D.E.H.

1237 Words
SARA Después de que saliera el chico, que al parecer es el hermano de Tom, el profesor empezó a dar de nuevo su clase. A la hora del almuerzo me junté con Tiffany una chica de cabello rubio platino, ojos verdes con un cuerpo de infarto que parece ser muy en el fondo algo simpática pero superficial. No soy del tipo de personas que se junta con tipas como ella, pero al ser nueva necesitaba hacer amigas si no quería ser la chica rara de la universidad. Me reí mentalmente, si Mía estuviera aquí de seguro me tiraría la malteada que tengo enfrente por mi cabeza, por estar juntándome con Barbies como nosotras les decíamos cuerpo de infarto pero cabeza de aire. - Parece ser que llamaste la atención de los D.E.H. - Dijo sonriendo mientras se llevaba un bocado de su ensalada a la boca. -¿D.E.H.? - Le dije mientras dejaba de ver mi almuerzo. Ella volteó los ojos. - Que tonta soy a veces olvido que eres la chica nueva, los deliciosos especímenes humanos, es el grupito de Mathew Black, el chico guapo que entro al salón y sus lindos amigos. Voltee a ver hacia donde ella estaba mirando y me tope nuevamente con sus ojos color caramelo. Ella tenía razón él no me quitaba los ojos de encima. El chillido de Tiffany me devolvió a la realidad. - No seas tan obvia, corazón, no te harán caso, los seis son muy reservados. -¿Seis?, yo solo veo cuatro. - Los hermanitos Smith no vinieron hoy. Baje mi mirada a mi comida, encontrándola más interesante. - Mira ahí viene la zorra - Me susurró. Fruncí mi ceño levantando la mirada de mi comida nuevamente y mirando en la dirección que veía Tiffany para encontrarme con Maya quien se había sentado en la mesa de los chicos. -¿Por qué le dices así? - Porque aunque la veas así como una santa esa perra ya se acostó con todos los D.E.H. de esa mesa, hasta dicen los rumores de por ahí que tuvo un hijo de Mathew. - Pensé que maya andaba con Tom - Le dije. - Jajaja... Maya quiere con Tom; pero él no le hace caso, fue un gran escándalo el año pasado su enamoramiento por Tom Black, créeme que entre ellos dos no hay romance... Pero se dice por ahí, que por eso se metió a la cama con Mathew. Cuando ella terminó de contarme se escuchó un gran ruido detrás de mi espalda, voltee y veo que Mathew se ha levantado de la mesa yéndose rápido de la cafetería dejando a sus amigos algo desorientados en sus lugares. A este paso llegaré a mi casa a las 4:30, me dije a mi misma, mientras caminaba por las calles coloridas de grainspyn. Iba entretenida hasta que alguien grito mi nombre. - ¡Sara! Cuando voltee vi que Maya venía corriendo. - Maya, ¿Qué pasa? - Le dije cuando llego a mi lado. - Nada - Me dijo sonriendo - Que estabas haciendo. - Caminando hacia mi casa. - Oh, puedo acompañarte. - Está bien - Dije mientras reanudaba mi caminata. - Sara, ¿De qué lugar vienes? - De los ángeles. - Estás algo lejos, ¿Cómo fue que paraste aquí?, bueno si no te importa que te pregunte - Me dijo agachando su cabeza. - Vine a pasar un tiempo con mi padre. - Y tu padre es... Ya no pude contestarle porque una camioneta negra se detuvo a nuestro lado, los cristales polarizados se bajaron, para dejar ver la cara de los chicos. - Hola, chicas, ¿quieren que las llevemos?- Dijo Mathew. - Oh, Mathew, nos harías ese favor - Dijo maya bajando la cabeza. - Sí, súbanse. - Vamos Sara - Maya me jalo de una mano. - No, yo me iré caminando - Le dije volteando para atrás. Vi como el hermano de Tom se bajaba de la camioneta para quedar frente a mí, no podía negar que era demasiado guapo, ya entendía por qué todas las chicas querían con él muy fácilmente te podías perder en sus ojos. Él sonrió de lado. - Creo que no me he presentado me llamo Mathew - Me dijo extendiéndo la mano - Mathew Black - Soy Sara - Le dije estrechando su mano - Sara Green Cuando toque su mano pude notar que una cierta electricidad subía por mi mano pasando a todo mi cuerpo haciendo que lo viera directamente a los ojos. - Bueno, Sara, ya que nos presentamos, me permitirías llevarte a tu casa en mi humilde camioneta, haciendo acotar que ninguno de mis amigos te molestara. - No me dejarás decirte que no verdad. - No, la verdad no dejaré que te vayas caminando. Sonreí ante su respuesta y me fui a su camioneta, a la puerta del copiloto que por supuesto había abierto para mí; y a maya abriéndole una de las de atrás con los demás chicos. Primero pasaron a dejarme a mí, ya que Maya vivía cerca de ellos. Cuando pararon la camioneta en frente de mi casa no se hicieron esperar las preguntas sobre mi padre. -¿El comandante Green es tu padre? - Me pregunto el chico que se llamaba Carlos. - Sí, es mi padre - Le dije un poco incómoda con la pregunta. - No seas idiota Carlos su apellido no te daba una respuesta por si sola - Le dijo Tom. - Idiota, tú, yo no estoy en su salón pelmazo - Le respondió Yo solo podía mirarlos con una sonrisa, toda la trayectoria se la llevaron así mientras me venían a dejar todos eran muy buenas personas Alan era algo tierno contándome su adicción a las donas, Tom y Carlos se llevaban pesado, Maya era tranquila, muy callada y algo rara, no entendía muy bien por qué Tiffany me dijo cosas feas de ella, Mathew era un caballero, pero era el único que me ponía algo nerviosa y no entendía por qué; y aparte había otros dos chicos en el grupo que no pudieron ir hoy a la escuela los hermanos Smith. - Gracias por traerme - Les dije mientras me bajaba de la camioneta. - Te acompaño - Dijo Mathew bajándose también de la camioneta. - No tenías que bajarte y acompañarme hasta la puerta - Le susurré. Se encogió de hombros. - Soy una persona muy caballerosa - Susurro. No pude evitar reírme. - Quien dice la palabra caballerosa en pleno siglo XXI. - Yo - Dijo con una sonrisa agachándose para darme un beso en la mejilla, pero nunca llegó ahí, ya que la puerta se abrió de repente dejando a un Sthep Green muy desconcertado por lo que estaba pasando enfrente de su puerta. - ¿Qué está pasando aquí?- Preguntó. - Señor Green, ¿cómo está? - Estaba bien, Black, hasta que vi que estabas a punto de poner tus labios sobre el rostro de mi hija. -¡Papa! - Le grité ruborizándome - Solo me vino a dejar Mathew. - Bueno, ya te dejo. -¡Papa!, no seas así. - No importa Sara, ya me tengo que ir, fue un gusto verlo señor Green. - Igualmente, Black. Cuando vi que la camioneta de Mathew arranco me metí a la casa haciendo a un lado a mi padre. - No tenías por qué tratarlo así - Le dije mientras subía por las escaleras. - Tiene que saber dónde se está metiendo si te llega a romper el corazón. Voltee mis ojos al escucharlo, no pude evitar sonreír mientras entraba a mi cuarto, no podía mentir que ver a mi padre celoso me daba algo de ternura y sentirme como algo especial para él; aunque no tuviera algo con Mathew, no había tenido una figura paterna hasta ahora.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD