Henry no lo creía posible, pero estaba desesperado en encontrar a Rosa ya que inconscientemente, su mente y su corazón se lo decía. —¡Necesito encontrar a mi esposa agente, pero lo más rápido que pueda! ¡Le pagaré lo que usted me diga con tal de encontrarla ahora mismo! —exclamó el pelinegro con mucha autoridad. —¿Pero cuánto tiempo lleva desaparecida? Mire que el lapso es de 24 horas como mínimo para poder encontrar a una persona señor Wallas. —Lleva menos de 24 horas, pero necesito encontrarla lo más pronto posible señor agente. Le doy ahora mismo 20 mil euros con tal de que dé con su paradero. De inmediato, un sonido tipo el de una caja registradora sonó en la mente del agente policial, y alzando una de sus cejas le respondió tartamudeando un poco: —¿Ve-veinte mil euros? —Si, de