Una hora antes del mensaje de texto… Rosa se encontraba en la sala de la señora Patty con una taza de té y comiéndose unas galletas comentándole acerca de como fue su vida con Henry y como se conocieron. Para la señora todo lo que le contó la chica le pareció muy triste, porque en todo ese corto tiempo que la había conocido y hablado con ella vio que era una muchacha muy dulce que no se merecía ese tipo de vida. —¡Ay, Rosa María, aguantaste mucho con ese hombre, yo la verdad me habría ido en la luna de miel y lo hubiese dejado con su estúpida amante! —Si señora Patty, ¿pero cómo lo iba a dejar si estaba en un país extranjero y me acababa de casar con él? me sentía en contra la pared. —¡Pero es que eso que te hizo fue imperdonable muchacha, eso no se le hace a ninguna mujer! —Lo sé, pe