THE ROGUE

Los Ángeles California SARA Odio cuando el despertador me obliga a levantarme a las 5:00 de la mañana, no sé por qué mi madre me obliga a querer que vaya a ver a mi padre tiene años que ya no lo veo la última vez que lo vi fue cuando tenía 7 años y él se estaba casando con Gina mi madrastra. La verdad no la conocía muy bien para decir que tan buena o mala persona era ella. Deje de pensar en ellos cuando de repente se abrió la puerta de mi habitación, sonreí de lado sabiendo quien era y seguí haciéndome la dormida. Antes de que ella brincara sobre mí en la cama, la agarré de la cintura e hice que cayéramos las dos en el suelo, tal vez no fue una estrategia muy lista de mi parte, pero eso no me detuvo para reírme de lo que acababa de pasar. - Ajajá, cállate Sara - Dijo mía mientras reía. - Admite que fue chistoso jajaja - Le conteste. - Tal vez un poquito - Hizo un mohín, a lo que yo conteste riéndome más de ella y su intento fallido de despertarme. Pare de reírme y me le quedé mirando, Mía no solo era mi amiga sino más bien como mi hermana, desde que tengo uso de razón mía ha estado con nosotras. Ya que sus padres fallecieron en un accidente en grainspyn, mi abuela les prometió a ellos antes de que sucediera aquella tragedia que cuidaría de mía como una nieta más. - Te voy a extrañar - dijo mirándome a los ojos. - Yo también - Le respondí. No sé cómo le haría estando sola en una universidad sin la loca que está a mi lado, jamás nos habíamos separado, no sé por qué Sthep Green se tardó tanto tiempo en querer ser un buen padre. Nos paramos del suelo corriendo cuando vimos que la puerta se volvía abrir. - Sara, apúrate que se hará tarde y perderás el vuelo - Dijo mi madre asomándose por la puerta. - Tranquilizante mamá, todavía falta tenemos tiempo de sobra - Le respondí mirando con una sonrisa a mía que estaba a mi lado. - Mía me ayudará a empacar. - Ah, yo, ¿por qué?- No le conteste solo le di un codazo en uno de sus costados.- Sí señora pamela, ayudaré a Sara a empacar para que no se le haga tarde - Dijo con una mueca de dolor en la cara. Mi madre solo sonrió al ver nuestra escena, no sé por qué no se volvió a casar si ella es muy bonita, cabello rizado que por cierto me heredó, piel clara, ojos colores castaños con pestañas rizadas y muy trabajadora. Eso es lo que más admiro de ella lo trabajadora, que después de que mi padre se divorciara de ella y se volviera a casar con otra, no se puso en un rincón a llorar pensando ¿Por qué? O ¿cómo fue que paso?. No, ella decidió salir adelante yéndose de grainspyn con la ayuda de mi abuela, conmigo en brazos y con otra hija que el destino hizo que estuviera con nosotras. - No me veas así, tú eres la que me está obligando a ir - Se lo dije notando la mirada que nos ponía a mía y a mí. - Lo sé... Me duele mucho verte partir y distanciarlas a las dos - nos decía mientras pasaba y se sentaba en la cama - Pero tienes que pasar tiempo con tu padre Sara, él no te ha visto en años. - Lo sé madre pero... Aaahg, ya no sé ni que decirte para que no me obligues a ir. - No seas así amor, aparte no todo es tan malo, exagerada, podrás tomar muchas fotos hermosas en grainspyn. - Lo dudo mucho, mamá. - Bueno y te falta mucho por empacar. - No señora pamela, ya que su hija me puso como esclava - Se quejó mía con mi madre haciendo que la mire con los ojos medio cerrados y aventándole una almohada. Ella la esquivó agachándose, ocasionando que mero le diera en la cara a mi abuela que venía entrando por la puerta de mi habitación. - Parece que se están divirtiendo por aquí sin mí - Nos dijo teniendo la almohada en las manos cerca de su cara. Nos empezamos a reír las cuatro, mi abuela Nora era especial, mía y yo no sabemos cómo a su edad ella pueda tener tanta agilidad en su cuerpo, es capaz de noquearte si la haces enojar, mi madre nos dijo que ella es así de fuerte y ágil, ya que ella estuvo en fuerzas especiales cuando era más joven igual que mi madre que estuvo un tiempo ahí, pero lo dejó cuando conoció a mi padre. - Me pueden dejar a solas con Sara un momento - Pidió ella. Mi madre y Mía salieron de la habitación asintiendo dejándome a solas con mi abuela. - Mi amor - Dijo caminando hacia mí y abrazándome a lo que yo le correspondí - Tienes que ser fuerte, sé que será difícil aunque sea solo un mes estar separada de nosotras y estar aguantando a esa bruja. Me empecé a reír en sus brazos cuando le dijo bruja a Gina, sé muy bien que mi abuela no la soporta, tal vez porque le quitó la felicidad a su hija robándole a su esposo, por lo que nos contaba mi abuela a Mía y a mí, mis padres eran muy felices juntos hasta que apareció Gina en la vida de mi padre. - Por eso te quiero dar algo - Se separó un poco de nuestro abrazo y sacó de su bolsa trasera un brazalete de oro con diseño de flechas incrustado de rubíes - Quiero que la tengas, es una reliquia familiar. - Abuela - Dije sorprendida tomándola en mi mano - Está muy hermosa, pero...no la puedo aceptar. - No digas tonterías - Dijo quitándomela y poniéndola en mi muñeca - Este brazalete ha pasado de generación a generación y tú eres mi única nieta de sangre, porque tengo a un saltamontes Rubio por ahí haciendo bromas en la casa. Me arranqué a reír por la referencia de Mía contagiando a mi abuela con mi risa. - Bueno, entonces hay que apurarnos antes de que tu madre venga y nos saque a empujones de aquí. - Ya lo tengo todo solo déjame estar un minuto a solas en mi cuarto abuela - Se lo decía mientras veía cómo se llevaba las maletas fuera de mi cuarto. - Está bien amor, pero no tardes te estaremos esperando en el auto. - Si - Conteste mientras recorría con la mirada mi cuarto me decía a mí misma que era una exagerada como lo había dicho mi madre, solo serán unos meses con mi padre y no es que lo odie sino que se me hace incómodo pensar en convivir con él estos meses después de tanto tiempo, mientras bajaba las escaleras de la casa veía las fotos que teníamos pegada a la pared de mi pequeña familia, mientras iba para el coche me decía una y otra vez que nada pasaría en este viaje. - Ya terminaste de despedirte de la casa - Me dijo mi madre - Si ya lo hice jaja, le recordaste a mi papá que me matriculara en la universidad - Se lo decía mientras partíamos hacia el aeropuerto las cuatro. - Si sé lo dije - Me dijo mirando la carretera - Tendrás nuevos amigos en grainspyn. -¡No!- Gritó Mía en los asientos de atrás asomándose en medio de los asientos de enfrente - No me traiciones Sara. Mi abuela y mi madre se empezaron a reír - No será lo mismo sin ti Mía. - Bueno, bueno - Dijo ya más tranquila. - Pero solo iras un mes jaja, yo creo que sobrevivirán las dos estando separadas - Nos dijo mi madre. - Pero para mí serán años...- Le contestó Mía llevando su mano a la frente dramatizando. - Bueno llegamos, porque no sacan las maletas niñas - Dijo mi abuela - Mientras pamela y yo estacionamos el auto. - Ok...- dijimos Mía y yo mientras bajábamos del auto y sacábamos las maletas. -¿Me vas a extrañar?...- Me preguntó Mía mientras veía mis maletas en el suelo. - Obvio que sí tonta - Dije abrazándola de lado. Ella sonrió y entramos al aeropuerto a esperar a mi madre abuela. Ellas llegaron tiempo después para seguir despidiéndose de mí. - Pasajeros con destino a Washington por favor de abordar el avión en la puerta A15. Dijeron los altavoces del aeropuerto dándome la señal de que tenía que irme de ahí y dejar a mi familia. - Creo que es hora de que te vayas hija. - Sí... Adiós mamá - Me acerque a ella y la abrace muy fuerte después seguí con mi abuela. Y a lo último deje a Mía, quien me miraba con los ojos llorosos me acerque a ella y la abrace muy fuerte. - Adiós hermana - Me dijo. - Solo un mes - Le dije susurrando. - Solo un mes - Repitió Me separe de ella y agarre mis maletas y partí por la puerta para subir al avión, me fui sin voltear, sé que si las volteaba a ver no me iría, no quería dejarlas. - Favor de abrocharse los cinturones el avión ya a despegar - Dijo la azafata. Por la ventanilla del avión veía como los ángeles se hacía cada vez más pequeño. - Espero que estés preparado papa porque ya voy para haya - Susurraba mientras buscaba mis audífonos en la mochila y me los ponía para no aburrirme en la trayectoria. 4 horas después - Se les informa que ya llegamos al destino de Washington favor de abrocharse sus cinturones para aterrizar. No me había dado cuenta en qué momento me había quedado dormida, pero todavía faltaba para llegar a mi destino grainspyn, solo espero que a mi padre no se le hubiera olvidado que llegaba hoy.