Beyond the Forest

No podía detenerme, no puedo detenerme, no cuando estoy huyendo por mi vida. Estoy totalmente aterrado, no quiero mirar detrás mío, se que ellos son rápidos, más rápidos que yo. Debo ser más rápido, debo alejarme de ellos, de mi propia manada. ¡Esto no podía estar pasando!... Quieren matarme, mi manada, mi familia. —¡Agh!— Me detuve, sentí una fuerte presión en mi patas delanteras, las rocas estaban lastimándome. Eran filosas, nunca las había visto. Pero mi curiosidad debía de ser olvidada, en ese momento pude escuchar pisadas, demasiadas pisadas acercándose, volví a correr ignorando las filosas rocas y el dolor. Era mi fin —¡Maldición, no hay salida...!— Me encontré frente a una gran cascada de ahora piedras lisas, imposible de escalar. Olfateé y mi manada aun venía tras de mí, estaban mucho más cerca, tenía que pensar en algo y rápido. Todo había sido tan repentino, fue mala idea escuchar a escondidas; llegué a escuchar: —"Hay que matar a Jamie lo mas antes posible"—. Luego de ello ya me encontraba huyendo por mi vida. Si no hubiera sido tan torpe en tropezar y causar ruido, seguramente nadie se hubiera enterado de mi huida, bueno, no después de unas cuantas horas. Me alarme, un aullido bastante cercano se escuchó. No tenía opción, si no quería morir ahora mismo entonces debía correr hacia aquella parte oscura del bosque; La cual nadie cruza, y de hecho estaba prohibida. No lo dude, corrí en mis cuatro patas y me adentré, era un lugar muy estrecho y las ramas con púas estaban lastimándome, rasgando poco de piel y pelaje. Nada que una cuantas lamidas no sanaran. A cada paso la estreches del bosque se abría espaciosamente, esto era bueno, pude seguir corriendo sin dificultad alguna. Me detuve cuando me sentí seguro, parecía ser que ya no estaban siguiéndome. Mis patas cedieron, caí en seco para tomar un pequeño descanso, había estado huyendo por más de tres horas sin parar. Miré a mi alrededor mientras todavía me encontraba recostado, —Esto...- Estaba algo asombrado, era un bosque totalmente distinto a lo que me habían contado... "Es tenebroso y siempre está rodeada de niebla, su cielo está siempre de color gris y su tierra bañada de sangre" Fueron mentiras, este bosque es no es lo que decían. ¿Por qué mentir?... sus árboles eran extraños, con hojas de un verde brillante casi antinatural, además desprendían un aroma agradable. Este bosque parecía ser un gran paraíso. De todas formas... ¿Qué haré ahora?... esto es como un mal sueño, por favor, quiero despertar... Mis párpados se volvieron a abrir. Esto era real, estaba sucediendo. Cansado y algo adolorido me levanté dispuesto a seguir el sendero, lo más seguro es que tal vez me tope con alguien; No creo que este bosque este deshabitado, lo único que espero es que no quieran matarme al tomarme como un intruso. Me adentre a paso lento y mirando a mi alrededor, maravillando por lo colorido que eran las raras flores y plantas, además habían pequeñas luces sobre ellas. Me acerque curioso y las luces se ocultaron, olfateé un poco y aquellas luces salieron de su escondite. Eran... ¿qué eran? Hice la cabeza a un lado al no entender lo que trataban de decirme, luego la luz se poso en mi nariz y no pude evitar no estornudar, daba cosquillas. Gruñí un —Lo siento—. Aquel ser se volvió a acercar, ahora estaba sobre mi cabeza y al parecer me estaba acariciando, era muy chiquito o chiquita. —¿Uh?— El ruido de una rama rompiéndose me asusto, las pequeñas luces desaparecieron. El ambiente se puso pesado como si la noche estuviera cayendo y el frío empezará a hacerse presente. Me giré y dirigí mi atención hacia donde había provenido el ruido. No había nadie, pensé podría ser algún animal, pero algo me decía que era otra cosa, algo aterrador que me hacia sentirme enfermo. Olía a sangre. Retrocedí no queriendo conocer al dueño de aquel crudo aroma. Volví a correr, corrí tan rápido, sentí que debía de hacerlo. El peligro nuevamente estaba siguiéndome. No me detuve en ningún momento, pero lo tuve que hacer cuando llegue hasta un gran y ancho río de corriente rápida, estaba atrapado. Estaba muy débil ahora como para resistirme a las duras corrientes rápidas, seria cruelmente arrastrado. Otro crujido de ramas. Estaban más cerca, el nauseabundo chocó contra mi olfato. No eran lobos. Desesperado busque ir a mi derecha, yendo corriente contraria. El río no parecía no tener fin, pero divise rocas donde fácilmente podría saltar y cruzar, lo hice, pero... —Basta de juegos— Retrocedí al verlo. Pronto pude ver que no era solo uno, estaba siendo rodeado por tres ¿cazadores?. No, estos eran diferentes. Sus sonrisas eran mucho más atemorizantes, haciéndome encoger y posicionarme en modo de ataque, les mostré los colmillos mientras les gruñía, al mismo tiempo que separaba mis patas. —Pequeño lobo, no debiste entrar a esta parte del bosque— Aquel ser se acercó más, yo retrocedí bajando mis patas traseras de la roca. —Yarek, vamos, mátalo— Se le escuchó decir a uno de ellos, lo mire y su sonrisa se había borrado por completo, ahora solo me miraba con desprecio sin sentido. —¿Matarlo? Cierra la boca, Akram— Su mirada, no me gustaba su mirada. Era peligroso y atemorizante. Apareció al lado mío en un pestañeo. Demasiado rápido, y con gran fuerza me lanzó fuera del río. Un gruñido débil salió de mi garganta, había sido lanzado duramente contra un árbol. Lo siguiente solo fueron susurros y una silueta oscura. Mi vista se nublo por completo, me sentía demasiado débil ya, y tal vez estaba comenzando a delirar, porque... Ellos no eran humanos... —Un lobo albino—... Fue lo último que pude escuchar al sentir como mi forma de lobo se desvanecía.