Maga et Lupus

QUERIDOS LECTORES, ESTA ENTRETENIDA HISTORIA VA A TENER ACTUALIZACIÓN DIARIA EN EL MES DE NOVIEMBRE. ¡NO SE LA PUEDEN PERDER! El puente no se veía tan lejos, al menos eso fue lo que pensé. La tupida niebla que había esa noche me hacía dudar de si estábamos a 50 o a 80 metros de nuestro objetivo. -Debemos apresurarnos, no podemos seguir mucho tiempo aquí afuera- escuché decir a Brena, mi compañera de labores y mejor amiga. Respiré lo más hondo que me permitió mi cuerpo y tomé la mano de mi amiga muy fuerte, comenzamos a correr atravesando la oscura neblina, mi rostro se llenaba de pequeñas gotas de humedad que se suspendían a través del manto gris. En nuestras espaldas cada una llevaba su mochila de campaña. Cada paso parecía una eternidad, y traté de esquivar lo mejor que pude las ramas y piedras que aparecían en nuestro camino. Volteé a mirar a Brena y ella llevaba levantado el codo sobre sus ojos, cubriéndose del agua y quizás también del miedo. Mirar hacia atrás no fue la mejor decisión que tomé en ese segundo, porque cuando devolví la vista hacia el frente me encontré con sus ojos, los cuales me hicieron frenar de golpe, tan rápido que mis pies se resbalaron en la hojarasca mojada del piso. Mi amiga no reaccionó tan rápido como yo y por tanto se topó con mi espalda de forma brusca y seca. Debido a su golpe ambas caímos de bruces al piso, nuestra pequeña linterna rodó lejos. Nos habíamos topado de frente con un lobo, sus ojos rojos penetrantes y su porte me dejaron boquiabierta, su pelaje color azabache como la noche lucía imponente y ordenado frente a nosotras. Supe de inmediato que era de la realeza porque tenía esa marca blanca en su pecho. Brena apretaba con insistencia mi mano, y la oí sollozar a mis espaldas, lo sabía, lo sabíamos era nuestro final. 12 horas antes -Elda, ¿estás segura de que tu plan va funcionar? - Brena se tomaba ambas manos nerviosamente mientras recorría la habitación de un lado a otro. -Claro que va funcionar, lo he repetido miles de veces dentro de mi cabeza y funciona. -¡Vamos!, tu cabeza no es lo más ordenado que conozco, allí habita un mundo infinito de ideas- me dice preocupada. No sé bien que mirada amenazante le di a mi amiga, que ella no pudo decir ni una sola palabra más y dejó atrás todas sus insistentes preguntas. A decir verdad, si bien había tratado de cuidar todos los detalles, ni yo misma estaba cien por ciento segura de que iba a funcionar. Pero esa parte no se la dije a Brena por supuesto, traté de sonar lo más convencida que pude. Y entonces continúe muy segura – Esperaremos que oscurezca y todos se vayan a dormir, justo ahí nos juntaremos en la puerta principal. - ¿Y qué haremos con Milfrend?- me interrumpió mi ansiosa amiga. Milfred era el guardián de la puerta principal, nada se le escapaba o al menos eso era lo que el vociferaba, sin embargo, Milfred ya era bastante viejo y anciano y era el primero en dormirse en su sofá frente a la gran puerta de salida. Muchas veces le hicimos pequeñas bromas con las chicas de la comunidad y jamás se dio cuenta. Como aquella vez que pusimos miel en su querido sofá y caminó una semana con su trasero manchado atrayendo a cuanta hormiga existía aquí abajo. Fue una buena broma. -¿De qué te ríes? Aún no encuentro lo gracioso del plan- mi amiga me atrajo de vuelta a nuestra conversación. -De nada, sigamos. Entonces cuando Milfred se duerma le haré un inofensivo hechizo y saldremos. -Pero Elda, nadie nunca ha salido de noche, excepto la Gran Hechicera. Afuera solo hay peligro. Y los lobos esperan para devorarnos- sentí el escalofrío en sus palabras, y la vi auto abrazarse para calmarse. Pero ya era demasiado tarde, el plan ya se había sembrado en mi cabeza y yo, era demasiado impetuosa y curiosa, no podía esperar a descubrir el mundo que hay afuera. Sólo se nos permitía salir algunas mañanas en busca de alimento y agua y siempre supervisadas por alguna guardiana. Nada más recorríamos las inmediaciones de nuestro hogar, tomábamos lo que fuese necesario y volvíamos bajo tierra. Se nos prohibía usar magia afuera a menos que fuese de vida o muerte. La puerta de entrada a nuestro hogar subterráneo está oculta por un potente hechizo de protección el cuál hace que desaparezcamos del mapa. Desde la gran guerra de los 3 tronos se les confinó a las brujas a vivir en el exilio, a los hombres lobos a vivir encerrados en los bosques y a los vampiros en las montañas. Por eso nuestra gran bruja construyó ese refugio subterráneo, el cual nos había protegido por más de tres siglos. Con Brena habíamos nacido en estas cuevas y nuestros papas y nuestros abuelos y ya no me acuerdo cuantos tátaros y tátaras abuelos también. Sólo sabíamos del exterior por antiguos libros que se encontraban en la biblioteca comunitaria ocultos entre manuscritos de hechizos y pócimas, los cuales eran los más populares. La Gran Hechicera nos tenía bloqueados los sortilegios para visualizar o transportarnos a otras localidades fuera de allí. Al cumplir 18 años recibimos nuestras varitas mágicas y capas como gran logro de nuestra educación sobre magia y otros deberes. Ese mismo día empecé a urdir mi plan para fugarme de estás cuatro paredes o mejor dicho de estos miles de laberintos. Arrastré conmigo a mi mejor amiga, sin darle posibilidad de elegir, claro. Ella era demasiado ingenua y débil para quedarse sin mi protección aquí adentro y yo la quería como mi hermana. Debíamos cursar esta aventura juntas. **CHICAS LES DEJO MI ** DE AUTORA: @DREAME.VANESSALA PARA QUE PODAMOS SEGUIR COMPARTIENDO ALLÍ. TAMBIÉN IRÉ SUBIENDO CAPÍTULOS INÉDITOS DE LA NOVELA. CARIÑOS**