La brisa tibia desordenó el cabello de Rose mientras seguía caminando hacia su departamento, tan solo le quedaban 8 cuadras para llegar a su destino.
Ella podría haber tomado un taxi desde antes y haberse ahorrado todo ese andar, pero el solo hecho de imaginarse encapsulada en la cabina de un carro la hacia transpirar helado, estaba tan enfurecida que no se soportaba ni ella misma.
Cuando comenzó a transitar la octava cuadra, su estómago se apretó por que se dio cuenta que estaba pasando justo por fuera del apartamento de Máximo, inconscientemente las lágrimas comenzaron a brotar desde sus ojos otra vez.
Trató de acelerar el paso, pero su vista se nublaba con tanta agua que salía de ella, entonces desaceleró para evitar caerse, cuando estaba a punto de terminar al fin aquella agónica cu
