Bailarina Exótica

- Jefa, no puedes tomar en serio asignarla a este trabajo, ¿verdad? Ella no es apta para este tipo de misión y el entrenamiento para prepararla para tal trabajo tomaría más tiempo del que podríamos permitirnos. Con todo respeto, creo que sería mejor elegir a otra persona. La mujer de ojos color miel enarcó una ceja rubia en silenciosa amonestación. Ella entendía a qué se refería, porque también se había sentido de la misma manera, pero había revisado la lista una y otra vez y su conclusión había sido la misma. Simplemente no había nadie más disponible para aceptar este trabajo. Sin embargo, no esperaba una resistencia tan fuerte del hombre frente a ella. Siendo un ex agente de las operaciones negras, generalmente tomaba órdenes sin cuestionar, confiando en que sus superiores tomarían las decisiones correctas por el bien del pueblo. Teniendo en cuenta su historia con la suerte, no pensó que elegiría precisamente hoy de todos los días para responder y oponerse a sus ordenes. -Entiendo que estés preocupado Arlet, pero creo que la estás subestimando- Cruzó sus manos recién cuidadas y las puso sobre el escritorio, encontrando uniformemente la mirada de su único ojo oscuro- Hubo un tiempo en el que conocías sus habilidades mejor que nadie, pero ese tiempo se fue. No ha sido tu alumna durante años y mientras tanto la he visto crecer a pasos agigantados. Su falta de experiencia en este campo sin duda hará que la misión sea más difícil, pero de ninguna manera la hará imposible. ¿Inexperiencia? El quería burlarse de la declaración. Inexperiencia era por decirlo de la manera mas suave. La misión requería una chica familiarizada con el oscuro mundo de la seducción y la lujuria. Su antigua alumna claramente no encajaba con esa descripción. -Ya que solicitas que acompañe a la agente elegida, me sentiría mucho más cómodo con una candidata diferente. La chica Carla o incluso Eren encajarían mejor en el perfil. Grisha suspiró irritada, luchando por mantener la calma, Arlet estaba siendo anormalmente adverso a toda la situación y odiaba que la hicieran repetir. A ella no le gustó la situación más que a él, considerando que la chica que había elegido era como su propia hija y no pudo evitar sentir que la estaba enviando directamente a la guarida del león. Esa misma mañana había recibido una solicitud para que una chica de entre dieciocho y veinticinco años acudiera en ayuda de un pequeño club en una provincia entre las fronteras del país. Se sabía que esa área en particular, aunque sobresalía en tecnología moderna, carecía de una forma consistente de gobierno y no muchas misiones provenían de allí, la mayoría de las solicitudes potenciales iban a Suna, que estaba más cerca, o recurrían a la contratación de matones para resolver problemas con la fuerza bruta. Sin embargo, una misión exitosa con agentes de su villa, posiblemente podría llevar a que más solicitudes del área fueran a Kono, un hecho que era demasiado tentador para que Grisha lo dejara pasar. Sin embargo, esta misión en particular parecía un poco más delicada que el asesinato promedio o el intento de mantener la paz. La asignación provino de un hombre en una ciudad asolada por el crimen llamado Fuzen Machi. Grisha incluso había estado allí un par de veces considerando que el agujero del infierno era un lugar de juego. El hombre era dueño de un club con bailarinas exóticas y recientemente, varias de sus chicas habían desaparecido, amenazando con dejarlo completamente fuera de servicio. El mensaje había pedido que llegara una chica soltera, vestida de civil y que hiciera de bailarina encubierta en busca del culpable, utilizando el encanto femenino y su propio cuerpo para obtener las respuestas que necesitaba de los clientes del club. Si tan solo Dayana hubiera sido unos años más joven, la habría enviado sin pensarlo dos veces, pero no había forma de que pudiera pasar por la edad solicitada. Ella estuvo de acuerdo en que Carla definitivamente habría sido la primera elección, excepto que se había ido a una misión con su equipo hace casi una semana y no regresaría hasta dentro de diez días. Eren también se había ido a una simple misión de escolta que duraría otros tres o cuatro días. El asignado tendría que irse de inmediato. - Arlet, has dejado muy clara tu preocupación, pero mi decisión sigue siendo la misma. Todas las otras oficiales elegibles ya están asignadas a otros trabajos. La única otra chica disponible que encaja en el perfil es Alba y creo que estarás de acuerdo conmigo en que Sasha es definitivamente la mejor como para elegir entre ambas. Arlet, que había estado parado anormalmente derecho durante esta batalla de voluntades con su jefa, se desplomó un poco. No podía negar que ella realmente tenía razón. Si tuvieras que mencionar algo como bailar striptease alrededor de Alba, sin duda se volvería de un sorprendente tono rosa antes de desmayarse rápidamente. Grisha lo vio desinflarse y suspiró aliviada esperando que su regreso a su postura normalmente abominable indicara que le había concedido la razón. Sin embargo, con esa máscara infernal cubriendo su rostro, era incluso más difícil de leer que la mayoría de los oficiales con los que trataba. - Eres un excelente oficial Arlet y eres un maestro en muchos campos de nuestra profesión por eso te envío junto con Sasha- dijo Grisha, su voz adquiriendo un tono más suave- La conoces mejor que la mayoría y la has protegido en el pasado. No espero menos de ti esta vez. - Si jefa- Respondió, su voz traicionando el peso que tenía en el pecho. El hombre enmascarado se inclinó levemente, todavía no contento con el decreto final. No estaba tratando de salvar a la joven su inocencia, porque eso fue algo a lo que renunciaste cuando te dieron el título de oficial. Simplemente pensó que esta misión iría mucho mejor con una chica diferente, pero supuso que no podría evitarse si ella era la única disponible para esto. Sin embargo, estaba agradecido de estar a su lado para mantenerla a salvo y asegurarse de que cumpliera con esta misión. Por otra parte, era muy consciente de las infinitas posibilidades de situaciones incómodas que produciría su asociación durante esta misión. Ella había sido su alumna a la tierna edad de doce años y de alguna manera todavía pensaba en ella como esa misma niña. Sabía que le esperaba un rudo despertar cuando ella asumiera el papel de bailarina de un club de mala muerte. - Gracias Arlet, eres libre de irte. No olvides que su turno en el hospital termina a las seis y debes reunirte aquí para que podamos informarle sobre esta misión y repasar los detalles. Respondió con un silencioso asentimiento, su mano ya se había desviado hacia el bolsillo de su chaqueta antibalas para recuperar su posesión más preciada, abriendo su libro donde lo había dejado. Casi había salido por la puerta antes de que Grisha lo detuviera. - Oh, y una cosa más. Ya que sin duda eres un experto en todas las cosas pervertidas, he dejado su entrenamiento en tales asuntos en tus manos. Sus palabras fueron suficientes para detenerlo en seco y si su máscara no hubiera ocultado su rostro, habría sido posible ver su boca abierta y sus ojos en estado de shock por la enmienda casual de Grisha a la agenda de su misión. Lentamente, se dio la vuelta para mirar a su jefa, sin estar seguro de haberla escuchado bien. Ella sonrió ante su obvia reacción de asombro. Sabía que Arlet disfrutaba con sus libros sucios, pero eso no significaba que no fuera un caballero. Ella había adivinado correctamente que mostrarle a su antigua alumna cómo satisfacer los deseos del hombre promedio mientras recogía información al mismo tiempo no era exactamente su idea de un buen momento. Debido a esto, confiaba aún más en que él lo haría bien y si alguna vez descubría que por alguna razón se había aprovechado de su aprendiz, tendría un puño listo con su nombre escrito por todas partes y tal vez una cerilla lista para prender fuego a todos sus preciosos libros. - El viaje hasta Fuzen Machi debería tomar unos cinco días. Tendrás que aprovecharlo al máximo y enseñarle en el camino Arlet asintió en silencio antes de darse la vuelta y salir de la habitación, abriendo su libro pero sin ver las palabras en las páginas. Esta complicada misión se volvió mucho más complicada de lo esperado ¡Y ni siquiera había comenzado todavía!