ELDA
De pronto, sentimos venir algo a gran velocidad hacia nosotros. Nos volteamos hacia el cielo y miramos para todos lados. Sentimos la presencia acercarse más y más.
Hasta que al fin lo escuchamos.
-¡Guak, Guak!- chilla fuertemente sobre nosotros.
Volteamos de nuevo hacia el cielo y divisamos al cuervo estúpido de Eleonora, la bruja guardiana. Parado sobre una rama chillando. Nos ha encontrado. Su sonido era tan grande que en nada podrían llegar las brujas.
Nos comenzamos a desesperar.
Yo con mi varita traté de lanzarle un hechizo, pero el muy bestia no se mantenía quieto. Por tanto, mis rayos salían despedidos hacia los cielos; sin poder dar en mi blanco.
Fue tanto nuestro alboroto que despertamos a todos en el granero. Todo corrieron a mirar el espectáculo que teníamos a la luz
