Sakura miró fijamente al hombre sentado detrás del costoso escritorio de madera, preguntándose si durante su combate de entrenamiento había recibido un golpe en la cabeza que le había afectado la audición. - ¿Quieres que haga qué?- preguntó llanamente. - Oh, no te pongas nerviosa, serás una sensación- aseguró Dajaku, sin molestarse en repetirse o esperar a que ella aceptara sus planes- Empezarás un par de noches a la semana y veremos qué tan exitosa eres. Si todo va bien, podrías ser el rostro de mis nuevos carteles promocionales Sus ojos plateados brillaban como las monedas que ansiaba y ella finalmente había envuelto su cabeza alrededor de lo que él quería que ella hiciera. - No- dijo ella brevemente, borrando la sonrisa de su rostro- Está fuera de discusión. No me vas a hacer desfil