Muchas veces Rose había cometido errores por ser muy impulsiva, y ésta no era la excepción, cuando al fin logró pestañear, se vio arriba de un lujoso auto n***o, siendo copiloto de una espléndida pelirroja. Su nariz de enrojeció y se sintió otra vez estúpida. “¿Cómo se te ocurrió subir al carro de un extraño Rose, acaso quieres morir hoy?” Rose miró de reojo a la piloto, y volvió la vista rápidamente al frente. La chica conducía sin observarla. -¿Quieres un café?- dijo luego de un par de segundos Rose asintió -Bien, conozco una cafetería cercana En menos de 10 minutos estaban ambas sentadas en la terraza de una céntrica cafetería. Estaba todo ambientando al estilo campestre, y las mesas era de roble. Rose inspiró y dijo: -¿Qué me quieres decir sobre Máximo?, yo a penas lo conoz