Everest Langholmen. Noté que le puso seguro a la puerta, por dentro, por supuesto. Supuse que no quería que fuéramos interrumpidos, porque de inmediato asocié su actitud conmigo, ya que de resto no habría necesidad alguna de que este tuviera que encerrarnos. Entonces giré media vuelta para encararlo, pero fue muy tarde, no lo vi venir y cuando fui a darme cuenta ya lo tenía encima, tomándome con una mano del cuello y empujándome hacia la pared, haciendo que mi espalda se golpeara contra esta de manera abrupta y ruidosa. Christer Niederman. Flashback. Descubrirme en aquel cuerpo me causó una pequeña sensación de dolor en la espalda en los hombros y en la cabeza. Al principio todo frente a mis ojos era borroso, como si empezara a entrar de nuevo en materia luego de un eterno viaje astra