El hecho de que con ella sea amable, y conmigo no, me hace molestar, pero no puedo evitar sonreír embobada al conocer esta parte de él. Creí que era un diablillo en clases. —Buenos días, Lucy —mi jefe mantiene su distancia y usa un tono más neutro—. He venido para presentarte a la señorita Zoe. Ella es la nueva niñera de Stephan. La mujer me mira a detalle sin dejar de sonreírme. Estrecho mi mano hacia ella y me presento siendo educada y profesional. —Es un placer conocerte, Zoe —me sonríe—. Será un gusto tenerte aquí. Suelta mi mano al fin y vuelve su vista a Bastián. Al parecer alguien aquí se siente atraída por el padre de su alumno. —Los dejaremos solos. Zoe vendrá conmigo afuera y se unirá en un momento —me da una mirada que significa una cosa: obedece. Bastián se acerca a su hi