Persecución a Ciegas

1533 Words
Los dos vampiros que habían salido detrás de Eishla estaban exhaustos. No conocían ciertas zonas de los bosques donde se habían adentrado persiguiendo a la vampira en cuestión, por lo que ella se terminó escabullendo por donde quiso. Las zonas boscosas de pinos y (otros árboles de bosques fríos o templados) estaban por dondequiera, pero era fácil encontrarse con un vecindario de cipreses, aunque no para Eishla o Niurka, porque se habían criado en esta clase de ambientes. No obstante, el caso de Zascha era diferente, porque aún no habiéndose sentido familiarizada con los colosales, por el simple hecho de conocer sobre herbología, eso le daba una ventaja extraordinaria sobre sus persecutores. >> Nunca había corrido tanto en mi jodida vida… Cielos… Espero que Luci siga sobrevolando como lo ha hecho hasta ahora… Debe estar exhausta, al igual que yo. > Me pregunto qué fue lo que le pasó por la cabeza al rey Kiedrik para querer darle la cara a la desquiciada de Jelenia. << Elucubraba Eishla mientras trataba de adelantar el paso. Precisamente Ashton estaba desde temprano en la mañana dando órdenes a diestra y siniestra al percatarse desde su ventana que el día sería un tanto denso y con pocos vestigios de sol, por lo que decidió adelantarse a cualquier pensamiento malicioso de algún vampiro merodeando por allí, que de paso estaba revisando el perímetro en el que estaba Jelenia apostada con su sequito justo en frente a los portones de las murallas de su ciudad, para ponerse en guardia si en caso se ameritaba. — No se permitan un movimiento en falso por parte de los vampiros que tenemos allí abajo. El hecho de que anoche no fueron atacados por haber sido una conversación amistosa, no quita que esta mañana siga en las mismas condiciones. Todos tienen carta abierta para repeler cualquier ataque si así lo consideran. — Manifestó el rey Kiedrik sus deseos. Lo que él no sabía era que a Jelenia no le gustaba el día en lo absoluto, y como estaba esperando buenas noticias de las expediciones de dos hombres que había enviado tras Eishla y sus otras dos compañeras de celda, estaba que se comía las uñas de los nervios, por lo que por el momento Conrad no estaba en su mente. — Ahí ya van llegando dos de los seis hombres que envió a buscar a las tres descaradas aquellas, princesa. — Anunció una de las dos damas que acompañan a Jelenia. Por alguna razón desconocida, Jelenia se despabiló y se puso a la expectativa ante aquel anuncio, pero pronto se le desvaneció a alegría que tenía al ver que aquellos hombres habían llegado con las manos vacías. No bien estaban dejándose ver aquellos hombres, quienes caminaban en la claridad como si fuera a plena noche, aprovechando que los rayos del sol aún se ausentaban en salir, para ir ante su noble y reportarse, ella comenzó a vociferar desde el carruaje en el que estaba cómodamente extasiada. — No se atrevan a venir con el pretexto que no pudieron dar con una sola persona por no conocer esta área del bosque. — Remilgaba Jelenia como si fuera una niña de párvulo. Los hombres que habían llegado sólo guardaron silencio y no mencionaron nafa sobre su experiencia, ya que era prácticamente lo que había dicho la princesa. Y mientras ella se desahogaba, los otros cuatro vampiros venían en diferentes órdenes en igual condición que los otros primeros dos. — La verdad es que lo que la academia está preparando últimamente no es más que escoria social, la verdad. Eran tres personas que no se veían ser de gran peligro para nadie, no veo cómo fue que no pudieron con una encomienda tan simple. — Se quejaba la princesa de los vampiros constantemente. Como la ciudad estaba ubicada en un alto, se escuchaba como retumbaba la voz de Jelenia hasta arriba en las murallas. Escucharla quejarse fue para algunos soldados un motivo de diversión, mientras que Ashton disimuló con un esbozo la risa que estaba a punto de soltar irremediablemente. — Al parecer a ese princesita le urgía ir por las que fueron nuestras rehenes. — Mencionó Artemio con cierto beneplácito. — Así parece… Pero ellas tuvieron su oportunidad, y la aprovecharon, por lo que no algo que a mí me incumba, sobre todo si es un conflicto que se suscita entre ellos. — Eres cruel si tu intención fue crear un enfrentamiento entre ellos. — Esa fue una forma de no verme, ni a mí ni a mi pueblo, manchado con las trifulcas de una familia noble, y encima de bando contrario. Además, por si no lo notaste, Jensen está interesado en la vampira que también yo lo estoy. — Señaló Ashton. — Muy perspicaz, como es natural en ti. Y podría deducir que también te diste cuenta que desde que vio a la vampira de ojos frises y piel morena, nuestro General Presash. — Me di cuenta, mi querido General Colson… Pero deja al muchacho, con todo y lo que ves, no es tan diestro en el rema de las mujeres, y hasta yo noté la manera en la que esa mujer le mostró su deseo a nuestro joven soldado, así que no lo atosigues, dale un poco de tiempo para que respire. Definitivamente Christopher estaba haciendo todo lo que le correspondía, pero todo su ser había reaccionado al ver a Zascha, una que si no fuera por sus compañeras, hasta se hubiera ganado una aniquilación si seguía mostrando su sed de macho, todo por haber creado una confusión.
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