II

2299 Words
"—¡Kylian!— llame a mi amigo quien ya se encontraba corriendo por el bosque yendo directo a casa, yo no quería, quería seguir jugando, era divertido hacerlo y más cuando habían grandes charcos de lodo a causa de la tormenta. —¡No quiero volver a casa!—; —Pero tenemos irnos ya, Jamie—. Me detuve e hice que él también lo hiciera —Juguemos un ratito más, por favor, te prometo que llegamos a la hora de la cena— Supliqué, pero él se negó. Rendido lo seguí a casa, a veces mi amigo Kylian era muy estricto; Y como me encontraba con la cabeza gacha no me di cuenta cuando había desaparecido. Miré a mi alrededor, pero nada, corrí en mis patas dirección a casa, seguro estaba más adelantado que yo. —¡Kylian! No me dejes atrás mal amigo!— Pude ver su figura, me extrañó porque ya no estaba en su forma de lobo y tenía una ropa extraña. —¿Kylian?— Olfateé desde lejos, huele a menta, Kylian no huele así. Retrocedí y corrí en dirección contrario a casa. —Serás mío—. Se escuchó decir a aquel ser, esas palabras se hicieron eco en todo el bosque, una y otra vez sin fin. Sin darme cuenta ya estaba dejando de correr y de nuevo en mi forma humana, unas manos me tomaron por detrás y sentí unas punzadas en mi cuello..." —Ah, ah... ah— Desperté agitado, la pesadilla que tuve se sintió tan real que mi cuello dolía en la misma zona. Pero lastimosamente no solo mi cuello dolía, todo mi cuerpo se sentía pesado y una punzada dolorosa recorría todo mi ser. —¿Fue un agradable sueño?— Llevé mi mirada hacia el responsable de la pregunta, y allí estaba él, sentado en un sillón digno de un rey. Mi mente me contraataco, brindándome recuerdos de lo ocurrido, de todo lo que me hizo. Desvié mi mirada y sentí mis ojos arder y lentamente las lágrimas comenzaron. —Ayer no me molesto en lo absoluto tu llanto, lo disfrute, pero ahora.. uh, ¿podrías parar?— Permanecí en posición fetal mientras trataba de acallar un poco mis sollozos, no quería enojarlo... sentía que no debería hacerlo. —Me dan ganas de comerte, cúlpate a ti mismo— Él se puso de pie, y mi cuerpo solo reacciones de manera tensa. Por favor, aléjate... Algo le interrumpió. —Yarek, tenemos que irnos— Hubo un chasquido de labios y luego un suspiro. Aquel hombre abandono la habitación. Entonces... esta podría ser mi oportunidad de huir y alejarme de este lugar, de él. Esperé por unos minutos, y cuando me quise poner de pie caí en seco al piso, mis piernas se sentían débiles y acalambradas, y la punzada en mi intimidad se hizo aún más presente. Mi oportunidad de huir se esfumó, no podía caminar, el agudo dolor en mi interior era desgarrador. Me observé y tenía sangre por todos lados, las sábanas también estaban manchadas de aquel rojo. Ahogue mis quejidos, solo agache la cabeza y las lágrimas empezaron nuevamente. No paso mucho tiempo y pude escuchar pasos detrás de mi, se estaba acercando. ¿Y si también quiere hacerme daño?. Me arrastré hasta llegar a la esquina junto a la ventana. No hice otra cosa que abrazarme atrayendo mis piernas a mi pecho mientras cerraba con dureza mis párpados. Seguramente me veía lamentable, y eso siquiera y estaba importándome. —No te haré daño—. Se le escuchó decir cuando le gruñí penosamente por debajo. No quiero me toque, no quiero que se acerque. —Confía en mí, yo no soy como ellos— ¿Confiar?... ¿Confiar en alguien que seguramente vive con aquel demonio? No puedo, no. —No.. me to-ques...— No fui escuchado, ¿por qué lo sería?. Se acercó a mí, pero para mi sorpresa él llevó una de sus manos a mi cabeza, luego estaba acariciando mis cabellos con mucho cuidado. Y de alguna manera me sentía algo mejor, queriendo que aquellas caricias nunca terminaran. Quedé dormido sin darme cuenta. ... Cuando desperté me encontraba nuevamente sobre la cama, pero pude darme cuenta que ya no se encontraba manchada de sangre, estaba totalmente limpia, al igual que yo, ya no había sangren mi tampoco. Y yo tenía ropa puesta. Lo que más confuso fue el no sentir al extremo la pesadez de mi cuerpo justo con las punzadas, estas habían desapareció un poco, me sentía más aliviado de forma física. Porque mentalmente estaba muy lejos de estarlo. ¿Cómo?, no tengo idea, solo recuerdo a alguien acariciándome de manera gentil. ¿Fue aquel vampiro que me daño?, no, está lejos de ser él. Mi mirada recayó en la vista nocturna, las cortinas de las ventanas habían sido corridas. Pasos rápidos me hicieron volver, mi mirada yendo nuevamente hacia el frente, donde se encontraba la puerta. De pronto la puerta se abrió con brusquedad. —¡Tío Yarek!— Aquel grito logro espantarme. Me encogí y me envolví en la sabana, los pasos se escuchaban más cercanos y mi cuerpo no dudo en temblar. No tardé en ser descubierto. —Uh, ¿quién eres?... ¡Padre, hay un intruso en la cama del tío Yarek!— Aquellos gritos me ponían los pelos de punta. —¡Tahiel!, te dije que no entraras así a las habitaciones— —Quiero algunos libros, y el tío Yarek tiene muchos— —Él no esta, se fue con tu padre y el resto— —¿Se fueron sin mi?— —Hijo... no irás con ellos hasta que cumplas dieciocho— —Pero papá...— —Nada de peros, ahora vamos a cenar— —Ajá, ¿y él?— No quería ver. —Le traeré comida, ahora vamos— —¡Pero puede comer con nosotros!— De un momento a otro me encontraba en el hombro de aquel chico, solo había jalado de mi y ya. Abrí mis parpados de la sorpresa, entonces me estaba llevando fuera de la habitación. Y todo sucedió muy rápido, pues ya me encontraba tomando asiento en una silla. —¡Tahiel, no hagas las cosas sin pensar!— —Pero papá, ¿Qué tiene de malo?— La situación me parecería algo cómica si no estuviera aterrado. —A comer— Dijo el más grande, y yo no podía destensarme, pues aquel chico se encontraba sonriéndome. —Hijo, estas incomodándolo— —¿Lo hago?— —Lo haces— El aroma de la comida se coló por mis fosas nasales, olía bien, y yo estaba muy hambriento, por lo que no tarde en acabármela, quería más, estaba muerto de hambre. Y al parecer no lo pude ocultar. —¿Un poco más?— Asentí sin decir palabra, y pronto ya tenía de nuevo un plato lleno de comida. Un carraspeó, —Soy Tahiel— Se le escuchó decir al chico, de pronto se encontraba muy cerca y con una gran sonrisa. —¿Y tú?— ¿Debería de responder?... él, ellos dos no parecían ser como aquel vampiro. —J-jamie— —Jamie... es un nombre muy adorable— Me mantuve callado. —Yo soy su padre, Jared, uh, ¿te sientes mejor Jamie?— Me preguntó amablemente, yo solo asentí y luego su mano recayó en mi cabeza. Fue él, pensé. —Papá, ¿es un amigo del tío Yarek?— Su pregunta dejó mis pensamientos de lado. —Si...— Lo vi dudoso en responder, pues al parecer estaba muy consciente de que estaba mintiendo. Yo no era un amigo de su tío, era su... ¿Qué era?. Lo más probable es que sea de su uso... —¿Cuántos años tienes Jamie?— Preguntó Tahiel. —Diecisiete— —¡Tenemos la misma edad!— Se escuchó emocionado —Definitivamente tenemos que ser amigos, ¿si?— Algo se escuchó... —Eso no pasara, Jared, ¿qué hace él aquí?— Era él, estaba de vuelta. —¿Eh?, ¿por qué no? Padre, dile al tío que seré amigo de su amigo— —Suficiente Tahiel, él no- Aquel vampiro fue interrumpido, acallado, por la mano de Jared,, luego este dijo:—Hijo, termina de comer— —Esta bien, pero...- —Nada de peros— Sentenció nuevamente. Fue algo tenebroso que el ambiente se volviera frío y oscuro en un parpadeo. Me mantuve inmóvil y en silencio. Un voz... —Tú— Él estaba señalándome, —Ve a mi habitación— No podía moverme, sentía que si me ponía de pie iba a caer por culpa de mis temblorosas piernas. Él comenzó a contar. Tengo demasiado miedo. Pero hice lo imposible y tal vez lo más tonto. Solo me dije: "Tengo que huir", mis huesos se rompieron y mi forma de lobo apareció. Salté sobre la mesa y salí por la puerta que todavía se encontraba abierta. |Narrador omnisciente| —Traerá problemas— comentó al vampiro de cabellos platinados —Eso parece, vuelvo en un minuto- Y Yarek ya estaba detrás del lobo blanco. Tahiel observó impresionado —¡Wow! Es un lobo, como tu papá— Él ya se encontraba caminando hacia donde estaba su papá. Jared, su padre, lo detuvo y le recordó que tenía que ir a ordenar su habitación, además que debía de ir a dormir temprano. —Pero papá, limpiar es tan aburrido— Se cruzó de brazos —Además no tengo sueño— —Tendrás sueño cuando termines de limpiar— Jared ya se encontraba dándole empujones a su hijo para que fuera a su habitación —Y si todo está limpio hoy, mañana podríamos ir a caminar, ¿Qué te parece?— —¿Enserio?— Su papá asintió, —¿Con Jamie?— Le vio negar —... Esta bien— Sin más quejas de parte de Tahiel , este se despidió y fue rápido en ir a su habitación. Un comentario se hizo escuchar cuando el menor ya no estaba ahí —Sabes, él debe estar odiándote por dentro, y aún no sé como es que no te lanza lejos— Dijo el vampiro de tatuajes, —Eres tan malditamente estricto, siquiera y dejas al chico usar sus habilidades— —Cierra la boca Kay, es mi hijo, no el tuyo, y ya sabes, no dejaré que sea igual que ustedes— Los observó a ambos, al padre de su hijo y al de tatuajes, Kay. —¿Cuántos años pasaron ya? Y aun nos tienes tanto rencor— Jared negó —No es rencor, es odio— —Silencio, ambos— El padre de Tahiel fue severo, siempre lo era. —Siléncialo a él, no fui yo quien comenzó— Le dijo Jared mientras se ocupaba de la mesa y los cubiertos en el piso. —Y otra cosa, pueden pasar años, siglos, décadas y yo los voy a seguir tratando de la misma manera, no dejaré de detestarlos, y mucho menos a ti Nowan, su r**a solo me provoca asco— —No quiero enfadarme hoy, cierra la maldita boca si no quieres que- —Continua— lo desafío, Jared no iba a quedarse callado, y mucho menos si era Nowan el que quería eso. Pero eso no significaba que no temiera, deseaba detenerse, sabía lo que le esperaba si no lo hacía, aun así tenía que mostrarse fuerte delante de ellos, tenía que mostrarles que por más que los años pasasen, nada cambiaría, él seguiría siendo el mismo y su repulsión hacia ellos no se iría, tenía que recordárselos. Nowan lo tomó por el cuello y lo estrelló contra la pared, quedándose viendo al padre de su hijo y... lo soltó. No iba a hacerle daño, no más de lo que ya lo hizo, pero con ello no quiere decir que estuviera arrepentido, no, todo lo contrario, nunca se arrepentiría de lo que hizo. Solo le hubiera gustado que Jared con el tiempo lo amará y su odio quedará atrás. Pero Nowan era consciente, él lo sabía, sabía que nunca iba a obtener el corazón de la persona que más amaba. Jared nunca lo veía con los mismos ojos que él lo ve. ... Jimin estaba perdido, no sabia por donde estaba yendo, este era un terreno totalmente nuevo para él, por lo que simplemente se encontraba corriendo por todo el bosque mientras esquivaba los árboles que se le cruzaban. ¿Cuándo dejaría de estar asustado? de huir... ¿de no saber qué es lo que está pasando?, Jamie simplemente quería volver a tu anterior vida, donde estaba unido con su manada, donde jugaba con Kylian la mayor parte del tiempo, donde estaba Chandran. El pequeño lobo blanco estaba perdido, en todos los sentidos. —De nada sirve huir— su velocidad era... En un pestañeo ya se encontraba delante de Jamie, impidiéndole seguir —No hay salidas, se buen perro y volvamos— El lobo retrocedió y tomó otro camino. Yarek comenzó a cansarse, el que no le obedecieran le resultaba malditamente molesto. Por lo que paso lo mismo, el vampiro estaba nuevamente bloqueándole el paso al lobo, y Jamie quiso volver a huir pero esta vez Yarek estaba a pasos delante de él. —Tendré que enseñarte un par de cosas— Sus ojos cambiaron de color, el rojo sangre estaba ahí. Una gran manta de humo n***o y fuego comenzó a salir de sus manos, era algo nuevo para Jamie. Pronto Jamie se vio envuelto en humo y fuego, su pelaje blanco ardió y el dolor fue demasiado. No solo estaba quemándole, su huesos estaban rompiéndose. Dolor, era lo único que podía sentir.
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