentro de tres meses - ¿¡Meses!? - Si, espero que no se vuelva a repetir - Pensé que te habían dado a ti, eres como mi hermano, se me paro el corazón cuando vi la bala en tu cabeza, quiero decir, la del francés - Gracias por preocuparte -le dijo Lud mientras le daba una palmada en el pie - Siempre, amigo -asintió - Hablando de hermanos, ¿que pasa con Greg? Esta medio raro - No lo se, ha tenido reuniones constantes con nuestro führer, trato de saber que sucede pero me ignora y no me quiere contar nada - ¿Lo dejaremos aquí? Es tu decision hermano Niklaus sonrió con tristeza. - A Greg le encanta estar aquí, le divierte. Sabes que me encanta usar las armas, disparar pero el lo lleva hacia otro nivel La conversación de Greg duro un poco mas, hablaron sobre averiguar lo que tramaba Hitler y esperaban que no fuera nada malo contra las tropas ya que lo ha estado teniendo bastante oculto. A pesar de las diferencias que habían tenido Niklaus y Greg, últimamente, Niklaus quería lo mejor para su hermano mayor. Después de un rato, llego Heim con Blesth, por orden de Estela lo debía llevar a la comida que se había preparado para su cumpleaños. Sabiendo que Estela lo seguiría molestando hasta que bajara, decidió no negarse y dejar que sus amigos lo ayudaran, además, si bajaba tendría la oportunidad de ver a Avery y eso no le parecía tan malo, solo esperaba que Estela no se comportara como un animal en celo en frente de todos. Con alegría fingida todos le cantaron el feliz cumpleaños a Estela, nadie estaba feliz de estar allí, pero no podían negarse a solo que quisieran ser incinerados. Estela había estado tan feliz y Niklaus se pregunto si se daba cuenta que era la única en todo el comedor. Niklaus no había apartado su vista Avery y había notado que no estaba muy cómoda parada cerca de la puerta junto con los demás ayudantes. Lud noto la preocupación de Niklaus y se inclino un poco para susurrarle: -¿Quieres que haga algo al respecto? -Si, pero no se el qué -le dijo Niklaus en tono desesperado -Esto siempre acaba contigo -rio Lud mientras sacudía su cabeza -¿Qué tal si finjo que voy a tomarla y me la llevo a tu habitación? -Eso estaría bien, pero si me entero que la has tocado, voy a matarte -le advirtió -Por supuesto, hombre -asintió Lud se levanto y se estiro. -No se ustedes, pero estoy caliente -todos rieron -tu iras conmigo -señalo a Avery -una buena mamada, me haría muy feliz en honor a nuestra querida cumpleañera -Avery miro a Niklaus y este asintió distraídamente para calmarla Lud se acerco a Avery y la tomo del brazo para halarla hacia el, puso su espalda contra su pecho y le aparto el cabello de los hombros, se agacho para oler su cuello y sonrió. -Quizá me vean hasta mañana -todos rieron -vamos, judía Lud tiro un poco de brusco de ella y la saco del salón. Niklaus los miro alejarse y luego, miro hacia sus compañeros. -Te quitaron a tu cocinera -se burlo Fredrick -Lud es mi amigo, puede tomarla cuando lo desee -dijo Niklaus con indiferencia -También soy tu amigo, ¿puedo cogerme a tu putita? -sonrió Oskar -No, dejo que Lud la tome porque no es la primera vez que compartimos -Si, hemos escuchado grandes cosas de vosotros -se carcajeo Oskar -¡Bernard! El estuvo con ustedes en Reino Unido, se divertían mas de lo que lo hacen aquí según me he dado cuenta -Solo sigues lo que te dicen -Bueno, no importa lo que paso antes -interrumpió Estela y por una vez en la vida Niklaus estuvo feliz de escuchar su voz -lo importante es que hoy es mi cumpleaños y quiero que todos de una buena vez se larguen porque quiero estar un buen rato con mi Niklaus -muy bien, ahora, Niklaus se arrepentía por haber pensado que lo había ayudado Algunos asintieron mientras que otros se reían de Niklaus, otros -sin embargo- preferían tomar otro pedazo de pastel antes de ser expulsados del salón del comedor. Estela además saco a patadas a los servidores judíos y cerro la puerta. -Siento lo que paso mas temprano -¿En serio lo sientes? -elevo una ceja Niklaus -Si, me encantaría que me dieras mi regalo de siempre pero -suspiro -obviamente no puedes -lo miro en la silla de ruedas -aunque siempre puedo hacerte un trabajito -Así estoy bien -Esta bien que no tengas una erección, puedo hacer que crezca -No, enserio, estoy bien... en mi condicion, no se me apetecen muchas cosas -Siempre puedes llamarme y lo sabes -Si, lo se -le sonrió -¿Qué te dio de regalo nuestro Führer? -cambio de tema rápidamente -Iré a Inglaterra y a Rusia, después, ahora de que Stalin y mi tío están del mismo lado, será mas fácil salir de la Casa General -Lo apuesto -Niklaus, hay algo muy importante que tengo que decir -se levanto y camino de un lado hacia otro -Bien, dímelo -Yo...sabes que quiero estar contigo -Niklaus asiente -enserio quiero casarme contigo -Niklaus mira hacia otro lado -quiero que esto funcione, no hay mejor hombre que tu, creo que estare viajando mientras tu te terminas de recuperar, entonces regresare y podremos continuar, desde donde lo dejamos, somos el uno para el otro -No creo que vaya a funcionar -¿Por qué? -Somos diferentes, queremos cosas distintas -¡Somos idénticos! -No quiero darte mas esperanzas, Estela -Solo quiero que me quieras -Lo siento, pero no lo hago y lo sabes, te lo he dicho una y mil veces -Por eso tienes todo este tiempo para poder pensarlo, tal vez vas a extrañarme ahora que me vaya, entonces, podremos tener lo que tanto queremos Niklaus casi se ríe. -Esta bien, si tu lo dices -asintió Niklaus Estela sonrió triunfante. -¿Y si no funciona? -Lo arreglaremos, pero ahora intentaremos eso -Muy bien, aunque ya te he advertido Estela asintió y se acerco a Niklaus, puso sus manos sobre las mejillas de el. -¿Te gustaría tener hijos? -No lo se, no se me ha pasado por mi cabeza esa idea -Pero...¿quisieras pronto o...? -No lo se, Estela -dijo Nik en tono cansado -Podríamos tener cuatro Niklaus rio. -Estas muy confiada ¿eh? ¿realmente crees que vamos a terminar juntos? -Estoy segura de que cuando regrese vas a amarme -¿Sabes? Creo que debería irme a la cama, no fue hace mucho que casi muero y me siento muy cansado -Puedo llevarte y quedarme contigo -No, ve a tu cuarto o sal, diviértete y feliz cumpleaños, te deseo lo mejor -Pero, Niklaus -hizo puchero -Estela, ya hablamos, ya estas avisada que no siento nada por ti, enserio lo lamento siendo tu la que estas enamorada -Supe de la chica que te hicieron asesinar, ¿Qué tenia esa judía asquerosa que yo, una mujer con sangre pura alemana? -No se que tenia ella que hizo que me encantara -¿Por eso te estas acostando con esa judía, cierto? -Follar y estar enamorado son cosas distintas -Tienes razón -asintió -Encontraras a alguien mejor ahora que viajes -No lo creo -Por supuesto que si -Te quiero a ti -Ve a descansar y llama a Verner o a Otto para que vengan a ayudarme
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