Capítulo VCuando Lydia llegó a la estrecha escalera, observó que dos personas se disponían a subir, y como comprendió que no había suficiente espacio para pasar junto a ellos, esperó en el descanso. Una joven vestida de blanco se mostraba renuente a subir, pero el caballero que la acompañaba la tomó por los hombros, empujándola casi. Cuando se acercaron, Lydia advirtió que la joven, de hermoso rostro y expresión ausente, era sólo una niña. Apenas tendría unos doce años y parecía atontada, como si se encontrara bajo los efectos de alguna droga. Cuando llegaron al descanso, Lydia miró al caballero. En ese instante, los ojos de ambos se encontraron y él lanzó una exclamación. —¡Quién lo dijera!— Lydia recordó en seguida aquella voz aterciopelada e insinuante—. ¡Si es la joven que se me e