[EMELY]
¿Cómo he podido ser tan imbécil? ¿Cómo le pude decir a Cruz lo que me pasa con él? «bien hecho Emely, lo has arruinado todo» me digo a mí misma mientras termino de colocarme el vestido color n***o —¿No querías también pedirle que no se casara?— Me digo frente al espejo.
—¡Hija!— Escucho la voz de mi padre del otro lado de la puerta y respiro profundo.
—Ya voy papá— Respondo y rápidamente me coloco la pulsera y mis aretes para después abrir la puerta.
—¿Dónde vas?— Inquiere al ver como estoy vestida.
—Me voy y ya— Sentencio y busco mi bolso.
Mi padre me sujeta con cuidado del brazo y me detiene cuando intento pasar por su lado —Emely, la prometida de Cruz esta abajo esperándonos para cenar, no puedes irte— Anuncia y esto era todo lo que me faltaba.
—Yo no quede con nadie a cenar, tengo planes— Me excuso y con un gesto hago que me suelte del brazo.
Siento los pasos de mi padre detrás de mí en el pasillo, pero no quiero mirarlo a la cara —Emely, ¿se puede saber cuál es tu problema? Desde que tu hermano ha llegado a la casa, apenas lo has saludado, ni siquiera lo has dejado darte su regalo de cumpleaños— Me regaña.
—No es mi hermano, ¿Cuántas veces más lo tengo que repetir?— Rebato molesta y simplemente sigo bajando las escaleras hasta que llego al salón y allí lo veo a él con su perfecto cabello rubio oscuro y ojos azules tan profundos como el mar. Se ve increíble con su pantalón de vestir y camisa blanca remangada «es tan guapo… » me recuerda mi subconsciente.
Mi mirada se cruza con la suya y sé que estamos diciéndonos muchísimas cosas sin siquiera pronunciar una palabra, pero de pronto todo se va a la basura. Una mujer rubia de curvas pronunciadas y ojos grises se acerca a él y lo toma de la cara —¿Me extrañaste guapo?— Le pregunta para después besarlo como si estuvieran solos.
—Claro que sí, ¿te gusto la casa?— Le cuestiona Cruz y ella asiente.
—Es hermosa— Menciona y me mira —Hola, ¿tú debes ser Mel? ¿No?— Me cuestiona y forzó una sonrisa.
—Emely, solo Cruz me llama Mel— La corrijo —Disculpa si no me puedo quedar a conocerte, pero me tengo que ir— Digo y sin más rodeos voy hacia la puerta para poder irme.
—¡Emely! ¿Qué son esos modales?— Me regaña mi padre y respiro profundo tratando de controlarme, pero no tengo paciencia en estos momentos.
Entro a la casa una vez más y lo miro —Papá, me voy mañana de la casa, mis modales ya no te molestaran, ¿de acuerdo?— Le recuerdo y por alguna razón Cruz me mira confundido.
—¿Te vas de la casa?— Cuestiona y asiento.
—Me voy a vivir sola, necesito mi espacio— Le explico y sin más salgo para no verlo más a él y su perfecta prometida.
[CRUZ]
—No sabía que Mel se mudaba— Le comento a mi padre mientras que Zelma ayuda a mi madre a recoger la mesa después de la agradable cena que hemos tenido para que se conocieran.
Mi padre respira profundo y mueve la cabeza de un lado a otro —Desde que modela todo se ha vuelto caótico— Me explica y lo miro con dudas.
—¿Caótico?— Pregunto sin entender nada.
—Ha cambiado de novio en un promedio de cada seis meses, se la pasa viajando, ya ni siquiera sabemos que hace de su vida— Relata.
—¿Y ustedes lo han permitido?— Averiguo sorprendido.
Él respira profundo —Sabes, cuando no ganaba su dinero, todo era más fácil. Su madre y yo le restringíamos muchas cosas, pero ahora todo es diferente…—
—No entiendo— Lo interrumpo.
Mi padre me mira —Sé que has estado muy ocupado con tus estudios, pero tu hermana se convirtió en una modelo de fama internacional. Para mi propio mal, ha heredado la belleza de su madre y rasgos muy particulares que hacen que las agencias se peleen por ella. Le pagan lo que quiere, la llevan a los desfiles más exclusivos, y como puedes imaginarte, tiene a los hombres que quiera a sus pies— Me cuenta.
—Me imagino como te sientes— Murmuro.
—Hay veces que quisiera encerrarla en una torre para que no salga, pero le prometí a Ali que no sería un padre celoso, que la dejaría ser, pero tengo miedo… no sé qué le pasa. Tiene todo, pero al mismo tiempo pareciera que no tiene nada— Explica y en el fondo comienzo a sentirme culpable de la situación.
—Si quieres puedo hablar con ella— Propongo.
—No te preocupes, ya se le pasara cuando el novio la lleve de viaje—
—¿Qué?—
—Siempre pasa lo mismo. Tiene estas caídas y las resuelve yéndose a algún sitio con el novio de turno— Comenta.
—Guau, tienes una mente abierta para aceptar esto— Digo sorprendido.
—La acepto como es, casi la pierdo a ella y a su madre al nacer— Se defiende.
—Tal vez es eso, has sido muy comprensivo—
—Quizás— Murmura cuando de pronto recibo un mensaje de texto.
Fabian:
Cruz, ¿esta no es tu hermana?
Abro la foto que me ha enviado adjunta, y debo tratar de que mi padre no la vea ya que es ella en una discoteca, bailando en medio de dos hombres que ni siquiera hacen un mínimo intento por respetarla.
Cruz:
¿Dónde estás? Voy para allá.
—Papá, debo irme ya mismo a resolver un asunto. Dile a Zelma que no llegare tarde— Le informo mientras que leo la dirección que me ha enviado Fabian.
«Ay Mel… tú y yo vamos a hablar seriamente» Pienso mientras me subo al coche para ir a sacarla de allí.